!Lo lograron... y todos juntos!

Para sorpresa de ellos mismo, los diez boricuas que se embarcaron en la misión de escalar el pico más alto de África, el Kilimanjaro, lo lograron.

“Ese día fue básicamente casi seis horas subiendo, el día anterior pasamos por el barranco llamado Pared, ahí era escalando el barranco. Cuando llegas arriba, después de esas seis horas, todos lloramos, sacamos las banderas y cantamos el himno en las dos versiones”, contó Carlos González Boothby sobre la proeza que realizaron hace dos semanas.

Según éste, la vista una vez en la cima era “increíble”, con un enorme glaciar a un lado y el cráter del extinto volcán que creó el gigante monte, al otro extremo.

“Es increíble verse sobre las nubes”, sentenció el senderista de 60 años, que subió junto a su esposa Jenny Bolívar (59), su hija Jeimy M. González (35) y sus amigos Ángel Luis González (47), Ángel Román (54), Fernando Morales (41), Alberto Alvarado (64), Ana Guzmán (41), Jorge “Georgie” Torres (64) y Aurora Martínez (50).

Ninguno de ellos se lastimó, ni siquiera tuvieron ni un rasguño, contó González, quien agradeció a los tres guías experimentados de la expedición.

“Fue bien fuerte, pero bien reconfortante saber que ibas a llegar allá arriba. Lo más difícil fue irse aclimatando a la temperatura”, sentenció. La temperatura más baja a la que estuvieron fue de bajo 6 grados Fahrenheit.

“Había bastante grupos subiendo, pero la verdad es que no se comparte mucho. Vimos a muchos que no lo lograron, que tuvieron que bajarlos porque estaban mal”, recordó.

Antes de comenzar el viaje de ascenso que duró cinco días y luego dos para bajar, el grupo de boricuas visitó una escuela primaria en el país africano.

“El primer día en Tanzania llegamos a las escuela y empezamos a compartir con los niños. El director de la escuela nos dijo que allí habían ido muchos grupos a llevar ayuda, pero que ninguno de los grupos se había compenetrado tanto con ellos como los boricuas”, narró González, que se comprometió con la escuela a seguir enviándole comida y materiales, tal y como lo hicieron esta ocasión. El plantel lleva el nombre del primer presidente negro de Sudáfrica, Nelson Mandela.

Luego del decenso del Kilimanjaro, el grupo realizó un safari fotográfico en el que pudieron apreciar los animales de la sabana africana como leones, rinocerontes y elefantes.

“La próxima aventura será Chile o Argentina, para Los Andes, además del compromiso que tenemos de repetir el Camino de Santiago, en 2016, a lo diez años de la primera vez que lo hicimos”, anticipó González.