Tras expresarse “complacido” con el 5% de recuperación del servicio logrado hasta ayer, el director ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), Ricardo Ramos, indicó que el levantamiento de la red de transmisión y distribución, devastada por el huracán María, no será posible sin el apoyo del gobierno federal y compañías privadas.

A esos efectos, señaló que su “prioridad número uno” es la movilización efectiva de los recursos externos para que empiecen a trabajar cuanto antes.

Su interés, añadió, es que las brigadas presten atención inmediata al área sureste de la isla, que quedó “devastada” por el huracán.

“No estamos hablando de gente que se quedó sin energía eléctrica, sino de gente que lo perdió todo. Mi mayor prioridad es acceder a esos lugares y comenzar a trabajar lo antes posible. Ya tengo a mis empleados trabajando y estoy positivamente sorprendido con su entrega, pero necesitamos ayuda”, dijo a este medio.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, en inglés) será el principal aliado de la AEE en la restauración del sistema eléctrico. Su trabajo dividirá en cuatro fases, a implantarse de forma simultánea.

La primera de esas fases es la instalación de generadores “temporeros” en sitios como hospitales, plantas de tratamiento de aguas usadas y égidas, entre otros. La intención, explicó Ramos, es que puedan energizarse y ofrecer servicios mientras se reparan las líneas de la AEE que les sirven regularmente.

“También está lo que se conoce como microrredes. Habrá sitios donde las líneas de distribución estarán disponibles antes que las de transmisión, y ahí el USACE puede poner un generador en mi subestación y darles electricidad a mis clientes”, añadió el funcionario.

Sobre la segunda fase, dijo que consiste en la instalación de generadores “más grandes”, que funcionarían, incluso, como pequeñas unidades generatrices. Aunque las centrales de la AEE “no sufrieron tanto daño” con el huracán, es prácticamente imposible transmitir y distribuir su producción por los daños que sí experimentaron las líneas, sobre todo las que discurren de sur a norte. 

Por tal razón, se prevé la instalación de generadores “grandes” en el área de la central Palo Seco, entre Cataño y Toa Baja, que no está en riesgo de colapso, lo que ayudaría a acelerar la energización del área metropolitana. 

“La subestación está disponible para conectar los generadores, no tengo que construir nada nuevo. Sería como una especie de renta que le haría al USACE”, dijo Ramos.

En la tercera y cuarta fase, además del USACE, se reclutarán contratistas privados –locales y extranjeros– para la reparación de las líneas de transmisión y distribución. “Vamos a ser tres equipos a la vez”, dijo.

Sobre la posibilidad de que algunas zonas del país vean su servicio eléctrico restablecido tan tarde como en un año, Ramos comentó que su expectativa es que la recuperación total tarde seis meses, que fue el tiempo que tomó luego del paso del huracán Hugo, en 1989.

“Pero tengo que reconocer que hay sitios en los que los puentes se cayeron y dependo de que los arreglen para poder llegar con mis brigadas. El USACE también va a ayudar en la reparación de puentes. Pero, en términos generales, si quitamos esas áreas inaccesibles, mi meta es seis meses”, recalcó. 

Cuestionado sobre por qué le satisface que apenas el 5% de los 1.5 millones de clientes de la AEE sean los que tienen servicio, Ramos -quien espera la llegada de brigadas de Texas y Florida- mencionó que entre esos hay nueve hospitales, el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, varios hoteles, tres residenciales públicos y comunidades de Bayamón, Guaynabo y Mayagüez.

Temen crisis de salud

El presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Elí Díaz Atienza, indicó por su parte que el total de clientes con servicio se mantuvo ayer en 48%, lo que representa entre 550,000 y 600,000 de un universo de 1.3 millones.

Negó que la recuperación del servicio esté estancada, pero admitió que requieren que las represas, plantas de filtros y de alcantarillados estén energizadas para aumentar el porcentaje de abonados servidos. 

Para ello, ya le solicitaron a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) la instalación de 40 generadores en instalaciones de la AAA, particularmente estaciones de bomba y plantas de tratamiento.

Y es que, según explicó, se le está dando “especial prioridad” al manejo de las aguas usadas, con camiones que están haciendo vaciado de tuberías y alcantarillas mientras se reciben los generadores, “porque no queremos que se cree un problema de salud pública”.

“Antes de salir al mar, las aguas usadas se tienen que tratar y hay que recoger los sólidos. Por ley, todas nuestras instalaciones deberían tener generadores, pero el mismo huracán nos dañó algunos y por eso estamos buscando equipo sustituto”, dijo Díaz Atienza.

“La montaña está afectada y es un área importante para nosotros. El agua que les está llegando no es suficiente. Por eso, seguimos comunicándonos con todo contratista que tenga camiones de agua, sea potable o no potable, para hacérsela llegar”, puntualizó.