Agonizando los negocios del Viejo San Juan
Advierten que si no les llega la luz en los próximos días la mayoría de ellos tendrán que cerrar.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
PUBLICIDAD
Son cerca de las 10:30 de la mañana y -contrario a la norma-es un martes desolado en el Viejo San Juan. Un vendedor de helados cerca del estacionamiento de Doña Fela suena la campana de su carrito tratando de atraer clientes, pero nadie llega.
Cruzando la calle, ninguno de los restaurantes del área está abierto. Ninguno. Y el escenario se complica mientras se camina calle tras calle. Apenas se ve gente. La realidad es que son muy pocos (contados con una mano) los transeúntes. Y muchos de los 850 comercios que avivan la economía en la ciudad amurallada están cerrados u operando de forma intermitente debido a la falta de servicio de energía eléctrica.
Ante el tétrico escenario algunos propietarios advierten que si no se energiza en menos de tres semanas a la isleta, Puerto Rico sufrirá daños irreparables. Se avecina una debacle para la principal atracción turística del País.
“Si antes de ese periodo no me llega la luz, tendré que cerrar. Es triste, pero es mi realidad porque no estoy teniendo ingresos, sólo gastos y pérdidas”, dijo con desasosiego Ada Rodríguez, dueña de uno de La Mallorca, uno los negocios de comida más icónicos del Viejo San Juan.
El restaurante- que está abriendo por cinco horas y reubicó sus mesas afuera para ahorrar energía, ya ha tenido desbalances negativos en la chequera de sobre un 60%.
“Y es bien triste, porque este es un negocio familiar que se ha levantado con mucho sacrificio. Ha sido perderlo todo de un momento a otro. Esto sólo lo salva que vengan a ponernos la electricidad”, dijo.

Y así, sucesivamente, se repite la incertidumbre entre los comerciantes. Entre ellos, Joel Pierluisi, propietario de los restaurantes La Mala Vida, Stuffed Avocado y la tienda de ropa Collective Request. Entre todos sus negocios emplea a 40 personas. Ninguno de ellos ha podido trabajar hace más de mes y medio.
“La Mala Vida, sinceramente, creo que no va a volver a operar. Ha sido un cantazo tras otro desde Irma. Y este tiempo sin trabajar, prácticamente, nos hundió el negocio. Los otros dos comercios están en veremos, pero tienen más posibilidades si se resuelve lo de la electricidad”, cuenta Pierluisi.
Detalló que urge que los gobiernos estatales y federales den prioridad al Viejo San Juan, al tiempo que criticó que “ni una brigada se ha asomado por aquí a levantar los postes caídos”.
“Pareciera que a todos en el Gobierno -incluido en la Alcaldía- se les olvida que el Viejo San Juan es lo que hará resurgir el turismo en medio de esta emergencia. Si no tenemos electricidad, no podemos recibir cruceros. Esto es una cadena de consecuencias”, expresó al agregar que cerca de 10,000 personas son empleadas en los negocios de la isleta.
En julio pasado el Gobierno celebró haber registrado cifra récord de pasajeros de cruceros en la Isla con el desembarco de más de 104,000 personas que , sólo ese mes, generaron un impacto a la economía de $10.5 millones.
“Todo ese impacto económico -justo ahora que comienza el high season para los comerciantes del Viejo San Juan con la llegada de cruceros, se perderá”, lamentó por su parte el dueño de Foto One, un negocio establecido hace 28 años en la ciudad y que también ha tenido una merma considerable en ingresos.

Incluso, personas como Luis Martínez, quien genera un salario alquilando su apartamento a través de Airbnb, ha sufrido los terribles efectos provocados por el huracán.
“He tenido que hacer 40 cancelaciones en reservaciones. Eso nunca me había ocurrido. Y es terrible”, expresó .
Ante la sensación de abatimiento que enfrentan, los comerciantes llevarán a cabo hoy, a las 11:00 de la mañana una protesta en la Plaza Colón.
“Demandamos de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y el Gobierno Estatal la inmediara reparación eléctrica del Viejo San Juan”, lee la convocatoria desplegada en todos los establecimientos.