Hace menos de una década que, Edward ‘Moyo’ Cruz, se atrevió a plasmar su obra a nivel profesional, sin imaginar que una de sus piezas llegaría hasta el Vaticano, de la mano de los Reyes Magos de Juana Díaz.

El educador de 64 años aún tiembla al recordar la llamada telefónica que le notificó su selección, junto con otros dos artistas de la zona, quienes crearían los tres regalos que recibiría el Papa Francisco en diciembre de 2022.

La emoción era tanta que, Edward, pensó que no lograría la encomienda del Consejo Juanadino Pro Festejos de Reyes y, por eso, entregó su boceto, pensando que desistirían. Sin embargo, la propuesta pasó el crisol del comité evaluador.

“Para mí, esto ha sido un gran honor y una bendición tan y tan grande que, yo creo que esto es un sueño que nunca tuve. Esto es grande. Cuando me lo dijeron, fue algo tan impactante que quedé anonadado. Pero entré en pánico”, confesó el juanadino nacido en los Estados Unidos.

“Fueron muchas noches sin poder dormir. Pensé que no iba a poder, pero me encomendé a Dios y él siempre me ilumina. Me dio esa gran bendición de poder crear lo que hice”, esbozó.

De esa manera, Moyo encaminó la obra titulada ‘Los Reyes de Borinquen’, una pieza inmensa pintada en acrílico, cuyas medidas son de 18 por 30.

“Es una composición que la trabajé poco a poco, hasta que logré que se viera elegante. Contiene de fondo la monoestrellada y, los tres reyes magos con el niñito Jesús en sus manos simbolizando la Epifanía. Está la iglesia San Ramón Nonato, sobre Puerto Rico, que es la isla del cordero. En la parte inferior está el Mar Caribe”, explicó.

la obra del artista fue uno de los 3 regalos que le llevaron los Reyes Magos de Juana Diaz al Papa Francisco. (Xavier García)
la obra del artista fue uno de los 3 regalos que le llevaron los Reyes Magos de Juana Diaz al Papa Francisco. (Xavier García) (XAVIER GARCIA)

“Lamentablemente, la obra como tal, no fue para Roma por su tamaño. Lo que hicieron fue una réplica que le dieron al Papa, pero de todas maneras es mi obra en el Vaticano”, dijo con evidente alegría.

Además de pintar, el polifacético artista es un músico probado en la percusión, guitarra y canto. Eso lo heredó de su fenecido padre, Miguel.

Sin embargo, fue su abuela Agripina Rivera, la persona que marcó su esencia, ya que lo crio desde los dos meses de nacido.

“Mi abuela fue rezadora; decía que yo era la luz de sus ojos, pero para mí, ella fue todo. Lo que soy, se lo debo todo a ella, porque a todos nosotros (cinco hermanos), pero en

especial a mí, me cogió de dos meses de nacido y estuve con ella hasta que murió en el 2000. Me crio y me hizo lo que soy”, reveló el esposo de Dawi Guzmán Montero.

“Cuando yo estaba en la universidad, que me quedaba semanalmente en San Germán, ella iba a rezar y, hacía el rosario que le llaman la velada, toda la noche. Le daban $30 y, ella venía al otro día con ese dinero y me decía: ‘Toma, Papo, para tu semana’. Con eso, yo podía ir a mi área de estudios”, resaltó.

No obstante, a pesar del talento, Edward no tuvo clases formales de arte hasta llegar a la Universidad Interamericana, recinto de San Germán.

“Desde pequeño, tuve ese gran interés por el dibujo. Recuerdo aquel programa (de televisión) ‘Dibujando con Kiki’, que fue uno de los artistas que me impresionó. De ahí, viendo esos programas y teniendo un poquito de habilidad y brincando entre tantas ramas en la universidad, decidí estudiar educación artística en el área de artes visuales”, manifestó.

Contó que su mayor aportación como artista son los Reyes Magos.

“Me encanta trabajar mucho con los reyes. Cuando llega el tiempo de Navidad, para mí, es una ilusión, como un nene chiquito esperando el Día de Reyes. Lo que en mi infancia nunca viví, porque en Estados Unidos es Santa Clós. Al llegar aquí y tener la experiencia del Día de Reye fue algo bien motivador, algo que me impactó muchísimo y de ahí, cuando comienzo a trabajar como artista plástico, me llama mucho la atención el tema de los reyes”, acotó.

“Ahí comienzo a trabajar con los reyes magos, dándole énfasis a los reyes de Juana Díaz, por la gran labor y el tiempo que le han dedicado a esta tradición. Adicional a los reyes, mi primer impacto al llegar a Puerto Rico fue el campo, las casitas de madera, las montañas, de ahí viene lo costumbrista que son dos temas que me fascinan hacer”, expresó.

Otras piezas hechas por Moyo Cruz están en los alrededores de la plaza pública Román Baldorioty de Castro. Se trata de tres antiguas cabinas de teléfono que ahora representan a los Magos de Oriente, incluyendo a Artabán; el rey que nunca llegó.