Atentos los funerarios ante aumento de víctimas por COVID-19
Aunque el alza de muertes es innegable, aseguran que la situación es manejable y que están preparados para atenderla.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
PUBLICIDAD
El aumento sostenido de víctimas fatales a consecuencia del COVID-19, mantiene atentos a los agentes funerarios del país, quienes aseguran que al momento no han tenido inconvenientes con la disposición de cadáveres, a pesar de la limitación de personal, restricciones de entierros diarios y escasez de equipo.
Ayer, por ejemplo, el Departamento de Salud reportó 28 víctimas adicionales por la pandemia del coronavirus, elevando la cifra de muertes a 2,860 en Puerto Rico.
No obstante, el momento que atraviesa el País con la variante Delta ha llevado a muchos a pensar si pudiéramos confrontar problemas con la disposición de cadáveres, como ha ocurrido en Nueva York y Florida.
Para Lynette Matos, portavoz de la página Funerarios de Puerto Rico y quien labora en las Funerarias Fernández en Mayagüez y Aguada, este momento que atraviesa la Isla está marcando una diferencia a lo experimentado desde que inicio la pandemia en marzo del 2020.
“Sí, se ha visto una cantidad de cadáveres que ha aumentado y sobre todo en el caso de nosotros, que estamos ubicados en la región de Mayagüez. También tenemos funerarias en Aguada que han reportado un aumento. Pero no tenemos un ataponamiento de cadáveres en funerarias. Ese escenario, al menos, no se ha dado”, expresó la portavoz.
“Tenemos un número bastante aproximado a lo que ellos (Departamento de Salud) están reportando cuando dividen ese reporte de la región de Mayagüez con la cantidad de funerarias en cada uno de los pueblos”, añadió.
No obstante, sostuvo que sí están teniendo problemas para conseguir las bolsas donde se colocan los cuerpos y que su precio ha aumentado considerablemente.
“Nos preocupa la disponibilidad de los ‘pouch’, que son las bolsas de cadáveres. Hemos visto disminución en lo que son estas bolsas y ahí es un poquito más difícil, porque el precio se ha disparado también”, reiteró Matos.
Por su parte, Iván Rosario, propietario de las Funerarias San Francisco en Aguadilla e Isabela, aseguró que los números de muertes que son reportadas, y según lo que ha visto en sus funerarias, están muy lejos de ser reales.
“Hay un descuadre gigantesco entre los números que se reportan de Salud y lo que realmente hay. Hoy (ayer) nosotros tenemos en nuestra funeraria cuatro casos de COVID nada más. En Isabela, del 1 de agosto al 21 nosotros hicimos seis (casos de muertes por COVID). De esos uno era un matrimonio. El viernes tuvimos tres (sepelios por COVID). Inclusive, hemos experimentado de dos días para acá en Aguadilla que dos personas, un varón y una fémina, que estaban con COVID en su casa y no estaban experimentando efectos, pero les dio una dificultad respiratoria y murieron”, expresó el funerario.
Para Rosario, el aumento en muertes por COVID en esta etapa es dramático, si analiza los servicios que ha tenido que brindar. Pero aseguró que todavía pueden manejar el aumento en fallecimientos, aunque con limitaciones por la falta de personal, sobre todo en los cementerios, donde le autorizan un número menor de sepelios diarios.
“Sí, los podemos manejar, es un poco más difícil, inclusive con la escasez de empleados que hay a nivel de todas las industrias. Lo que sí nos está complicando un poco es que hay cementerios que están atendiendo solo cinco sepelios diarios y se nos hace más difícil coordinar con los cementerios”, lamentó.
Por su parte, la Asociación de Funerarios de Puerto Rico, a través de su presidente, Eduardo Cardona, afirmó que, hasta el momento, no han tenido problemas con el servicio que brinda esta industria y entiende que están aptos para manejar este punto de la pandemia, aunque sostuvo que sí es notorio el aumento de servicios funerarios a causa del COVID-19.
“Hasta ahora, estamos normal, no es que ha habido una situación extraordinaria. Sí se ha visto un aumento en las muertes por COVID. Sí, eso se ha visto. En que no estemos preparados, pues no, estamos bien. Estamos preparados. Hasta ahora hemos podido cumplir con nuestro trabajo. Hasta el momento no ha sido una situación como fue en Nueva York, que tuvieron que conseguir neveras. Pero aquí en Puerto Rico eso no ha sucedido, gracias a Dios, y esperemos que no suceda”, expresó el líder, quien es propietario de la Funeraria Cardona en San Juan.
Cardona no pudo precisar el incremento en muertes en comparación con otros años, aunque sí estableció que en la Isla fallecen entre 26 mil y 30 mil personas al año.
En el caso de la falta de bolsas para cadáveres y el aumento en precios, dijo no haber recibido quejas de funerarios.
“No puedo decir que estén escaseando. Al principio de la pandemia sí hubo escasez de materiales de guantes, de las mismas bolsas y un incremento grande en los costos, pero se ha ido normalizando”, afirmó.
Cuestionan Certificado de Defunción
Al momento de tramitar los servicios, la funeraria complementa la documentación correspondiente al certificado de defunción, por lo que Matos se ha cuestionado por qué no se establece en el documento si la persona fallecida estaba vacunada o no contra el COVID-19.
Aseguró que ha habido un alza de fallecimientos por paro cardiaco, datos que -a su entender- deben analizarse para conocer si hay alguna relación con la vacuna contra el coronavirus.
“Hemos notado un alza en los casos de COVID, pero también hemos notado un alza de muertes por problemas cardiacos. Entonces ahí, al no estar la pregunta de si la persona estaba o no estaba vacunada al momento de fallecer, pues no sabemos si esto pudiera ser una consecuencia o un efecto secundario de lo que pudiera ser la vacuna”, cuestionó Matos.
Rosario, por su parte, afirmó que los médicos pueden establecer detalles adicionales de las muertes en ese documento. A su vez, comparó esta situación de la pandemia con lo acontecido para las muertes relacionadas al huracán María.
“Eso fue lo que paso aquí con María, que el gobierno decía que era 50 y pico de muertes y eran muchísimas. Es que esas fueron las únicas (muertes) que los médicos se tomaron la molestia en documentar y escribir que fue a consecuencia de no haber recibido los servicios (de salud) porque no los había, pero muchos, muchos no, muchísimos no lo hicieron”, dijo el funerario.