Alcalde de Santa Isabel: “Me dejaron solo”
A Rosselló Nevares no lo ha visto ni en su pueblo ni en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) en San Juan, y nadie del Ejecutivo lo ha visitado.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Santa Isabel. El alcalde Enrique Questell Alvarado exteriorizó este domingo su insatisfacción y molestia con la presunta inacción del gobierno estatal para atender las necesidades de los santaisabelinos tras el paso del huracán María.
Questell Alvarado, quien milita en el Partido Nuevo Progresista (PNP) presidido por el gobernador Ricardo Rosselló Nevares, indicó que la administración central no le ha apoyado con el suministro de agua, alimentos y combustible; que el Departamento de la Vivienda ha estado ausente y que Educación ha tenido múltiples problemas con la comida de los refugios.
“No sé cómo están los demás compañeros alcaldes, dicen que muchos han estado hablando del gobierno que no los ha ayudado. Yo lo único que puedo decir es que me dejaron solo, pero solo logré (salir) porque me preparé”, afirmó el alcalde antes de salir hacia Aguadilla para recibir suministros donados.
A Rosselló Nevares no lo ha visto ni en su pueblo ni en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) en San Juan, y nadie del Ejecutivo lo ha visitado.
“El gobernador llegó a Salinas. Cuando llegó allá, ya yo tenía comida y agua. Llegó a Guayama, fue a Ponce. No sé si el puente de aquí está bien o fue en helicóptero. Hay paso para Ponce, pero tiene que pasar primero por Santa Isabel. Aquí no llegó. Él a mi gente le hace falta, (pero) yo estoy preparado, yo sigo trabajando”, expuso Questell Alvarado, quien está en su cuarto término como alcalde.
A 18 días del huracán, afirmó que su municipio está “en pie”. Estimó que el 50% de la población tenía energía eléctrica y el 50% ya contaba con agua potable porque el ayuntamiento suplió el combustible que hacía falta para echar a correr una planta de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA).
“Nos preparamos con diésel y gasolina, que todavía el Estado no me ha enviado. Al tercer día, cinco mil residentes ya tenían agua gracias a una planta eléctrica municipal que puso a funcionar la planta de la Autoridad que sirve al pueblo, Playa y Paso Seco. Y la Autoridad de Energía Eléctrica con el apoyo de esta administración abriendo caminos, hemos podido darle luz al pueblo de Santa Isabel. Sin el apoyo de nuestro gobernador, lamentablemente”, manifestó.
Sobre los alimentos provistos por el Estado, dijo que “las únicas ayudas que están llegando es a Guayama y tuve que contratar a un camionero para recogerlas”. “No entiendo la logística del gobierno de que tenemos que salir a buscar los suministros”, comentó.
Ante ese escenario, Questell Alvarado optó por trabajar directamente con la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), que ya le dio un contenedor de comida y otro de agua.
Las cajas de alimentos –que contienen entre otras cosas latas de espaguetis, leche, cereal y galletas- se entregan casa a casa por sectores, con repeticiones periódicas. Mientras, en el Centro de Operaciones de Emergencia Municipal, ubicado en el Centro de Envejecientes Jardín de los Milagros, se entregan dos botellas de agua de 16.9 onzas y una caja de comida por persona.
“Estamos esperando de La Fortaleza que nos prometieron tres mil almuerzos diarios. No sé cuándo llegarán”, sostuvo.
La Guardia Nacional de Puerto Rico no ha realizado labores de limpieza en Santa Isabel, pues de ello se han encargado las brigadas municipales y la gente, puntualizó. Y la empresa privada contratada por el Departamento de Transportación y Obras Públicas para limpiar las carreteras estatales llegó el sábado, 7 de octubre.
“Ellos dicen que es para abrir camino, pero si yo abrí camino. Hay que recoger. Vamos a ver cuál va a ser la emergencia de ellos de recoger eso. Eso hay que recogerlo ya”, expresó.
Questell Alvarado informó que el sector más afectado por María fue Playita Cortada, pues se inundó con el mar y el río Descalabrado. Según el censo municipal, mil viviendas perdieron el techo no solo en esa comunidad sino en Paso Seco, Jauca, Peñuelas y Playa. FEMA ya le dio 120 toldos de los mil que solicitó, y comenzaron a ponerlos.
Al momento de la entrevista, quedaban 200 personas refugiadas en la Escuela Elemental John F. Kennedy del pueblo y en la Escuela Pedro Meléndez de Playita Cortada.
“Aquí hay mucha gente cuya familia está fuera de Puerto Rico, pero le hemos dado el servicio que se le tiene que dar y es 100 municipal. Aquí el Estado, nada. Vivienda vino con las manos vacías y les dije gracias”, dijo el alcalde.
El Departamento de Educación, que está a cargo de proveer alimentos a los refugiados, ha tenido “bastantes” problemas en Santa Isabel. Aunque a Comedores Escolares le quedan provisiones para seis días, el alcalde señaló que le proveerá lo que haga falta pues tiene órdenes de compra en Walmart y Selectos.
En cuanto a la agricultura, el alcalde entiende que “lo perdimos todo”.
“Aquí había mucho plátano, papaya la perdimos toda, creo que la calabaza también, los pimientos, las cebollas, los melones. Gracias a Dios que no era época de tomates. Los mangos se quemaron, eso cogerá meses en lo que recuperan esos árboles”, detalló.
Los aerogeneradores de Pattern Energy continúan apagados. El alcalde indicó que las turbinas no tuvieron danos y que “ellos están esperando que la AEE les dé el permiso para empezar a prender sus molinos”.
Las necesidades inmediatas se reducen a agua y diésel.
“Si el diésel llega, bienvenido. Pero si no llega, ayer (sábado) compré tres mil galones de diésel y mil de gasolina. Parece que soy buena paga y me están fiando”, verbalizó.