Luego de tres horas, en un traslado por carretera como sacado de una película, la ballena orca pigmea que apareció por la mañana encallada en una playa Río Grande, llegó al Zoológico de Mayagüez a salvo.

El mamífero estaba sumamente débil, pero “estable, respondiendo y se mueve”, dijo a Primera Hora Grisel Rodríguez coordinadora en el área oeste del Programa de Rescate de Mamiferos Marinos, adscrito al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

“Es una orca pigmea, no piloto, como se informó inicialmente. Es un subadulto, estimamos que tiene entre 8 y 10 años. Ahora mismo está cansada, en estrés, porque cuando la encontraron estaba rodeada por varios tiburones”, declaró vía telefónica.

Luis Figueroa, veterinario y director del Zoológico de Mayagüez, le haría esta misma tarde varias pruebas para determinar posibles enfermedades y presencia de parásitos. Mientras, la ballena descansa en un estanque de agua salada especialmente preparado para rehabilitar animales marinos enfermos.

Luego de un breve examen la especialista dijo que la herida que tiene en el lomo no es reciente, por lo que estimó que no fue la causa de su descarrilamiento. No pudo precisar si en efecto, fue causada por el aspa de un motor de lancha, como se había dicho en horas de la mañana.

La bióloga dijo que las condiciones picadas del mar pudieron influir en que el cetáceo se haya desviado hasta la costa cansado.

De inmediato, no se ha podido determinar si es macho o hembra.

El secretario del DRNA aplaudió la coordinación para el traslado y cantó victoria con la rapidez del operativo.

“Misión cumplida”, dijo el funcionario en entrevista separada.

Benjamín Ascencio, uno de los expertos que participó del rescate y transporte dijo previamente que un turista vio al mamífero encallado, y de inmediato llamó a las autoridades.

Relató que la cantidad de personas que se acercaron a la playa para ver el rescate, complicó la maniobra, ya que los tiburones estaban cerca y se temía que pudieran atacar a alguno de ellos.

La ballena “se dejó ayudar, no dio aletazos ni nada”, explicó Ascencio, por lo que entendía que las posibilidades de salvarla eran altas.

La copiosa lluvia que caía alrededor de la Isla a consecuencia de una vaguada favoreció el traslado a bordo de una guagua pick up y mantuvo a la ballena húmeda, que era una de las condiciones más críticas para que sobreviviera.

Agentes de la Policía se apostaron en todos los semáforos desde Río Grande, hasta Mayagüez para abrir el paso y no tener que detenerse en las luces rojas. También se movilizaron agentes en los peajes y en algunos de ellos se tenían listas pailas con agua salada en caso de que fuera necesario para mantenerla en las mejores condiciones posibles.

En el área de Sabana Grande algunos curiosos se acercaban al ver el inusual despliegue policiaco, se informó.

Las ballenas orcas pigmeas suelen estar en grupos y viven mar adentro, en las áreas oceánicas y no es raro que haya poblaciones a las afueras de las islas del Caribe, aseguró Rodríguez.