Guánica. El aumento en el agua, en la luz, el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) y el poco patrocinio de sus compueblanos son algunas de las razones para que muchos comerciantes del casco urbano de este municipio consideren o se vean obligados a cerrar sus negocios.

La realidad es que este pequeño pueblo sureño de 19,417 habitantes ha sufrido por años la decadencia de su comercio que, según los dueños de negocios, se complicó con la llegada del gobernador Alejandro García Padilla y el cambio de administración municipal, que no es la del partido de turno.

Muchos señalaron que las nuevas alzas en los servicios de agua y energía eléctrica les ha estrangulado el bolsillo y por consiguiente son mucho menos las ganancias que obtienen en sus respectivos negocios.

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“Parece mentira ver que trabajamos para el gobierno porque no nos sobra nada”, comentó Beatriz Soto, dueña de una tienda de productos naturales.

Soto señaló que la crisis económica ha enterrado los pequeños comercios y, al mismo tiempo, obligado a las personas a dejar de comprar.

“Necesitamos más incentivos que nos ayuden a sobrevivir”, añadió la mujer.

Al mismo tiempo, Julio Pardo, otro comerciante del casco urbano de Guánica, reveló que en dos meses podría estar cerrando su colmado pues atraviesa por serios problemas económicos.

Dijo que su negocio era próspero cuando tenía máquinas tragamonedas, pero que desde el Departamento de Hacienda se las retiró el mismo se fue en picada.

“La gente ya ni entra al colmado”, sostuvo el hombre.

Por su parte, Carlos Feliciano, un director de escuela retirado, destacó que los comercios pequeños se han afectado porque los guaniqueños prefieren viajar a Yauco a hacer sus compras en las megatiendas.

Mencionó que hacen falta más iniciativas para atraer empresas nuevas y explotar los valiosos recursos que tiene su pueblo, como el turismo y edificios de fábricas que están vacíos.