El Norte de la Isla no fue terriblemente impactado por vientos de huracán, mas sí fue afectado por vientos de tormenta tropical que removieron letreros, postes y, en su gran mayoría, árboles que obstruyeron las vías de rodaje. 

Por tal razón, muchos municipios comenzaron las labores de recogido de árboles caídos en varías vías de rodaje prácticamente al momento de que los vientos dejaron de azotar.

Así lo hizo Toa Baja con tramos de las carreteras PR-685 en Candelaria Arenas y la PR- 854 en el sector Media Luna, entre otros. 

Más o menos en las mismas condiciones se encontraba Vega Baja, con varias vías de rodaje estatales y municipales obstruidas por la caída de ramas y  árboles. 

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Al igual ocurrió en residencias, cuyos techos fueron impactados y dañados por árboles que no resistieron la furia de los vientos del ciclón.  

Arecibo también se tiró a la calle con un contigente de 150 empleados municipales que pudieron limpiar varias carreteras y  se mantenían dando apoyo de seguridad. 

Mientras tanto, trabajadores de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se encargaban de mover las líneas del tendido eléctrico que habían caído y en la intervención con varios postes que se viraron durante el paso del fenómeno atmosférico.

Ya a media mañana del jueves, prácticamente todas las vías estaban abiertas, por lo que el alcalde Carlos Molina Rodríguez afirmó había  tránsito por casi todas las vías. 

Otro aspecto que la mayoría de los municipios de la zona comparten es la falta de servicio de electricidad y de acueductos y alcantarillados.

Sin embargo, en básicamente ninguno se reportaron fatalidades, excepto Manatí, donde se registró una muerte que no tuvo que ver directamente con el paso de Irma cuando se intentó remover a una mujer  a un refugio seguro.

La dama, quien padecía del corazón y tenía un marcapasos, sufrió una caída que le ocasionó una lesión en el rostro y luego, tuvo varios infartos que le ocasionaron la muerte.

Vega Alta y Vega Baja tuvieron incidentes con techos de zinc desprendidos. 

Cabe destacar que la parte de la llanura que comprenden los barrios Ingenio y el casco urbano, en esta ocasión no se vieron arropados por el río La Plata, tal y como ocurrió con el huracán Georges en 1998, situación en la cual ayudó  posiblemente   el inicio de la primera fase de la canalización de ese afluente.

Otros ríos que estaban muy cerca de su borde, debido a la lluvia torrencial que caía en sus nacimientos fueron el  Cibuco, el Grande de Manatí, el Tanamá y el Grande de Arecibo; este último estaba en todo su apogeo luego del paso del huracán y rozando el borde arrastrando vegetación con impresionante fuerza hasta llegar a la bahía de la Villa del Capitán Correa.

Con esa misma fuerza golpeaba los postes que sostenían el puente de la avenida Víctor Rojas, por lo que como medida de precaución, el alcalde ordenó el cierre preventivo del paso a través del puente Víctor Rojas.

“No queremos que suceda algo, ya en las próximas horas vemos como está la situación y ahí entonces abriríamos el puente”, planteó el ejecutivo municipal.