Adorables enemigas: Divertida guerra de divas

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Como si los años fueran inyecciones de vitalidad, las experimentadas actrices Luz María Rondón y Raquel Montero encarnaron con éxito a dos energéticas y cómicas estrellas de cine en la comedia Adorables enemigas.
Anteriormente, ambas actrices expresaron los esfuerzos físicos que les requerían estos dinámicos personajes, no obstante, parece que cuando subió el telón y se encendieron las luces, esas exigencias quedaron en un segundo plano.
Luz María Rondón y Raquel Montero conquistaron al público que se dio cita la tarde del domingo en el Centro de Bellas Artes de San Juan. Inicialmente, el papel de Raquel lo haría Ofelia Dacosta, quien tuvo que renunciar por su salud.
Y si ellas lograron que el público riera con las interpretaciones de dos divas que llevan una guerra artística durante años y que viven de las apariencias, las mayores carcajadas las provocaron la actriz Yezmín Luzzed y el actor Ernesto Javier Concepción. Yezmín se lució con la caracterización de la sirvienta dominicana “María”, mientras Ernesto Javier le dio vida al productor “Martin Kramer”, quien utiliza sus mañas para engañar a estas actrices en bancarrota. Participan, además, Javier Omar Martínez y Doel López.
La trama se desarrolla en tiempo actual, aunque “Silvia Glenn” (Raquel Montero) y “Dolores Monroe” (Luz María Rondón) estén paralizadas en el pasado, porque aún no superan que el glamour y el dinero desaparecieron. El productor promete sacarlas del silencio artístico y ellas caerán en un juego de apariencias. “Silvia” toma prestado el apartamento de una amiga, cuya sirvienta tiene preparada una despedida de soltera con todo y stripper. Entre los comentarios sarcásticos y malintencionados de las divas, la despedida de soltera y las locuras del productor, el público se divertirá con las situaciones risibles.
El trabajo teatral, del productor Florentino Rodríguez, tiene además como atractivo el diseño de escenografía de José Manuel Díaz. El escenario sirvió como un apartamento en Nueva York, donde se dejó establecido que era invierno por la nieve a través de la ventana. El foso se utilizó como la oficina del productor y la estación del tren, por lo que hubo buen uso del espacio.
Después de recibir los aplausos, la directora Sonia Valentín instó al público a fomentar el teatro nacional. Adorables enemigas, de James Kirkwood, regresa este viernes y sábado, a las 9:00 de la noche, y el domingo a las 5:00 de la tarde.