Alcaldes de municipios costeros expresaron preocupación con el acceso de extranjeros que llegan -o pueden arribar- en embarcaciones y que no son revisados para detectar si están contagiados con el coronavirus COVID-19.

El alcalde de Cabo Rojo, Roberto Ramírez Kurtz, dijo que no hay monitoreo de temperatura o de algún tipo en las personas que llegan a las marinas desde las Antillas Menores o República Dominicana. Explicó que tan reciente como el pasado lunes llegaron a la marina de Puerto Real, cuatro embarcaciones.

“Si esa persona baja de la embarcación, ¿quién está pendiente si tiene la temperatura correcta, como hacen en el aeropuerto?, siendo Boquerón y Puerto Real (las marinas) preferidas por los dueños de embarcaciones. En Puerto Real, con una comunidad de 7,000 habitantes, tenemos preocupación por su seguridad”, sostuvo Ramírez Kurtz.

Afirmó que hace seis meses una persona que se bajó de un velero fue a un médico en Cabo Rojo y dio positivo a micoplasma.

“Queremos que haya un cernimiento, como lo hay en el aeropuerto. Si nosotros estamos cumpliendo con el toque de queda, pues ¿qué cernimiento se les hace a estas personas?”, cuestionó.

Mientras, el alcalde de Patillas, Norberto Soto, dijo que tan reciente como la semana pasada tuvo una situación con una embarcación de nacionalidad europea, “que entraron, salieron y se fueron”, pero ninguna autoridad corroboró si podrían estar enfermos.

Explicó que su municipio está identificado como un área de descanso para veleros y que en tiempos normales pueden llegar 10 a 12 de diversas partes del Caribe.

“Tengo esa preocupación, ¿quién regula esos veleros que entran acá y las personas que se bajan”, afirmó el alcalde patillense.

Dijo que el sábado le llevó la inquietud a la gobernadora Wanda Vázquez y que su directriz fue que la policía estatal y municipal intervengan y les prohíba el desembarco a los viajeros.

El alcalde indicó que la policía estatal no tiene el equipo para intervenir con esas personas, ya sea para detectar si tienen síntomas del COVID-19, o sencillamente para comunicarse porque algunos de estos viajeros ni siquiera hablan español.

Mientras, Karilyn Bonilla, la alcaldesa de Salinas, dijo que parte del problema es que como norma general no se realiza una inspección física a todos los veleros que llegan. Usualmente, basta con que la persona del bote notifique a Aduana por Internet detalles de su llegada y que eso muchas veces es todo el contacto de las autoridades con estas personas.

“Esta problemática siempre la ha habido”, afirmó. “Salinas siempre ha sido un ‘home port’ de cruceristas que vienen de Europa, Estados Unidos, América Latina, el Caribe… más allá de la inspección virtual a través de Aduana no hay una inspección física, que en con la situación del coronavirus pues es un motivo de preocupación adicional”.

Bonilla aclaró, sin embargo, que últimamente no han llegado veleros a sus playas porque la marina de su pueblo está cerrada. Tampoco están operando otros servicios que necesitan las embarcaciones. Dijo, además, que ha visto un incremento de la vigilancia en las costas de dependencias, como el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.

Por su parte, el alcalde de Fajardo, José Aníbal “Joey” Meléndez, dijo que hace semanas había expresado preocupación por la falta de vigilancia en las marinas, cuando en su pueblo están la mayoría de las que operan en la isla y por donde suelen llegar personas de todo el Caribe.

Por ello, las marinas y la policía municipal han establecido canales de comunicación y -hasta el momento- no se ha detectado la llegada de veleros, pues las instalaciones están cerradas.

El tema de la seguridad en las marinas ha quedado en evidencia con el coronavirus y requiere legislación para corregirlo, dijo la semana pasada el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, aunque no fue posible conseguirlo para una reacción.

“La Autoridad de Puertos nos planteó la falta crasa de una jurisdicción completa por parte del gobierno sobre las marinas privadas, pues existe una laguna de supervisión bien marcada. Por ejemplo, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales emite marbetes para las embarcaciones y tiene jurisdicción sobre la pesca certificada, mientras que el Departamento de Hacienda regula negocios, como tiendas y restaurantes, dentro de estas marinas y la Guardia Costanera la entrada de barcos con bandera de otros países, pero no existe actualmente una supervisión directa sobre la entrada y/o salida de embarcaciones de placer o las operaciones de estas marinas”, dijo Méndez en aquella ocasión.

“Esta es un área que vamos a estar trabajando bien de cerca para delinear legislación que permita una mayor supervisión y control”, indicó el líder cameral.