El pueblo continúa de celebración, no solo por la renuncia de Ricardo Rosselló a la gobernanza del país, sino por la unión que lograron fuera de partidos políticos y colores.

Así, nuevamente salieron hoy a la calle, en el décimo tercer día de manifestaciones ininterrumpidas, para abrazarse y reafirma su hermandad. En lo que se denominó como la Cadena Humana, abrazo a Puerto Rico, se unirían unos 34 pueblos costeros, incluyendo Vieques y Culebra, así como sectores de la diáspora en New York.

A la altura del centro comercial Plaza Las Américas se juntaron alrededor de más de una treintena de manifestantes tomados de la mano y recibiendo el apoyo de los conductores que transitaban por el lugar. Esta vez las bocinas no pertenecían a ninguna caravana política.

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“Realmente nos dimos cuenta que esto (la manifestación) no dependía de si el gobernador renunciaba o no, esto va mucho más allá de Ricardo Rosselló. Esto se trata de que la gente comprenda y no se olvide de que unidos podemos lograr todo lo que querramos lograr en este país y es bien importante que eso quede como sembrado en nuestra conciencia porque pasamos décadas de que nos dijeran y que creyéramos que no podíamos. Y pasaron décadas de vivir separados por colores y esta coyuntura histórica que estamos viviendo, esto que pasó con Ricardo Rosselló no se trató de colores, se trató de la unión de un pueblo que exigía justicia”, sostuvo Magdie Reyes Díaz, terapista físico y una de las coordinadoras de la iniciativa.

Unos 34 pueblos costeros se unieron a la cadena humana.

“Nos unimos todos, dejamos las banderas a un lado y alzamos una sola, la bandera de nuestro país y unidos logramos esto y esta convocatoria no se cancela con la renuncia de Ricardo Rosselló. Tenemos que seguir unidos y tenemos que recordar que esta unión es importante”, sostuvo.

El objetivo de la iniciativa consistía en unir de mano a mano a los manifestantes de cada pueblo hasta las 6:30 de la tarde. Cada pueblo debía hacer su autogestión.

Atada de manos a su abuela se encontraba también la joven Dhalma Bayron con sus camisas que leían: “Vengo de una raza brava”.

Bayron, estudiante de medicina con aspiración a convertirse en patóloga forense, asegura que no confía en el gobierno y que no pueden bajar la guardia.

“Nos tenemos que mantener activos, especialmente la gente mayor y joven que ya nos unimos porque esto nos afecta a todos y también tenemos que estar pendiente a la deuda también, que está por ahí, hay que estar pendiente a las decisiones porque esto es algo que nos afecta a todos y hay que luchar por nuestro futuro”, sostuvo.

Para Mariel Torres esta es su participación a una octava manifestación, sin embargo, esta tiene un significado singular.

“Este abrazo es otra manifestación más de pueblo. Logramos sacar a Ricky Rosselló, pero hay que seguir trabajando y luchando contra la corrupción, contra el robo y el pillaje y asegurarnos que aquellos políticos que van a hora a guiar las riendas de este país hagan lo correcto”, dijo.

Otra de las manifestaciones se realizaría cerca del Túnel Minilla, que a su vez conectaría con los convocados en el municipio de Carolina.

En tanto, frente a la cárcel federal se encontraba también una decena de manifestantes, encabezada por la maestra Elsie Román.

Para Román, quien se vistió de blanco invocando la paz para el país, estar en la manifestación es un recordatorio de que la lucha no se acaba.

“Todavía hay asuntos que tienes que prestar atención como pueblo como es la Junta (de Supervisión Fiscal), como a los miembros del gabinete que el pueblo no confía, el deseo de auditar la deuda, que se mantenga el retiro de los empleados públicos tal cual como dice la ley”, indicó Román, quien se jubila este año.

En tanto, la pensionada Sonia Sierra decidió salir nuevamente a manifestarse y unirse a Román. Esta sería su tercera manifestación que apoya presencialmente.

“Estoy en abrazo solidario al pueblo porque es la primera vez que se manifiesta contundente. Causó mucha indignación que se burlaran de las vulnerabilidades que el pueblo estaba pasando y de la gente que es diferente. Fue una falta de empatía”, dijo Sierra en evidente referencia al escandaloso chat de Telegram que el primer ejecutivo mantuvo con sus asesores de confianza y otros exfuncionarios públicos que le costaron sus posiciones gubernamentales.