La aprobación tardía por parte de la Legislatura de fondos que requería el Departamento de Corrección y Rehabilitación para desalojar la Penitenciaría Estatal de Río Piedras, mejor conocida como Oso Blanco, ya ha atrasado los planes de desarrollo de un fideicomiso que intenta transformar la legendaria cárcel en un gran centro de investigaciones científicas.

Según indicó ayer el director del Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación, Luis Enrique Rodríguez, el atraso en la aprobación de $7 millones para el traslado de los confinados que aún permanecen encarcelados en dos secciones del Oso Blanco, arroja una sombra sobre la eficiencia del Gobierno puertorriqueño.

El Departamento de Corrección esperaba recibir los fondos a finales del año pasado, pero no fue hasta enero que la Legislatura aprobó la asignación.

Los planes para transferir el Oso Blanco al fideicomiso el próximo 31 de julio ahora fueron pospuestos para septiembre.

''Es bien importante que los esfuerzos para desarrollar una economía de conocimiento en Puerto Rico no sea impactada o afectada por las luchas políticas partidistas'', sostuvo Rodríguez.

Otras versiones extraoficiales apuntan que Corrección no ha podido llevar a cabo el desalojo para no provocar problemas de hacinamiento en otras instituciones penales.

Actualmente, Corrección tiene en Oso Blanco unos 157 confinados en la institución de mediana y máxima seguridad de Las Malvinas, en otra sección de custodia protectiva, así como en la institución penal como tal.

El Gobierno espera restaurar el Oso Blanco, construyendo en sus parcelas varias estructuras para laboratorios, centros de investigación, residencias y comercios. La nueva ''ciudad de las ciencias'' conectaría con el Centro Médico de Río Piedras y otras estructuras nuevas y remodeladas que albergarían unidades de investigación.

Actualmente, la inversión pública asciende a $400 millones, pero esta cantidad podría aumentar considerablemente por los proyectos privados.

Rodríguez, previendo otros atrasos en el proyecto, subrayó que el Gobierno ha tomado la decisión de subcontratar varios trabajos para reparar, mejorar y expandir la infraestructura de la ''ciudad''.

Ya los planificadores de la obra tomaron la decisión de construir dos estructuras que contendrán laboratorios, una de las cuales se destinará para científicos que someterán propuestas para investigaciones individuales.

''La falta de inventario de laboratorios representa uno de los grandes retos hoy en Puerto Rico para poder desarrollar investigaciones’', sostuvo Rodríguez.

Una vez las tierras de la cárcel sean traspasadas al Fideicomiso, comenzará un proceso de consultas a las agencias fiscalizadoras que incluirá una declaración de impacto ambiental.

''Esto es de interés público y espero que se le dé celeridad'', subrayó Rodríguez.