Boricua sobreviviente de ataque en Argelia se recupera junto a su familia
Wilmer Lebrón Ayala se encuentra bajo protección de las autoridades estadounidenses y ha pedido privacidad para superar la experiencia junto a sus familiares en la Isla.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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El puertorriqueño Wilmer Lebrón Ayala, sobreviviente del ataque perpetrado por un grupo islamista en la planta de gas en la que trabajaba en Argelia, ha pedido privacidad para superar la experiencia junto a sus familiares en la Isla.
Al momento, el Departamento de Estado de Puerto Rico no se ha encargado directamente de su situación por ser de jurisdicción federal, pero recibirá los servicios que necesite cuando así lo solicite, indicó este martes el designado secretario David Bernier.
Lebrón Ayala ha recibido protección de las autoridades estadounidenses.
“(Wilmer) Me hizo saber su interés de estar junto a su familia, de tener la tranquilidad, particularmente por motivos de seguridad, además de que los incidentes todavía están bajo investigación en los Estados Unidos y en el mundo. (Pidió) una oportunidad de privacidad, particularmente luego del incidente traumático ocurrido en Argelia”, señaló Bernier durante una rueda de prensa celebrada en su agencia ubicada en el Viejo San Juan.
“Yo le dije que todo lo que sea necesario... que nosotros estamos disponibles y nos activamos en la medida que hay una petición”, agregó el funcionario.
A Bernier le acompañó Hiram Vega, ayudante del alcalde de Sabana Grande, Miguel Ortiz, quien conversó con Lebrón Ayala y fue autorizado a fungir como su portavoz ante la prensa.
Vega dijo que Lebrón Ayala es nacido en Sabana Grande, tiene 46 años y estuvo nueve años en la milicia, tras lo cual se retiró. Al cabo de seis meses y estando en Oklahoma, vio la convocatoria de empleo con la actual compañía -cuyo nombre no pudo precisar-, solicitó y lo contrataron. Lleva 13 años en esa empresa, 11 de ellos en los Estados Unidos y los dos últimos en Argelia, donde se desempeña como “especialista de equipo pesado industrial” para British Petroleum (BP). Su compañía está subcontratada por BP, que el miércoles pasado fue objeto de una mortífera embestida que dejó 37 rehenes y 29 secuestradores muertos.
“A eso de las 5:30 a.m., cuando va a salir de su cuarto, él escucha la alarma que tiene la planta de terrorismo, que es intermitente. Entra nuevamente al cuarto y dice 'esto no está bien'... y se prepara para lo peor. Apaga las luces del cuarto, coge un 'locker' (casillero) y lo pone contra la puerta, apaga todo lo que tiene y se pone contra la puerta. Terminando el proceso de protegerse, comenzaron los disparos. El dice que eran ametralladoras, dice que eran como explosivos que estaban detonando y eso estuvo consecutivamente por muchas horas ocurriendo”, relató Vega a nombre de Wilmer.
El supervisor del boricua, quien físicamente estaba en otra planta lejos del ataque, le dijo mediante un mensaje de texto que se preparara porque el asalto podía ser largo y que se protegiera como mejor pudiera dentro del cuarto. Como Lebrón Ayala tenía agua y alimentos no perecederos en su habitación, pudo apertrecharse.
“Gracias a eso él pudo estar durante tres días en el cuarto hasta que el último día él empieza a escuchar que merman las explosiones y los disparos, y entonces él escucha a unas personas hablando en árabe e inglés, indicando 'aquí hay un americano'. El puede identificar que quien dice eso es un amigo paquistaní. Cuando escucha 'puedes salir, estás seguro', él no abre la puerta, no habla. Había una ventana, la abre y cuando mira puede percatarse que la persona que él creía que era, era exactamente él. Ahí es que él da el aviso y vienen los rescatistas de las fuerzas armadas de Argelia y lo sacan del lugar”, contó Vega.
Entonces, lo sacaron de la planta y lo llevaron a una base militar en Argelia, donde lo entrevistaron. De ahí lo enviaron a Alemania, luego a Atlanta, Georgia (Estados Unidos), y de ahí a Puerto Rico, a donde llegó este lunes en la madrugada.
Vega comentó que el entrenamiento recibido al momento del reclutamiento pudo haberle ayudado a Lebrón Ayala manejar la situación de emergencia y mantenerse en control.
“El manejó la situación al momento. Dijo 'esto está malo', empezó a escuchar los tiros, las explosiones, (y pensó) 'si entran a mi cuarto a mí no me van a llevar, y si me llevan, yo me llevo a uno de ellos”, expresó Vega.
Que se sepa, Lebrón Ayala era el único puertorriqueño destacado en esa planta.