Bertha pasó por algunos pueblos del sur y aunque se había pronosticado la llegada de mucha lluvia, lo cierto es que la precipitación se mantuvo intermitente y fueron muy pocas las ráfagas de viento que se sintieron.

Para algunos ciudadanos fue un sábado de compras normal, mientras que otros prefirieron tomar las precauciones en sus hogares. Solo una familia optó por acudir a un refugio para estar más seguros.

Este es el caso de la familia de Monserrate Vargas, vecina de la comunidad La Playa de Ponce.

La mujer llegó desde temprano junto a su esposo y sus dos hijos al refugio habilitado en la escuela intermedia Ernesto Ramos Antonini del sector La Cantera donde dijo sentirse más seguros.

Relacionadas

“Salimos por precaución porque se inunda y porque hay árboles altos que pueden caer a la casa”, comentó Vargas al asegurar que tan pronto pase el mal tiempo regresarán a su hogar.

De igual forma, fueron trasladados al plantel 29 deambulantes, seis de estos que son parejas. Hasta allí llegó Luis Antonio Lorand y su compañera Milagros Figueroa, quienes llevan tres meses sin hogar.

“Estoy agradecido con las personas que nos ayudaron, aquí estamos seguros hasta que se vaya la lluvia”, señaló el hombre.

Todos recibieron de parte de varias agencias y el municipio de Ponce alimentos, artículos de aseo personal, servicios de enfermería y consejería.

Más temprano, la alcaldesa María Meléndez Altieri recorrió varios lugares propensos a inundaciones donde inspeccionó el funcionamiento de las bombas de agua.

El problema principal causado por las lluvias fue la pérdida de energía eléctrica en sectores del barrio Real Anón, Mercedita y otras áreas.

Por otro lado, los comercios privados abrieron sus puertas como de costumbre y para muchos fue un día normal para hacer sus compras.

La residente de Peñuelas Carmen Rodríguez, acudió a una tienda por departamentos de Ponce a hacer una comprita.

“Yo casi nunca me preparo, eso es lluvia nada más”, comentó la mujer, quien dijo que acostumbra a comprar varias cajas de agua para su familia.

Igualmente hizo la juanadina Alexandra Dávila, quien acudió a comprar varias cositas para pasar la tormenta. “Compré más agua por si había sequía y algo de comida enlatada”, manifestó Dávila.

Por su parte, un gerencial de la mega tienda destacó que el movimiento de clientes fue uno normal y aseguró que sí se vendió más agua de la acostumbrada.

Otros municipios

En un recorrido por el pueblo de Guayanilla, se observó menos presencia de personas en las calles, pues muchos prefirieron quedarse en sus casas hasta el paso de la tormenta.

El alcalde Edgardo Arlequín Vélez expresó que gracias a la limpieza previa de los caños en la comunidad Playa, no se suscitaron graves inundaciones.

“Teníamos los refugios listos pero no fue necesario abrirlos”, comentó el primer ejecutivo municipal.

Su homólogo de Peñuelas, Walter Torres Maldonado, indicó que todo transcurrió con normalidad, con excepción de varios sectores que estaban sin servicio eléctrico.

Por su parte, el alcalde de Yauco, Abel Nazario Quiñones, explicó que habilitaron dos refugios, los que afortunadamente no recibieron personas afectadas. Varios sectores del Pueblo del café también se quedaron sin servicio de electricidad.