Con filas enormes en las gasolineras y en las instituciones financieras, escombros por doquier, basura doméstica sin recoger, el centro urbano lleno de lodo y pestilente, instituciones hospitalarias que tienen servicios limitados y, además, cientos de establecimientos comerciales sin poder abrir u operando de manera parcial, luce muy lenta la recuperación del municipio de Arecibo.

Esas situaciones no solo se observan al transitar por la ciudad sino también por voz de los residentes de las distintas comunidades arecibeñas que se quejan por la falta de servicios esenciales y por la lenta ayuda de emergencia.

La basura doméstica no ha sido recogida todavía y en algunos sectores no se disponía de ella desde antes del azote del huracán María. El centro urbano y las comunidades adyacentes están llenas de escombros de las pertenencias de los residentes que lo perdieron todo debido a la inundación que arropó el centro urbano y de lo que tiró el viento huracanado de María.

De manera que la situación de los sectores residenciales apartados es peor todavía porque además de la carencia del servicio gubernamental se suma la falta de gasolina para moverse a comprar víveres que necesitan y a precios, que aseguran, se ha elevado grandemente en algunos comercios.

“En (el sector) Rincón Chiquito en Arecibo estamos olvidados. Tenemos una invasión de mosquitos porque tenemos el mangle, hay peces muertos, no han recogido la basura, no hay comida ni agua. Esto es bien triste”, comentó Janice Rosado, residente del barrio Islote.

Rosado llegó con sus dos hijos y otros dos familiares hasta la plaza de Arecibo, donde la administración municipal preparó un almuerzo para repartir a los damnificados. Para llegar, pidió dinero prestado para echar gasolina porque antier caminó dos horas para llegar a la plaza. No tiene dinero porque no se ha registrado la pensión que llega a través de Asume y tampoco ha recibido el PAN.

La joven madre, como otra decena de entrevistados por este diario, agradecieron la comida, pero hubiesen preferido que el gobierno municipal llevara agua potable, alimentos no preparados y recogido la basura.

“El municipio no se ha movido para nada o esto está mal repartido”, señaló Mildred Montemoiño, vecina de la avenida Constitución en el barrio Pueblo de Arecibo. “Estamos penalizados en esta fila y con este sol. Necesitamos que alguien dirija con más eficiencia la ayuda”, agregó.

En la fila bajo el sol en la que esperaban por el almuerzo, vecinos de Terrazul, Miraflores, Bajadero, Reparto Márquez y la calle Los Heroes, en el Cotto, coincidían en los reclamos: agua potable, alimentos de primera necesidad y que les recogieran la basura y los escombros.

Alcalde se tapa los oídos

El alcalde Carlos Molina Rodríguez dejó de hablar con este diario tan pronto le expuso las quejas que tenían los residentes y lo que era palpable a simple vista.

“No voy a hablar contigo”, contestó el ejecutivo municipal, cuando se le pregunto por la falta de recogido de escombros, de basura y le expresó las quejas que escuchó de las personas en la fila.

En el único lugar en que el se observó equipo de trabajo para la remoción de escombros fue en las parcelas Luis Rodríguez Olmo. Allí los vecinos entrevistados estaban satisfechos con el servicio recibido de la administración municipal.

“Aquí han hecho dos brigadas. Esta es la calle B que es la principal. También han traído artículos de primera necesidad”, señaló Luis Sánchez, vecino afectado en las parcelas Rodríguez Olmo.

En la urbanización Reparto Márquez no habían recogido la basura, pero personal de Obras Públicas Municipal, con máscaras puestas para protegerse de la pestilencia y enfermedades, repartían una bolsa con alimentos.