Contra todo pronóstico, vicisitudes y desalientos, y justo en medio de una pandemia que la dejó sin empleo, la joven Kiarimar Meléndez logró ser aceptada para hacer su maestría en la Universidad para la Paz en Costa Rica, convirtiéndose así en la primera puertorriqueña en lograr matricularse en el prestigioso recinto afiliado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Pese al panorama sombrío que rodeaba las metas de esta joven de 25 años, el dejar de soñar con hacer su maestría de Resolución de Conflictos Desarrollo y Paz en la reconocida institución universitaria, no era una opción.

“Yo trabajaba de vendedora en una tienda de trajes de baño. Mis planes eran después que me graduara, iba a cogerme un año de descanso y después iba continuar mis estudios. Pero, me quedé sin trabajo y se me pasó la fecha para aplicar a muchas universidades en lo que tomaba la decisión de irme, porque no es fácil. Tenía que irme fuera de Puerto Rico porque las universidades aquí no tienen el currículo para atender esos temas”, explicó la joven, quien cuenta con un bachillerato en Relaciones Internacionales.

Para Kiarimar, quien vive sola con su progenitora, el camino para lograr ser aceptada en esa universidad fue duro, sobre todo por la falta de apoyo. En el proceso, más de una persona le recomendó olvidarse de esa meta, pero ella nunca dejó de intentarlo.

“No fue fácil porque yo estaba buscando los recursos con la universidad, con profesores y fueron muchas veces que me dijeron que no iba a ser posible entrar. Me negaron cartas de recomendación… muy educadamente hubo profesores que me dijeron que no contaba con las competencias, que su firma iba a estar en esa carta de recomendación y que no iban a poner su reputación a mi nombre”, recordó con pesar.

“Una orientadora me dijo que era imposible yo conseguir esa cantidad (de dinero), que estábamos en medio de una pandemia, que yo no tenía la necesidad de hacer una maestría en estos momentos… que me quedara tranquila en mi casa. Realmente fueron días bien fuertes, pero era algo que me decía que siguiera, que no importaba lo que pasara, lo que me dijeran, pues yo iba a buscar la forma”, detalló la joven, quien se emocionó al relatar como lo imposible, se hizo realidad.

Aunque ahora está de celebración por haber sido aceptada en la Universidad para la Paz, a Kiarimar no deja de dolerle la falta de apoyo de agencias y entidades del País, además de la institución donde hizo su bachillerato, la cual por consideración prefirió no mencionar.

“De verdad que me dolió que las instituciones de aquí, que se supone me ayuden a representar a Puerto Rico me dieran la espalda. Llamé al Departamento de Estado y me dijeron que no había fondos, llamé a organizaciones no gubernamentales que se dedican específicamente al financimiento de la educación de personas que quieren realizar sus carreras y todo el mundo me pasaba de extensión en extensión para darme respuestas vagas. Es bien decepcionante porque estas instituciones están para eso y si no tienen los recursos, pues ¿para qué están?,” cuestionó la joven.

No obstante, ahora el reto para Meléndez lograr completar sus estudios es poder costear los gastos de la maestría, que rondan los $20 mil, sin contar hospedaje, comida y transportación.

“Logré negociar un plan de pago con la universidad para poder, de todo lo que tenía y todo lo que mi familia me pudiese apoyar, ponerlo para poder comenzar las clases. Después, posteriormente, seguiré abonando a la matrícula”, dijo esperanzada la joven oriunda de San Juan.

Kiarimar no duda en que los puertorriqueños son solidarios con sus causas y espera que sus compatriotas le ayuden a seguir luchando por su sueño, que es culminar su maestría en Costa Rica y llegar a trabajar en el Departamento Ambiental de la ONU.

“Estoy apelando a la solidaridad que caracteriza a los puertorriqueños. Sé que siempre nos ayudamos a nosotros mismos y ayudamos a otros. Por eso me dije: ‘Puerto Rico me tendrá que conocer en esta situación un poco incómoda, pero he agotado todos los recursos que tenía’”.

Quien desee ayudar a Kiarimar a seguir poniendo el nombre de Puerto Rico en alto, puede hacerlo a través de su cuenta de ATH Móvil al número 787-466-7444.