Villalba. A pesar de los retos que enfrentan los agricultores puertorriqueños, quienes batallan contra los fenómenos atmosféricos, el alto costo que supone el mantenimiento de sus siembras y la escasez en la mano de obra, entre otros desafíos, han hecho lo imposible para sacar adelante sus cosechas.

Así lo demuestran a diario cuando bajan de la finca cargados de apetitosos frutos que, luego transportan hacia sus respectivos puntos de venta, a donde presentan una amplia variedad de frutas, viandas y vegetales que, eventualmente, llegan a la mesa de miles de hogares en la isla.

Aunque muchos consumidores lamentan la notable ausencia del plátano, principalmente por el desastre que dejó el huracán Fiona en septiembre del 2022, en nuestras tierras se cultivan riquísimos productos que están disponibles. Hay desde guineo, ñame, yautía, yuca, batata, ajíes, pimientos, berenjena, malanga, limón, mandarina, china, piña, lechuga, cilantrillo y recao, hasta papaya, parcha y toronja, además de café y miel, entre otros.

Según los agricultores entrevistados durante la realización de unos de los Mercados Familiares que organiza la Administración de Desarrollo Socioeconómico de la Familia (Adsef), en colaboración con el Departamento de Agricultura, la demanda varía depende del pueblo donde se encuentren.

“En Villalba, lo más que vendemos es apio y ñame. En San Lorenzo, se vende el triple de ñame de lo que se vende aquí. En Canóvanas, la malanga lila se vende 10 veces de lo que se vende aquí. Todos los pueblos son diferentes”, sostuvo José Luis Meléndez, de la Finca Los Meléndez, en Barranquitas.

Se ayudan entre ellos

Para estar presente en el mercado en la Ciudad Avancina, como parte de los eventos que se realizan, principalmente, para los beneficiarios del Programa de Asistencia Nutricional (PAN), Meléndez -de 40 años-, llevó “yautía, ñame, guineo verde y maduro, y ajíes. Lo que no tengo en mi finca, se lo compro a otra finca, por ejemplo, piña, china de Aguas Buenas, malanga y melón de Santa Isabel”.

Mientras que, Leonel Díaz Pérez, propietario de la Finca Díaz en Lares, explicó que, “compramos melón a otros agricultores porque en la montaña es difícil este cultivo. Además, compramos pimiento. Ahora mismo la piña está un poquito difícil de conseguir, no sé si es por el clima”.

“Es bien difícil (lograr los cultivos) por los efectos del clima, la sequía y huracanes, como recientemente tuvimos con Fiona, que se perdió bastante plátano y guineo”, esbozó el agricultor lareño de 34 años.

Señaló que, el tiempo de cosecha, según el producto, puede tomar desde un par de meses y, en casos como la china, “pueden pasar de cuatro a cinco años en darse las primeras producciones”.

Por su parte, Urayoán Hernández -de La Siembra Products en Orocovis-, apuntó a que “lo más difícil es el plátano, se tarda cerca de un año y cinco meses. El guineo se tarda cerca de ocho a nueve meses, pero hay unos (frutos) como la calabaza, el ají y el cilantro que tardan entre dos a tres meses.”.

“El ñame se tarda como 11 meses; el jengibre entre 7 u 8 (meses). Las habichuelas, depende, se tardan 40 días si son pintas o rosadas. Si son blancas, pueden tardar menos días. Hay productos que no pueden coger mucho frío o mucha agua, como el ñame que, son productos que uno tiene que monitorear”, aclaró el agrimensor de profesión, el cual labra la tierra con su padre Alberto Hernández, de 70 años.

De hecho, el orocoveño aseguró que, la mayoría de los productos que presentó en el mercado de Villalba se cultivan en su finca de 50 cuerdas.

“Aquí trajimos apio, ñame de guinea, yautía lila, china mandarina, malanga, china valencia, ajíes, pimientos, repollo, lechuga y cilantro, melón, guineo verde y maduro. Como sabemos que el apio a mucha gente le gusta aquí y no teníamos tanto apio en la finca, llamamos a diferentes agricultores de la zona y le compramos a ellos”, manifestó.

“Tienes que organizarte como agricultor y, si vas a sembrar una cuerda de ajíes, ya sabes que en dos o tres meses vas a tener la producción, pero tienes que ir organizando tu cultivo para que tengas el producto y no tengas que estar comprando”, advirtió.

Entretanto, Xavier López Rivera, propietario de la Finca Agrícola Gerchu, también en Barranquitas, resaltó que, “en Santa Isabel, como lo hacen con riego, el plátano está mucho antes, como en nueve meses. Pero en la montaña no se puede usar eso, si le das el seguimiento de abonarlo cada tres meses, fumigarlo, tarda como año y dos meses”.

¿Hay sustituto para el plátano?

El agrónomo Wilson Quintana, propietario de la Finca Quintana Jorge en Utuado, destacó que no hay sustituto para el plátano, considerado el rey de los productos locales. Aunque mencionó la papa como una alternativa, “pero en Puerto Rico no la cultivamos”.

Pero Hernández se atrevió a desafiar la problemática existente, al proponer el guineo verde como un aliado en la cocina.

“Nosotros tenemos guineo que es un sustituto, no es lo mismo, pero también tenemos la malanga. Recomiendo los tostones de guineo verde, son riquísimos. Tienen hasta más sabor, son más ‘crunchy’. También, pueden hacer un mofonguito de yuca, que se dan buenísimos, o de malanga. Esto es gastronomía a otro nivel”, confesó el hombre de 42 años.