Una evaluación informal de los efectos del huracán Fiona sobre las costas de Rincón encontró que el impacto del fenómeno atmosférico sobre las costas del municipio fue mínimo, dijo el alcalde Carlos López Bonilla.

“Lo que pude ver es que más o menos lo que hizo María se mantuvo ahí. Lo dejó quietecito. No se puso peor”, sostuvo el ejecutivo municipal, quien hoy recorría partes del pueblo para cotejar algunos de los daños que dejó el ciclón sobre la población.

Este diario pudo visitar la playa Los Almendros, donde los residentes del condominio Sol y Playa intentaron, hasta hace unos meses, construir una piscina en la zona marítimo terrestre. La construcción generó una serie de protestas ciudadanas que detuvieron el proyecto, cuyos permisos fueron revocados posteriormente por la Junta de Planificación.

Con las lluvias asociadas a Fiona que arreciaron en todo el archipiélago, incluyendo la costa oeste del país, el nivel de la playa Los Almendros se elevó al punto que rebasó el muro de contención que el condominio había levantado justo frente al área donde se pretendía construir el área recreativa que incluía la piscina. Hace cinco años, el oleaje que generó el huracán María había destruido la piscina original.

César del Valle, un camionero retirado de 78 años, oriundo de Rincón, recordó que con el paso de María el agua de mar alcanzó la carretera PR-429, por la que se llega al condominio, por lo que las lluvias de Fiona no se acercaron al mismo nivel de impacto sobre la zona.

En esta ocasión, “también el oleaje fue grave, pero no tan grave como para María. Eso fue descomunal”, dijo López Bonilla.

“Esto dan ganas de reírse porque nosotros estamos protestando por algo que le conviene al pueblo, para evitar accidentes, evitar muertes, perdida de dinero. Además de eso, el pueblo vive del turismo, si no tienes playa Rincón de qué vive”, cuestionó del Valle, haciendo alusión a la polémica por el dominio de la zona marítimo terrestre y la abortada construcción de la piscina en Los Almendros.

López Bonilla reconoció la importancia de las costas para la solvencia económica de Rincón, razón por la que expresó su oposición a soluciones contra la erosión que impliquen la pérdida de playas. Entre las ideas que ha contemplado el Cuerpo de Ingenieros de los Estados Unidos para combatir la erosión costera figura el revestimiento en piedras, una alternativa a la que se han opuesto residentes de Rincón y expertos en el tema, como la oceanógrafa Maritza Barreto y el director del programa Sea Grant, Ruperto Chaparro.

Mientras este medio se encontraba en la playa Los Almendros, llegó hasta el lugar un grupo de vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales. Uno de los vigilantes, Julio Morales, precisó que junto a sus compañeros había visitado otras playas del oeste, donde habían observado impactos variables.

“Joyuda (en Cabo Rojo) por lo menos está menos afectado que lo que se afectó para María. En Añasco vimos que el oleaje rompió mucho y hay unos bancos de arena bien arriba que subió bastante”, dijo el vigilante.