Una donación de 1,500 libras de comida para abejas sufre el riesgo de perderse si no se resuelven los procesos burocráticos entre el Departamento de Hacienda y el recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

La mercancía, que está dirigida a los apicultores del país, fue enviada por dos organizaciones en Minnessota para atender la pérdida de las polinizadoras.

El doctor Trugul Giray, director del Departamento de Biología del Recinto de Ciencias Médicas, denunció que el embarque enviado por la compañía Mann Lake está en los almacenes de Crowley en el muelle de San Juan desde el pasado 31 de marzo y aun no recibe instrucciones para recibirla y distribuirla, lo que provocaría que el alimento se dañe en momentos que más lo necesitan los apicultores para sostener a las abejas que se han quedado sin flores para realizar su proceso de polinización.

La donación fue costeada por apicultores de asociaciones como Maryland State Beekeepers Association y DC Beekeepers.

Al momento, Giray desconoce por qué el alimento está paralizado en el muelle de San Juan.

La baja población de estos insectos tan necesarios ponen en riesgo las cosechas en la Isla.

“Esa ayuda muy probable debe estar perdida, porque desde el 31 de marzo está en el almacén de Crowley y la Universidad no pudo levantar esa mercancía. Llegó a nombre de Ciencias Médicas, porque yo soy afiliado de Ciencias Médicas, lo pusieron como patrono. No sé qué pasó, pero aun no tengo noticias de que puedo ir a buscar el alimento”, dijo a Primera Hora.

Desde el 1 de abril representantes de Crowley indicaron a la Universidad que Hacienda había solicitado que se emita un relevo de impuesto a través de su Sistema Unificado de Rentas Internas (SURI) porque la agencia habría clasificado la mercancía “customs due” (aduana), aunque es alimento para animales de finca y haya sido una donación a Ciencias Médicas.

“Lo que hay que hacer es un ‘release’ en el sistema SURI por un agente de Finanzas de la Universidad. Esto, según entiendo, no está hecho… muy probable porque el empleado no tendrá acceso a su lugar de trabajo, pero ya van tres semanas y no sé si el alimento estaría dañado. No sé en qué condiciones está mantenido en las facilidades de Crowley”, indicó.

“La canalización de la ayuda no es práctica”, dijo.

Afectado el trabajo de las abejas

Mientras esta mercancía logra salir del muelle, el trabajo de las abejas sigue siendo indispensable para la agricultura por su trasiego de polen, transcendental para la formación de los frutos. La cadena alimentaria depende en un 97% de ellas y de otros amigos polinizadores. Y ese esfuerzo que hace el insecto polinizador, según el apicultor Hermes Conde y director de la Escuela de Apicultura del Este, se ha visto seriamente afectado este año por el cambio climático, la falta de flores y la asperjación que se realizan en diferentes municipios.

“No hay flores, al no haber flores, lo único que está subsistiendo a las abejas es con este tipo de planta pequeñita que las ves en la avenida, que son las margaritas silvestres, los moriviví… La abeja va a tener que ir más lejos para buscar flores y lo que están encontrando son estas flores pequeñas, pero si asperjaron las van a matar”, puntualizó.

“Este año va a ser el colapso de abejas más grande que va a haber en Puerto Rico. Va a ser bien dificultoso porque hubo un cambio climático que la gente no se percató. Aquí no hubo primavera. Ya pasó el tiempo de la florecida y las abejas, pues no tienen”, dijo.

Aseguró que la producción agrícola se verá afectada porque a falta de abejas para llevar a cabo el proceso de polinización, los frutos no se van a dar.

“Va a ver un colapso de productos en el país, las chinas, de toronjas, de alimentos… y suena un poquito fuerte, pero va a ser así. La cadena alimentaria depende de un 97% de las abejas, murciélagos, colibríes, cigarrones y el viento para poder llevar a cabo el sistema de polinización”, señaló.

