Los 13 molinos o aerogeneradores del parque eólico Punta Lima Wind Farm se encuentran destruidos e inoperantes tras el paso del huracán María, lo que representa una pérdida de $50 millones para la empresa Elawan Energy, quienes esperan por la negociación con las aseguradoras para poder comenzar la reconstrucción del lugar, siendo esa la única alternativa mediante la cual podrían volver a generar energía limpia en la zona Este. 

“Desgraciadamente el huracán partió muchas de las aspas e incluso arrancó la parte de arriba de una turbina. Todos los aerogeneradores quedaron dañados y no tienen reparaciones. Ahora estamos en el proceso de trabajo con las compañías de seguro para sustituir los molinos por unos aerogeneradores nuevos en la misma posición y volverlos a poner y operarlos como antes del huracán”, explicó Gonzalo Rodríguez Tortosa, director de desarrollo de Elawan Energy, quien especificó que estos aerogeneradores están diseñados para resistir vientos de un huracán categoría 3.

“Estas máquinas esta diseñadas para aguantar vientos fuertísimos, pero un huracán así no ha pasado en 100 años y en la zona de Naguabo se experimentaron vientos del ojo de ese fenómeno. Por eso los daños en Punta Lima fueron mayores a los registrados en el parque eólico de Santa Isabel”, aseguró el ejecutivo español. 

A principios de este año, surgieron rumores de que la empresa no se mantendría operando. 

Sin embargo, Rodríguez Tortosa asegura que todo volverá a la normalidad siempre y cuando puedan llegar a los acuerdos para la reconstrucción de Punta Lima.

“La certeza (de mantenerse operando) depende de las compañías de seguros, ya que es un proyecto muy grande y costoso. Pero esto es un proceso de peritaje con expertos, compañías de seguros y expertos fabricantes de máquinas. Hay que determinar si se puede rehusar algo, si las torres valen. Es un proceso que lleva tiempo"”, sostuvo el director.

Este proyecto de energía renovable, que operó durante cinco años (2012-2017), fue anunciado por la administración de Luis Fortuño con altas expectativas por el ahorro de energía que supondría para la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y el movimiento hacia la no dependencia del petróleo; su inversión original fue de $82 millones. 

“El parque generaba 55 mil megavatios hora que es la energía que consumen 9 mil hogares, por lo que estábamos contentos con la operación. Incluso, funcionaba un poco por encima de las expectativas. Teníamos planes de hacer una expansión, pero ahora estamos enfocados en reconstruir el parque. Esperamos comenzar la reconstrucción antes de fin de año y culminar antes de 12 meses. Es realista decir que en el 2019 estaremos funcionando de nuevo”, puntualizó el empresario.

Un alivio a medias

 Sin embargo, para el Director Interino de Generación de la AEE, el ingeniero Daniel Hernández, las expectativas que tenían de Punta Lima Wind Farm eran mayores a las que la empresa pudo alcanzar los cinco años que estuvieron operando.

“Cada uno de los 13 molinos o aerogeneradores tiene capacidad de dos megavatios para un total de 26 megavatios de generación. Históricamente, ellos han estado operando en un 23% de su capacidad por la dependencia de vientos. Ese 23% en términos de generación representa unos 6 megavatios, que es lo que se estaban generando históricamente en esas facilidades”, sostuvo Hernández, quien especificó que Punta Lima está conectado a la subestación de Daguao y de ahí se alimentaban principalmente los pueblos de Fajardo, Ceiba y Naguabo.

Según su opinión, el proceso de investigación del área, previo a la creación del parque, debió explorar otras alternativas para que se aprovechara al máximo el proyecto. 

“Probablemente los estudios que se hicieron de vientos para ese proyecto no fueron adecuados. Debía estudiarse bien si esa área recibía los vientos necesarios para la generación de energía o si necesitaban instalar más aerogeneradores para poder proveer más generación para el área Este del País”, comentó el ingeniero.

Sin embargo, ante la ausencia de Punta Lima, la AEE dice no tener problemas de generación, ya que cuentan con un margen estable de energía para nutrir la zona este.

"”La demanda de energía ahora mismo está en alrededor de 2,500 megavatios y tenemos capacidad para generar hasta 3,691 megavatios, lo que deja 1,277 megavatios de reserva que nos da suficiente margen. Estamos en una condición saludable de generación"” afirmó Hernández.

Con relación al ahorro que se anunció cuando se inauguró el proyecto, el director interino indicó que a Punta Lima se le estaba comprando a 15 centavos el kilovatio hora y que actualmente sería a 16 centavos.

“Este costo está por debajo de otros recursos renovables que tenemos o sea que es un buen proyecto. No genera una gran cantidad (de energía), pero genera lo suficiente para unos 6 mil clientes residenciales”, confirmó el ejecutivo.

A pesar del ahorro que representa este tipo de energía renovable para la AEE, el impacto positivo no necesariamente se ve reflejado en la factura del consumidor porque “la aportación de todas las fuentes renovables en este momento apenas alcanza un 1%. Sí se le pasa un ahorro al cliente, pero es mínimo por la cantidad tan bajita de generación que estos equipos ofrecen en estos momentos”, dijo Hernández. 

No obstante, de darse la privatización de la AEE, empresas como Elawan Energy y proyectos como Punta Lima Wind Farm serían el foco a seguir.

 “En esa dirección se va a dirigir la privatización de la generación, puede ser por medio de Alianzas Público Privadas (APP) o por la compraventa. Así es como lo vamos a realizar y es algo similar a lo que tiene Punta Lima y otros generadores. Esas facilidades reúnen esos requisitos de producción de energía renovable”, culminó.