El presidente de la Asociación de Miembros de la Policía de Puerto Rico, José J. Taboada de Jesús pidió al pueblo de Puerto Rico que haga un alto y controle el uso de armas de fuego y la pirotecnia durante los restantes días que le quedan al año 2021, muy en especial en la noche de la despedida del año.

“Los compañeros del servicio de inteligencia de seguridad pública tienen información de que este año se han vendido miles de toneladas de explosivos caseros e industriales que de seguro serán utilizados en los últimos días del año, muy en especial en la noche de la despedida del 2021. La ciudadanía debe estar clara que el uso de esa pirotecnia afecta muy en especial la tranquilidad de personas mayores de edad, a los niños y a los animales mascotas que se tienen en los hogares. En pasados años hemos vivido momentos intensos con el flujo de cohetes, cuartos de dinamita y otros explosivos que son llamados fuegos artificiales. No estamos de acuerdo que se vendan al público estos llamados fuegos artificiales que son la discordia de las comunidades al momento de ser utilizados. Nos sorprende que la mayoría de personas que utilizan esos elementos para celebrar la navidad, son los mismos ciudadanos que llaman a los “Cuarteles de la Policía” para solicitar ayuda o protección de algún acto criminal. De igual forma, las estadísticas nos señalan que muchos de los tiros al aire provienen de personas que tienen en sus residencias un arma de fuego producto de una licencia que gestionaron con la propia Policía de Puerto Rico”, señaló José J. Taboada de Jesús, presidente de la Asociación de Miembros de la Policía de Puerto Rico.

El líder sindical dijo que no se justifica de ninguna manera la costosa inversión que hacen los puertorriqueños en pirotecnia para que en pocos minutos o segundos desaparezca ese recurso tan importante como lo es el dinero del presupuesto de un hogar que fue mal invertido.

“Para que tengan una idea, una familia promedio invierte anualmente entre $50 a $300 dólares en pirotecnia. Se estima que este año cerca de un millón de familias han invertido un promedio de $50 millones en pirotecnia liviana y unos $7 millones en explosivos prohibidos. Mucha de la pirotecnia que llega a la isla, arriba en contenedores (furgones) y otra viene por el correo, muy poca o ninguna ha llegado por el aeropuerto ya que el sistema de vigilancia aumentó considerablemente en los últimos meses. Existe una red de distribución de pirotecnia muy sofisticada la cual utiliza nuestros muelles como vehículo para alimentar el suministro de la mercancía en todos los niveles. Lo que más nos preocupa es que tenemos información que mucha de esa pirotecnia es movida por menores de edad, asunto que está comprobado y se justifica en el bajo mundo debido a que, en caso de la intervención con un menor, lo que se comete es una falta y no un delito”, expresó Taboada de Jesús.

“Hacemos un llamado a la ciudadanía para que recapacite y proceda a mojar la pirotecnia que tienen almacenada en sus hogares de manera que no se pueda utilizar en la despedida de año. Cualquier miembro del hogar que no esté de acuerdo con el uso de estos explosivos debe humedecer los mismos de manera que no se puedan utilizar. Es importante que la gente tenga claro que no debe hacer uso de explosivos cerca de hogares de cuido o egidas de envejecientes, tampoco cerca de hospitales ya que en la mayoría de casos alteran la paz y la salud de estas personas. No cabe duda que el uso de la pirotecnia afecta a los animales, especialmente a los perros y gatos, por lo que suplicamos que ajusten sus deseos a no interferir con las mascotas. A mis compañeros de la uniformada, solamente les sugiero que tengan mucho cuidado en el proceso de rondas nocturnas en los últimos días de este año, ya que la comunidad está armada, abastecida de explosivos y de material ilegal que de alguna manera pudiera perjudicar su desempeño y vidas. Mis mejores deseos son una feliz navidad y próspero año nuevo sin tiros al aire y sin fuegos artificiales ilegales”, terminó diciendo José J. Taboada de Jesús, presidente de la Asociación de Miembros de la Policía de Puerto Rico