El Capítulo de Puerto Rico de la Academia Americana de Pediatría (PR-AAP) pidió un detente a la desforestación indiscriminada en la Isla y denuncia que representa una amenaza a la salud pública de nuestra población.

La doctora Teresa C. Ramírez, oftalmóloga y miembro de diversas entidades ambientalistas, dijo que muchos árboles, en particular los de gran tamaño, están siendo cortados bajo la premisa de que están enfermos, pero no se han hecho públicos los reportes de profesionales, como arboristas certificados y expertos en el tema que certifiquen las condiciones que afectan a los árboles antes de cortarlos.

“Tampoco se ha hecho público un análisis de impacto ambiental antes de talar esta gran cantidad de árboles”, añadió.

Según Ramírez, para la tala de árboles en Puerto Rico se están usando criterios de países templados que no aplican a nuestra isla tropical y la certificación que está emitiendo el Departamento de Recursos Naturales para profesionales que están trabajando esta tala de árboles no cumple con los criterios de la Asociación Internacional de Arboricultura.

El pasado mes de octubre, Primera Hora reportó sobre la tala de decenas de palmas en el balneario de Cerro Gordo en donde salió a relucir en vistas públicas realizadas por la Comisión cameral de Recursos Naturales que la mayoría de ellas no debían ser cortadas ya que se encontraban en buen estado.

El Capítulo de Puerto Rico de la Academia Americana de Pediatría declaró que esta práctica de la tala de árboles afectará de manera directa e indirecta la salud de todos en la isla.

Según indicó la entidad, hay una evidencia científica robusta publicada que demuestra la asociación entre la deforestación y el calentamiento global y sus consecuencias.

Los pediatras describen que alrededor del mundo el problema de la deforestación es serio y está teniendo graves consecuencias a corto y largo plazo.

“La deforestación se ha asociado a un aumento en el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra; destrucción de los hábitats de especies endémicas esenciales para el balance ecológico; disminución en la calidad del aire que respiramos; deterioro de la salud mental y emocional humana; alteración en el ciclo de vida de vectores que transmiten infecciones, entre otros”, leen las declaraciones escritas.

Asimismo detallan que los árboles cumplen una función importante en la remoción de contaminantes del aire que redunda en beneficios substanciales a la salud y que se han publicado al menos 3 estudios científicos demostrando que la probabilidad de morir por complicaciones por COVID-19 aumenta a medida que aumenta la contaminación del aire por material particulado (PM2.5) en la zona donde se vive.

Indicó que la deforestación también está asociada al cambio climático. Los bosques juegan roles ecológicos importantísimos en la mitigación del cambio climático. El cambio climático, o las consecuencias del aumento en las temperaturas del planeta, está asociado al desarrollo de huracanes en menos tiempo y de mayor intensidad, sequías e inundaciones y hasta el desplazamiento de las poblaciones a causa de eventos climatológicos extremos.

Añadió que que “la tragedia que vivimos con los huracanes y que todavía hoy sufrimos se debe en parte al daño ecológico causado por acciones destructivas como es la tala de árboles.”