Una nave rusa que se dañó sin completar la misión para la que fue lanzada al espacio y que pudo ser observada desde Puerto Rico a mediados de diciembre está por caer a tierra en estos días.

Se suponía que la estación interplanetaria aterrizara en Fobos, una de las lunas de Marte, y tomara muestras del suelo para enviarlas a la Tierra en el 2014, pero un fallo técnico impidió que prendieran los propulsores y quedó atrapada en una órbita baja.

Fobos Grunt, nombre que los rusos dieron a la misión y a la nave, no pudo ser redirigida y, según los cálculos de la Agencia Espacial Rusa, la caída ocurrirá entre el 10 y el 21 de este mes. La nave se hubiera convertido en la primera en posarse en la superficie de una de las dos lunas del llamado Planeta Rojo.

“Lo que ocurrió después, aunque despegó bien, es que el propulsor nunca prendió. Ahí quedó atrapada, orbitando la Tierra a poca altura y se ha mantenido orbitando laTierra y ha sido incluso visible desde Puerto Rico luciendo como una estrella moviéndose”, explicó el presidente de la Sociedad de Astronomía del Caribe (SAC), Eddie Irizarry. Por estar a una altura menor que la Estación Espacial, “se vio mucho más rápida”.

Como pasa cada vez que está por caer la llamada basura espacial, no se tiene idea de a dónde puedan parar fragmentos del artefacto. Los datos que se tienen hasta ahora señalan una zona que abarca desde Londres al extremo sur del continente americano.

“Es muy prematuro para poder determinar en dónde pudieran caer algunos de los fragmentos que soporten la reentrada a la atmósfera terrestre. Las agencias espaciales que realizan estos cálculos usualmente pueden hacer un estimado cerca de 24 horas antes de la caída, o cuando la nave está tan baja como a unas 91 millas de la superficie”, observó Irizarry.

Como dato curioso, sobre todo para los observadores del firmamento, si la Fobos Grunt sigue en órbita este domingo (que no haya caído todavía), pasaría por la Isla de madrugada. “Pasaría justo sobre Puerto Rico cerca de las 3:17 de la mañana del domingo”, dijo, pero aclaró que por no recibir luz solar no será visible a menos que haga fricción con la atmósfera en ese momento.

“De estar aún en órbita el martes 17, pasaría ese día nuevamente sobre la Isla cerca de las 6:08 de la tarde”, indicó, no sin antes aclarar que los pronósticos pueden variar según la nave pierde altura. “Mientras más al sur de la Isla, más probabilidades de que se vea. Lucirá como una estrella tenue moviéndose a gran velocidad”, especificó.

Acerca del peligro de la caída de la nave en algún punto del planeta, los de la agencia rusa han dicho que es ninguno, sobre todo si se toma en cuenta que el satélite en su mayoría se desintegrará y que más del 70 por ciento de la Tierra es agua.

“La gran mayoría cae al mar por el hecho de que más del 70 por ciento está cubierto por agua; eso le da más probabilidad”, señaló y añadió que hay evidencia de partes de satélites que han caído en tierra firme.

Aunque la nave tiene material tóxico, la estación rusa ha asegurado que no llegará a la atmósfera.

“Lo primero es que se van a reventar los tanques de combustible porque están construidos en aluminio y no es un material muy resistente a las altas temperaturas. Al reventar los tanques a tanta altura, no debería ocasionar daño en la Tierra”, expresó el presidente de la SAC.

Se estima que de unos 20 a 30 fragmentos de la nave puedan caer a tierra. “En el caso de esta nave en particular, hay algunas de las partes que se entiende que están construidas de materiales resistentes al calor y esa parte puede resistir la entrada a la atmósfera”, sostuvo Irizarry.

En septiembre pasado, el satélite meteorológico estadounidense UARS cayó en aguas del océano Pacífico y el alemán Rosat cayó en el Índico en noviembre.