Un informe de la Contraloría de Puerto Rico reveló hoy que al menos 55,650 multas de tránsito, que totalizaron más de 3 millones de dólares, no se enviaron a digitalizar a la Directoría de Servicios al Conductor del Centro de Servicios al Conductor (CESCO) de Arecibo.

El informe revela deficiencias con el recibo y manejo de los boletos de multas administrativas expedidas por agentes de la Policía de Puerto Rico desde el año 2006 al 2011, según explicó la Contraloría en un comunicado de prensa.

Según se informó, los auditores de la agencia encontraron que el empleado del CESCO a cargo de digitalizar la multa, no anotaba su nombre cuando recibía los boletos en el registro.

Igualmente, se destruían los formularios que preparaban los agentes que otorgaban la multa, y no se mantenían en un lugar seguro los sobres con los boletos, sino encima de los escritorios.

También, para la fecha del 30 de junio de 2017, se detectó de una muestra, que el 48% de los boletos expedidos a vehículos de motor por 1.5 millones de dólares habían caducado.

La caducidad de los boletos propicia pérdidas al erario al no poderse cobrar el importe de las multas, afirmó la Contraloría.

La auditoría de otros dos hallazgos señala también la ausencia de documentos en los expedientes de trámites especiales, que puede propiciar que se produzcan errores e irregularidades, como por ejemplo, la falta de documentos que evidencien que las tablillas de los vehículos fueron devueltas al CESCO por su dueño registral.

Además, contrario a reglamentación los funcionarios del CESCO no completaban la información requerida en el formulario correspondiente del Departamento de Transportación y Obras Públicas sobre la imposición de gravamen.

El informe cubre el periodo del 1 de enero de 2014 al 31 de diciembre de 2017.