Denunció que alcaldes de la zona este continúan con la asperjación con herbicidas, aun cuando la Ley 30 lo prohíbe.

“Siguen los alcaldes, San Lorenzo, Carolina, Juncos, aun cuando tiene apicultores, tienen más de siete apicultores en su zona (que pueden ayudar a rescatar las abejas), siguen asperjando. No es el momento indicado, eso se va a ir en el aire y las personas que están en las casas las van a enfermar y van a estar un poco más cerca de cualquier tipo de contaminación y se van a enfermar por la garganta, que es por donde empieza el COVID 19”, sostuvo.

“Esa constante asperjación con herbicidas afecta a las personas y afectan a los apiarios. Ahora le ha dado con el mosquito del dengue y nada de los que están utilizando para el dengue, mata el mosquito. Al contrario, ya el mosquito es inmune a eso que están regando. Si tú tiras una asperjación para el mosquito del dengue ahora, no mata ni 1% de los mosquitos, pero mata todas las abejas y todos los polinizadores, cigarrones… y todo eso se lo lleva enreda’o. Entonces, ya empezaron a buscarse unos chavos con eso y lo menos que le importa es el impacto que va a tener eso en el ambiente en estos momentos, que es un momento crítico”, indicó.

Conde explicó que, precisamente, en los meses de marzo, abril y mayo es cuando las colmenas grandes se dividen.

“Una reina se va y la otra se queda y ahí es donde nosotros rescatamos ese tipo de colmena para fortalecer las que tenemos en el apiario, pero si en estos momentos los apicultores no pueden llegar inmediatamente a esa zona, las van a matar”, dijo.

Sostuvo que esto provoca que se vean más abejas en los hogares y hasta los supermercados, en diferentes áreas irregulares, por lo que exhortó a la ciudadanía a no matarlas y contactar a un apicultor para poder rescatarlas y devolverlas a las colmenas.

Difícil el acceso de los apicultores a los apiarios

Una de las dificultades que están presentando los apicultores es que a pesar de que el Departamento de Agricultura les indicara que estaban exentos del toque de queda, lo cierto es que la Policía -al parecer- lo desconoce.

Sostiene Conde que visitar los apiarios se les dificulta porque muchos están distantes de su residencia.

“Tú no te vas a exponer. Esas colmenas hay que ir cada dos días a verificarlas porque, de lo contrario, cuando tú vas, todos los días se están yendo”, dijo.

Exhortó a las autoridades a permitir a los apicultores que no están adscritos al Negociado de Manejo de Emergencia a salir al rescate de las colmenas que están proliferando en otras áreas para fortalecer las ya establecidas.

“Si eso no se hace, en agosto va a empezar el colapso total de las abejas. El llamado es hacer una reforestación inmediatamente del país con flores y árboles melíferos para las abejas. Si eso no se hace es un colapso seguro de las abejas en Puerto Rico, porque si el año que viene nosotros empezamos en agosto sin flores, las poquitas (abejas) que quedan van a colapsar, porque nosotros podemos alimentar dos o tres que tenemos en los apiarios, ¿pero y las silvestres? Si la gente no busca la manera de sembrar flores en sus jardines, en sus fincas, pues lamentablemente van a colapsar inmediatamente las abejas”, apuntó.

Pero, según el doctor Giray el abandono de abejas en las colmenas se vienen dando desde los terremotos, cuando a su juicio, los apicultores no podían llegar a donde ellas para alimentarlas. Abogó para que el gobierno les provea un incentivo por el gasto que están quizás generando para alimentarlas actualmente.

“Una ayuda adicional para que esta gente pueda seguir cuidando las abejas y produciendo miel, produciendo polinización y ayudando a la gente que necesitan para sacarlas de las casas”, mencionó.

Entiende que la ayuda sería importante para no impactar más el sector que ya fue lacerado con la emergencia ocasionada por el huracán María, los terremotos y ahora con la crisis con la COVID-19, específicamente con ingresos y suplido de materiales.