El abandono de mascotas tras el paso del huracán María es una acción que se ha denunciado en numerosas ocasiones, pero a pesar de los esfuerzos de concienciación, la práctica ha persistido.

Para algunos, la decisión de marcharse fuera del País ha sido razón suficiente para deshacerse del animal. 

A este grupo se añade el de quienes, simplemente, los han hecho a un lado como parte de su proceso de ajuste luego de la catástrofe natural en la Isla el pasado 20 de septiembre.

En esta insensible práctica, los han tirado a la calle, o los han dejado a su suerte en alguna vivienda, incluso, amarrados o encadenados, imposibilitados de escapar.  

“Un caso que trabajamos fue el Tapka, que nos conmovió mucho”, compartió Dellymar Bernal, presidenta de la junta de directores del Santuario de Animales San Francisco de Asís (Safsa) en Cabo Rojo. 

“Un empleado de FEMA llamado Peter nos contactó ya que se había topado con un perro encadenado en una casa que fue destruida por el huracán, y llevaba semanas solo, sin comida ni agua. Sabíamos que dejarlo allí era una sentencia de muerte y a pesar de estar funcionando parcialmente (el refugio) luego de los severos daños sufridos por el paso del huracán María, lo rescatamos”, compartió. 

Tratar de salvarlo no ha sido una tarea sencilla.

 “Es un perro de más de 10 años. Estaba cubierto de nudos, tiene una lesión vieja en el ojo y salió positivo a Ehrlichia (bacteria en la sangre transmitida por la garrapata). Lleva más de mes y medio en tratamiento, pero su sistema inmune está muy débil y no hay mucha mejoría”, lamentó Bernal, quien añadió que “Tapka es un perro bien noble, dulce y limpio, confiamos se recupere pronto y pueda encontrar un hogar”, agregó.

La realidad de Tapka se repite a lo largo de toda la Isla.  

“Es algo que se ha salido de control”, observa la rescatista. “Ha habido un aumento en grandes proporciones en lo que va de María hacia acá. Hemos rescatado sobre 46 casos. Incluso, el día después de Acción de Gracias nos abandonaron 13 gatos en tres kennels (jaulas). Una de las gatas estaba pariendo”, conifesa. 

Bernal insistió en que “todos los que trabajamos con bienestar animal coincidimos en que el golpe de María todavía nos sigue azotando fuertemente a todas las organizaciones que trabajamos con los animales. Mucha gente se está yendo del País y está dejando sus animales, incluso dentro de los hogares. Ha habido muchos casos en que la Policía ha tenido que intervenir, o simplemente los tiran en los santuarios, o los tiran a la calle, donde son atropellados”.

Una de las prácticas más vistas es la de anunciar a la mascota en las redes sociales.

 “Los ofrecen como si fueran objetos”, repudió Bernal. 

Además, en el ejercicio de desprenderse de ellos, “no los entregan operados (esterilizados). No los entregan vacunados”, lo que agrava “mucho más la situación porque animal que salga sin operar, es animal que se sigue reproduciendo, y que en algún momento va a terminar abandonado o en un santuario”. 

Hizo énfasis en que para quien realmente considera al animal parte integral de la familia, sí existen posibilidades para retenerlo.

 “Hemos tenido varios casos de personas que se han mudado. Se ha compartido su caso en las redes para poder recaudar fondos y llevarlos consigo, y lo lograron”, aseguró.

No hay excusas 

Al conocer la situación, el veterano entrenador de perros, César Millán, indicó que “no porque tengas perro sabes amar perros”. 

El experto reconoció a Primera Hora comprender que existan “situaciones donde tengas que hacerlo (dejarlo) temporeramente. Lo entiendo en cuestiones catastróficas, teniendo en cuenta las reglas de donde te mudes. Pero entonces empiezan las prioridades”. 

Para explicar su punto, planteó que “hay mucha gente homeless (sin hogar) que andan con perros. Entonces el ser homeless no quiere decir que seas heartless (sin corazón). Cuando ya existe ese amor, pues haces lo que tengas que hacer. El perro puede seguir contigo. ¿Cuál es tu actitud? ¿Cuál es tu visión de vida?”. 

Millán, quien estuvo en la Isla a mediados de diciembre para visitar los albergues Safsa, Santuario Canita (Guayama) y Save a Sato (San Juan) como parte del movimiento “Dame una patita”, también aclaró que aunque en principio el abandono “les va a afectar momentáneamente” a las mascotas, “el poder de adaptación de los perros es increíble. Es igual que el del humano”. 

El adiestrador canino destacó que “lo que sí es importante es que quien se queda con ese perro, mantenga sus necesidades llenas”.

En aumento  

Según la agencia de noticias The Associated Press (AP), aquí  no existen cifras oficiales sobre los animales abandonados, entre los que se incluyen gatos y “alguno que otro cerdo o gallo de pelea”. 

Según datos provistos por Claribel Pizarro, asistente ejecutiva de la Sociedad Protectora de Animales de Puerto Rico, al menos 250 personas han colocado a sus mascotas en la lista de espera del refugio, que como práctica no sacrifica a los animales. 

Si bien su capacidad es para albergar a 80 animales, con grandes esfuerzos actualmente tiene a 120.   

AP publicó, además, que en el Santuario Canita de la Divina Misericordia, en Guayama, cuida sobre 750 mascotas, incluidos 100 que fueron abandonados después del paso del huracán, según la directora, Maribel Ortiz. 

Sin embargo, el compromiso ha sido cuesta arriba.

 Ortiz aseveró que el techo del refugio está por venirse abajo, y el supermercado que solía donar la comida sobrante para ayudar a alimentar a los perros cerró permanentemente por los daños del huracán.

Hay que comprometerse

Bernal, dentro de todo, se muestra esperanzada. “Yo invito a la gente a que reconozca que los animales son parte de la familia, todos estamos sufriendo la situación luego del huracán, pero que los incluyan en sus planes de mudanza. Que no es simplemente salir por la situación económica o la luz o el agua o las pérdidas en los hogares. Las excusas siempre van a aparecer, pero ellos necesitan que nos comprometamos porque ellos no pueden hablar. Nos toca a nosotros hacer valer sus derechos y luchar por su bienestar”.

La rescatista insistió a Primera Hora en que “tenemos que esterilizar y tenemos que adoptar. Invito a la gente que se ofrezcan para hogares temporeros. Nos ayudarían un montón a las organizaciones de bienestar animal. Uno de los lemas que estamos usando últimamente es: “lo único que tú tienes que poner es tu hogar y tu corazón, el resto lo cubre la organización”. 

Si deseas realizar una donación para el Santuario de Animales San Francisco de Asís, puedes hacerla por ATH Móvil (787-612-8587), Paypal (escribe a info@sasfapr.org), correo regular (PO Box 538 Boquerón PR 00622-0538), en el Banco Popular de Puerto Rico (cuenta corriente 390219805) y Go Fund Me (www.gofundme.com Save SASFAPR / Salva a SASFAPR).