Agua que has de beber

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Culebra.- Ya sea en un huracán, en una sequía o en la eventualidad de un ataque químico o biológico, la Guardia Nacional de Puerto Rico cuenta con nueve unidades que pueden convertir el agua salada, dulce o contaminada en agua lista para tomar, es decir, en agua potable.
Y para su tranquilidad, el agua sabe muy bien y no requiere ser hervida.
Una de estas instalaciones, llamadas Reverse Osmosis Water Purification Units (Rowpu), ubica en esta isla municipio, a orillas de la bahía de Ensenada, donde el agua tiene un hermoso color azul turquesa.
Ayer, PRIMERA HORA tuvo la oportunidad de viajar en helicóptero para conocer la Rowpu de Ensenada junto con personal adscrito a la Unidad 105 de Purificación de Agua. Cabe señalar que parte de sus miembros regresaron en mayo de Irak, donde también potabilizaron agua con este equipo para los soldados desplegados en el área bélica.
Los periodistas arribamos a un área cercana a Ensenada donde, bajo unos toldos verde olivo, los militares tienen un centro de comunicaciones, igual a los que operan en el Golfo Pérsico.
En medio de un huracán, este centro de operaciones también se activaría para establecer una red de comunicaciones y poder distribuir el agua a las comunidades necesitadas.
“Estamos adiestrando a nuestro personal para que mantengan sus destrezas y habilidades a la vez que se verifica el funcionamiento del equipo para asistir en cualquier emergencia donde seamos necesitados”, dijo el ayudante general de Puerto Rico, general de brigada David Carrión Baralt, bajo el toldo de operación de comunicaciones.
Allí también el capitán Wigberto Quiles, oficial a cargo de las operaciones de purificación, almacenaje y distribución de agua, dijo que en el 1998, durante el huracán Georges, dos de las unidades fueron utilizadas. Lo mismo ocurrió en la sequía que atravesó el país en el 1994, cuando se potabilizó agua para hospitales y salas de emergencia.
Mangas, coladores y filtros
Puerto Rico tiene la dicha de estar rodeado de agua, contar con ríos y lagos y, en el caso de una emergencia, tener a su disposición nueve Rowpu que pueden proveer el esencial elíxir a su población, aunque en un principio esa agua haya sido salada.
El sargento Antonio Martínez explicó que antes de poner a funcionar un Rowpu se hacen pruebas en el cuerpo de agua de donde se vaya a extraer el preciado líquido.
“Buscamos un agua que reúna los requisitos adecuados de calidad, se le prueba el pH, la turbidez y los sólidos disueltos”, explicó el sargento Martínez.
En el agua de la bahía un militar conecta unas mangas que a su vez están conectadas a la máquina en tierra. En cuestión de segundos el agua comienza a ser absorbida por una enorme manga que básicamente saca a presión líquido del cuerpo de agua.
En principio el agua pasa por unos coladores donde se separa de algas o material que pudiera salir del mar.
Luego, comienza a pasar por unos rodillos similares a “papel toalla” que contienen filtros que poco a poco van limpiando cada vez más el agua.
El sistema de purificación continúa con el agregado de líquidos para purificar y limpiar aún más el agua.
Ésta, posteriormente es almacenada en unos tanques triangulares que se desinflan.
De estos tanques pasan en mangas a camiones cisterna que proveen los municipios donde se requiere de esta agua para poder llevársela a comunidades necesitadas.
Riquísima el agua
En una especie de cata, al lado de la bahía de Ensenada y bajo el candente sol de mediodía, el Ayudante General tomó del agua purificada por su equipo.
“Está riquísima y mira, no me contamino, sigo vivito y coleando”, subrayó Carrión Baralt.
Éste señaló que las unidades Rowpu son móviles y pueden ser ubicadas según las necesidades que presente el país en escenarios de emergencia.