El arzobispo de San Juan Roberto González Nieves se pronunció ayer en contra de la determinación del Tribunal Supremo que le niega a una víctima de violencia doméstica las protecciones de la Ley 54 dentro de una relación con un hombre que no es su esposo legal.

En lo que respecta a una opinión, que no necesariamente refleja el sentir de la Iglesia católica como institución ni, mucho menos, que consiente las relaciones adúlteras, el Monseñor sostuvo que dejarlas desprotegidas es “criminalizarlas” y darle una mirada superficial a un asunto tan complejo.

“Es una cuestión de política pública. Los católicos, por ejemplo, pueden tener diferentes opiniones ante ese planteamiento. Yo, personalmente, creo que hay que proteger a todo ser humano de la violencia, pero pueden haber diferencias en cuanto a cómo se hace eso”, señaló el religioso tras ofrecer ayer la Misa de Ramos en la catedral de San Juan.

“No creo en la criminalización de personas que han caído en el adulterio que para nosotros es un pecado bien grave”, añadió.

De hecho, fundamentó su opinión en varios relatos que se encuentran en los evangelios, pero específicamente en uno en el que pueblo judío se disponía a apedrear a una mujer tras ser sorprendida en una relación adúltera.

“Jesús está frente a una muchedumbre e intercede por ella de tal manera que por la misericordia de Dios no es apedreada”, dijo sobre el relato bíblico.

González Nieves, quien en mayo viajará a Roma para la beatificación del papa Juan Pablo II, se expresó también a favor de eliminar el adulterio como delito en nuestro Código Penal por ser un asunto de índole personal y que afecta la intimidad de la persona.

La decisión de retirarlo surge en la Legislatura por razón de la poca cantidad de casos que se radican bajo ese artículo. En Puerto Rico se considera delito el adulterio desde 1902. El Código Penal vigente dicta que las personas que tuviesen relaciones sexuales con una persona que no sea su cónyuge incurrirán en un delito menos grave.

“Me parece a mí que cuando una persona cae en el adulterio es por una serie de razones que claman por misericordia también. Es algo muy complejo y delicado”, señaló.

Su llamado es a tener una mirada de comprensión y misericordia ante ésta y otras debilidades de la carne, aclarando que eso no “exime a la persona de un cambio de vida, de una transformación, de comenzar de nuevo. No es cuestión de, sencillamente, dejar el comportamiento, hay que comprometerse”.

Preocupado por el gasoducto

Mientras, sobre otro de los asuntos que tienen al pueblo enfrentado a una de las tres ramas del poder público, González Nieves reconoció estar preocupado por el desarrollo de la llamada Vía Verde o Gasoducto del Norte.

Señaló que, a su juicio, el punto neurálgico en esta controversia no es el uso de gas natural como fuente de energía, sino el método que se propone, que requiere un análisis más profundo y que se escuche más el pueblo.

De hecho, en lo que es la ruta propuesta, resulta perjudicada la parroquia Espíritu Santo, en Levittown, que estaría a solo pies de distancia la línea. “La basta mayoría de los padres y madres del Colegio y los feligreses están muy preocupados”, apuntó.

Dijo que el mundo ecológico requiere más respeto y protección y que hay tecnologías más avanzadas que pueden implantarse para reducir la dependencia en el petróleo y bajar el costo de energía en el país.

De lo que no quiso hablar fue de la gestión del gobernador Luis Fortuño, por entender que a él no le compete pronunciarse sobre líderes políticos, en particular, porque hay personas afiliadas a todos los partidos políticos, incluyendo al Partido Nuevo Progresista (PNP).