Con sombrero y varita en mano, el reconocido mago, Barry Barry, busca algún día llenar los zapatos de una figura icónica en la televisión puertorriqueña. Y es que su deseo de ser el próximo “Pacheco” lo mantiene preparándose para no estar “contra el reloj” y poder dar rienda suelta a su sueño.

“Estoy trabajando para ser el próximo Pacheco de Puerto Rico. Esa ha sido siempre mi línea y por ahí voy. No he llegado, pero voy por ahí. Estoy cerca”, expresó Barry Daniel Rosa.

Valderrama, nombre de pila de este mago, quien a sus 41 años se ha destacado en distintos programas de la televisión puertorriqueña. Para el artista, la interacción con los niños a través de su personaje lo ha hecho enfocarse en llegar a ser una figura infantil, aunque reconoce que tiene buena acogida entre los jóvenes y los adultos.

“Eso sí que es lindo, esa conexión. Los otros días estaba en un centro comercial grande de Puerto Rico, estoy haciendo el show en el atrio central y viene una niña como de 7 años y me da un abrazo. Tú dices: “¡wow, que chulería es esto!”. Pero también hay adultos que se emocionan porque le levantas esa magia y esa ilusión de niño de su interior. Ver al caballero o a una dama con una sonrisa, eso a mí me llena muchísimo”, expresó el mago.

Esa vocación de entretener al público nace en Barry Daniel desde muy joven pues comenzó a los 20 años detrás del rostro de su personaje original, el “Payaso Yavehlin”. No obstante, a los 22 años decidió darle un giro mágico a su “performance” y optó por adentrarse a otras vertientes del arte que, poco a poco, fueron aportando a la elaboración de su personaje más icónico: El Mago Barry Barry.

“A los 22 años tengo el sueño de ser un gran mago y me recomiendan que llegue a la Escuela de Bellas Artes de Bayamón y que buscara a Johanna Ferrán… Esta escuela fue magia, fue ilusión. Me llevó a lograr el sueño que yo estaba persiguiendo. Lo del teatro me llevó a crear esa magia porque la gente puede ver algo visual, pero no es lo mismo con esa proyección y todo eso lo aprendí en el teatro”, relató.

Es que esta Escuela de Bellas Artes del pueblo de Bayamón fue el escenario donde Barry Daniel aprendió del séptimo arte, el mimo, el baile y otras técnicas que le ayudaron a desenvolverse mejor en el escenario. Además, el artista tuvo un encuentro con el Mago Isra, reconocido en el pueblo de Bayamón, quien le permitió involucrarse en la magia.

“Él me adopta y me dice: ‘¿Qué quieres saber?’. Y, ¡wow!... que un mago te diga eso, que te diga: ‘aquí tengo equipos’, eso es otra bendición. Poder decir quiénes me prepararon… soy un dichoso. Yo lo he dicho, yo fui privilegiado, no puedo decir otra cosa”, mencionó.

Así fue como Barry Daniel comenzó a trabajar su famoso personaje del mago, “pensando que era un part- time para los fines de semana”. Pero luego vio que podía desarrollarlo y trabajar proyectos toda la semana como obras, presentaciones, actividades de motivación. “Cosas que yo no pensaba”, admitió. Y entonces llegó su oportunidad en la televisión local, en el programa V Fifty Two del canal 52 y, más tarde, en Wapa, donde ha trabajado con las producciones de Sunsine Logroño y Hilda Santini.

Así ha dado pasos mágicos en la televisión. “Ahora estoy colaborando con Noticentro al Amanecer. Son cosas que yo no pensaba hacer. La magia ubicándola en mensajes donde no pensaba”, sostuvo Barry Daniel, quien confiesa que, aunque parece que su carrera fluye mágicamente, este tiene que mantenerse practicando de forma constante para poder perfeccionar su arte.

“Todavía me está tomando (aprender), llevo 21 años. Todos los días se estudia, se prepara”, afirmó el artista.

El mago se despidió con la típica frase que usa en cada acto de magia: “Barry, Barry… ¡Fua!”.