La cercanía del huracán Irma movió ayer a muchas familias a prepararse con la compra de artículos de primera necesidad, aunque durante un recorrido de Primera Hora, la gente coincidía en que no se había visto ni mucha histeria, ni exageraciones. Hasta ahora.

Sin embargo, ferreterías y supermercados del área metropolitana habían tenido el doble de ventas que si no hubiese estado cerca el fenómeno natural y la tendencia comenzó el jueves dijeron por separado varios gerentes de tiendas.

“Ha estado bastante movido. La gente se está preparando desde bien temprano, ya miércoles y jueves empecé a ver mucho movimiento. Mayormente compran agua, estufitas de gas, cilindros de gas, baterías y en construcción se están pidiendo tormenteras…  no están comprando en exceso, eso es raro”, dijo Manuel Feliciano gerente de una sucursal de la ferretería National en Guaynabo.

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Dijo que los paneles de madera no se están moviendo como otros años, pero sí se estaban llevando muchos cables de tensión.

Además, en el fin de semana se le acabaron los abanicos de baterías.

Rafael Abad fue uno de los que compró cables de tensión para amarrar compresores de acondicionadores de aire que hay en el techo de la casa de su hija. Compró también soga para asegurar una casita con artículos de mantenimiento que ella tiene en el patio y encontró que había poco surtido de accesorios, por lo que entiende que ha habido mucha demanda.

Dijo que ya en su casa tenía “de todo”.

“Con tiempo compramos agua y comida enlatada, nos preparamos. También está lista una planta eléctrica que tenía ya de antes”, dijo el hombre de 79 años quien trabajó por muchos años, precisamente, en ferretería.

Anthony López, gerente general de Costco en Bayamón, dijo que el flujo de personas arrancó el jueves.

“Agua (es lo más que se están llevando). Adicional a eso baterías, están buscando linternas, plantas eléctricas, comidas enlatadas pero el principal ítem es el agua ahora mismo”, dijo mientras las personas llenaban sus carritos con cajas de galones de agua y a las 11:30 ya se les había acabado el vagón que trajeron y esperaban uno adicional en horas de la tarde.

Tan solo el sábado se vendieron 14 vagones con cajas de agua, informó.

Del martes en adelante esperan reabastecerse en grande ya que el lunes es feriado y los puertos estarán cerrados.

Llegaron hasta los comercios para buscar artículos de primera necesidad.

Las plantas eléctricas que tenían disponibles también se vendieron todas aunque del mismo modo esperan la llegada de múltiples unidades nuevas para el lunes.

“Entiendo que la gente está tomando precaución por lo que pasó con Harvey. Estamos saliendo de Harvey así que muchas personas lo tienen en su mente fresco … entiendo que eso alertó mucho a la ciudadanía de Puerto Rico y fue catalítico para que las personas empezaran a hacer las compras que están haciendo desde el jueves”, expresó López.

Jose Castañeda dueño supermercado Mi Gente UMBO en Puerto Nuevo también vio un 200% de mayor venta principalmente en agua.

“Lo que he visto es que la gente se ha anticipado y ha comprado con tiempo. La llegada ha sido continua y no ha sido tan desesperada ha sido hasta ahora más calmado y la gente está viniendo desde ya”, declaró.

Lizaida Rodríguez, de 43 años y residente de Guaynabo, dijo que acababa de llegar de viaje y se lanzó hoy a prepararse principalmente por su niña de dos años y medio. En su carrito llevaba seis cajas de agua.

“Esta mañana chequee y me preocupa la trayectoria porque es un fenómeno natural y uno no sabe para dónde puede coger y que a última hora no pase como con Georges, que me quedé semanas sin luz y no había agua y eso fue a última hora que decidió (cambiar el rumbo) y nos partió en dos”, indicó.

Sonia Meléndez Trinidad indicó que no ha querido dejar nada para último minuto “porque después no encuentras nada y viene el desespero. Es mejor precaver que tener que remediar”.

“Estoy buscando una estufita de gas, estoy buscando velas. Ya compré agua, baterías para linternas comidas enlatadas, ya desde ayer estoy comprando todo eso y preparándome… tengo mis animalitos ya les compre también a ellos y a los del vecino que se los estoy cuidando. Siempre me he preparado igual”, afirmó.

Y aunque el Río Puerto Nuevo que da detrás de su casa, como vive en un segundo piso espera no tener mayores problemas.

De todos los entrevistados solo uno confesó sentir un poco miedo: Jadbriel Castro Cruz, 10 años, residente de Carolina.

“Si el huracán viene no puede llevar las casas… mi mamá me dice que esté tranquilo y ya compró galletas, comida enlatada, abanicos de batería, flashlight y esas cosas”, relató al tiempo en que dijo que lo próximo era comprar comida para su perrito.