Era el Día de los Fieles Difuntos cuando Marlene Martins da Rocha se enteró a través de Facebook de la tragedia que marcó su vida. Su esposo Erick Seguinot Ramírez –de quien estaba separado– asesinó a sus tres hijos y luego se ahorcó en una residencia de la urbanización Jacaranda en Ponce, el 2 de noviembre de 2016. 

Los menores de 6, 8 y 10 años estaban al cuidado de su abuela paterna, mientras Martins da Rocha tomaba un adiestramiento fuera de la Isla relacionado a su trabajo.

El dolor de perder a sus tres retoños a manos del hombre que, según denunció, la maltrató durante 13 años de matrimonio, la llevó a un estado agónico.

A dos años y tres meses del crimen, la mujer compartió su testimonio ante decenas de féminas durante el Segundo Conversatorio Mujer… diferentes miradas, convocado por la oficina de la representante Jaqueline Rodríguez Hernández. La cita fue en el Antiguo Casino de Ponce.

“Yo descubro la muerte de mis hijos por Facebook y lo primero que pensé fue ¿qué voy a hacer? Yo grité, por supuesto, y me salí de ahí (Facebook), y sentí en ese momento que mis tres hijos me arroparon. Pero no sabía a dónde ir, mi familia estaba en Brasil, y agradezco a Mayita (María Meléndez, alcaldesa de Ponce) y a todos los que me ayudaron, porque llegué a pesar 72 libras hasta que dije: ‘¡No puedo más!’”, confesó la mujer con voz temblorosa.

“Me agarré a las manos de Papito Dios, a mis tres hijos -que sé que están en el cielo y me cuidan-, y decidí abrir mi negocio. La gente siempre me pregunta que cómo yo puedo con esto, pero es Dios que me ha dado fortaleza, porque no hay antidepresivos, no hay ningún medicamento, porque si tú no tienes paz interior y no tienes a Dios contigo y al Espíritu Santo, yo no podría seguir”, dijo Marlene, dueña de una estética en Ponce.

En medio de su confesión, la mujer de origen brasileño sorprendió a la audiencia al contarles el milagro de una nueva maternidad. 

Sí, Marlene tuvo otro hijo dos años después de la tragedia y se llama Michael John Oliver Martins da Rocha.

El precioso retoño, de unos tres meses de nacido, cambió la vida de esta empresaria. La criatura es fruto de su relación con el dueño de la funeraria que trabajó las exequias de sus tres ángeles.

“Yo no conocía a (Juan L.) ‘Gury’ Oliver, lo conocí en febrero después de todo lo que pasó, y nos casamos el año pasado por la iglesia. ‘Gury’ se había hecho una vasectomía hacía 14 años, así que tener otro hijo era imposible, y se hizo la reversión ya con un hijo de 14 años”, contó la fémina de 35 años.

“Pero cuando yo tuve mi tercera hija, el doctor me iba operar, pues ya tenía tres hijos y una historia de maltrato de 13 años… Así que mi hijo nació el 16 de noviembre (2018); el 2 de noviembre pasó lo de mis hijos y el 22 de noviembre cumplía mi nena chiquita”, relató con firmeza.

La presentación del pequeño arrancó lágrimas y aplausos entre los presentes que se mantuvieron atónitos por la valentía de esta mujer.

“Lo que más uno quiere en la vida son los hijos y si yo he podido llegar hasta aquí, ustedes también pueden levantarse, aunque a veces me quiero caer, por supuesto, y pienso que no lo voy a conseguir. Todos los días yo le pido a Dios que agarre mis manos y no me suelte nunca, en ningún momento, porque esto es bien fuerte, sobre todo las fechas”, manifestó Marlene acompañada de su madre y el pequeño Michael John.

“Nunca pensé que Dios iba a poner a esta persona (Gury Oliver, su nuevo esposo) en mi vida, me dio otra oportunidad, y yo podía nunca más creer en los hombres, porque imagínate, ¿cómo voy a confiar en un hombre, si el hombre con el que me había casado te mata a tus tres hijos?”, cuestionó.

De esa manera, Marlene Martins da Rocha confesó que agradece esta nueva oportunidad que le dio la vida.

“Agradezco a Dios por tener un bebé maravilloso, por Gury, mi esposo que es una persona extremadamente especial en mi vida y me ha ayudado mucho en ese proceso. Yo estoy como una leona, protegiendo a mi bebé que es una bendición”, expresó.

“Todos podemos levantarnos, no había de otra porque tenía que seguir hacia adelante, y sufro todos los días, pero tenemos que seguir. Mis hijos están conmigo, yo creo en los ángeles y mis hijos a cada momento me mandan como un ‘mami, estamos aquí”, sostuvo ante la audiencia.

La representante Rodríguez, quien convocó al foro, tuvo palabras de admiración para Marlene, a quien describió como un ejemplo a seguir.

“Historias como la de Marlene nos sirven… para recapacitar como sociedad y como mujeres a ser más sensibles y empáticos. A mirar más allá, a entender que hay otras personas pasando por situaciones más complejas, sin embargo debemos creer en las nuevas oportunidades. Agarrarse de la fe y de las personas cercanas para continuar con fuerza sin importar las circunstancias”, indicó Rodríguez.

Añadió que su testimonio de vida “ayudará a muchas más (mujeres) a afrontar y superar las situaciones por las que están pasando. En ocasiones es doloroso, lo es... Sin embargo, hay que continuar a paso firme y eso quedó demostrado en un vivo ejemplo de fortaleza. A las mujeres puertorriqueñas, mi invitación y exhortación a salir de los círculos de maltrato y abrirse a nuevas oportunidades de vida”.

El conversatorio contó con otros relatos, entre estos, de la Dra. Maricelly Santiago Ortiz, investigadora en Ciencias y Oncología; Emery Ortiz, del movimiento Mujeres ante la Adversidad; Vanessa Marzán, de Mujer Emprende Latina y Zaida “Cucusa” Hernández Torres, expresidenta de la Cámara de Representantes.