Saldar deudas, donar a hospitales y un vuelo de ida. Si la dicha es buena, estas son las metas principales de los boricuas deseosos de pegarse con el premio de los $1,200 millones del Powerball que se sorteará mañana, miércoles.

Así lo confirmó Bengie Rosario, de 75 años y residente de Bayamón, quien suele jugar la Lotería Electrónica con cautela, aclarando que se cuida de jugar mucho para evitar convertirse en un “vicioso después de viejo”.

“Si me pego, (quiero) salir del hoyo y sacar del hoyo a mis hijos”, dijo al resaltar que es padre de tres y tiene 12 nietos. “Sacarlos del hoyo con la misericordia de Dios y ayudar también, porque tengo que ayudar al Hospital del Niño, por lo menos con medio milloncito de pesos. Te lo digo sin embustes, porque eso es así. Y ayudarte a ti, si te encuentro”, prometió.

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Esta no es la visión de Ernesto Cruz, pues aseguró que lo primero que haría es comprar un pasaje para un destino lejos de la Isla. Aunque aún no sabe a dónde iría, sí afirmó que no tendría fecha de regreso.

“¿Qué tú crees? Sí te digo una cosa, si me pego, lo primero que voy a hacer es que no voy a llegar a casa. Me voy de aquí, porque esto está to’ chavao. (Donde sea), menos aquí”, adelantó entre carcajadas al indicar que a sus familiares “después los mando a buscar, si acaso me acuerdo”.

Por su parte, la toabajeña Raquel Oquendo anhela apoyar monetariamente el sueño de cuatro de sus siete nietos, quienes se proponen culminar estudios en medicina para convertirse en doctores. “(Si me los saco, sería) para los estudios de mis nietos (y) para que vayan a la universidad. (También), para mi hijo que vive en Orlando, que se compre su casa”, anheló justamente después de comprar el boleto de $4.

Además de beneficiar a sus siete nietos y tres hijos, Oquendo dijo que haría una aportación al Centro Médico, en Río Piedras, específicamente a la unidad de neurocirugía que “han ayudado” con las intervenciones quirúrgicas de uno de sus tres hijos, que es discapacitado.“Yo ayudaría a mucha gente. A Centro Médico, yo le compararía equipo, porque tengo un hijo discapacitado y yo le agradezco mucho a Centro Médico que me ha dado la ayuda con él”, dijo la señora de 67 años.

“Hay que uno ayudar para recibir, aunque yo lo hago no esperando nada a cambio, pero si se le da a uno, compartir la suerte”, concordó la bayamonesa Cristina Sánchez, a quien también le gustaría pagar una operación que necesita su mamá.

Para Nilsa Cotto, el incentivo millonario serviría “pa’ saldar deudas”. Sánchez coincidió y adelantó que sería un alivio para “pagar las deudas, pagar los préstamos estudiantiles -vamos a ver qué es lo que pasa allá con lo de los préstamos- y hacer un nuevo cambio en mi vida, invertir el dinero (y) ayudar a los que pueda”.

Aunque no abarrotadas, en las filas que observó este medio se mantenía un flujo constante de clientes en busca de la suerte. Empleados que prefirieron permanecer bajo anonimato aseguraron a este diario que vendieron “un montón” de boletos durante todo el día de ayer y que, desde esta mañana, las filas no han estado vacías. Resaltaron, además, que la diferencia de ventas fue mucho más significativa que cualquier otro día.

Los que este martes compraban boletos del Powerball eran mayormente adultos y adultos mayores, pero variaban entre jugadores veteranos y algunos que, atraídos por el gran premio, se atrevieron a probar su suerte, aunque no lo acostumbran a hacer.

“(Yo compro) de vez en cuando, si el premio está alto a tirar la suerte a ver si gano algo”, comentó Sánchez.

Cifra histórica

El “jackpot” de Powerball aumentó a $1,200 millones, ya que nadie se ganó los $1,000 millones sorteados el pasado lunes. Los números ganadores del sorteo fueron: 13, 19, 36, 39, 59 y el bolo rojo con el número 13. El ganador de los $1,200 millones tiene la opción de recibir sus ganancias a través de 30 pagos durante 29 años o un pago único en efectivo de $596.7 millones.

Este premio sería el segundo más grande en la historia de Powerball y el cuarto premio mayor en la historia de la lotería de Estados Unidos. Fue en el 2016 que se estableció el récord mundial con el premio de $1,586 millones ganado por tres jugadores en California, Florida y Tennessee.

Entretanto, los premios mayores que se han vendido en Puerto Rico fueron de $564.1 millones en el 2015 y otro de $50 millones ese mismo año. También se reclamaron 12 premios de $2 millones entre los años 2014 y 2022 y hubo otros dos premios de $1 millón cada uno, entre los años 2016 y 2018.

Los boletos de Powerball se venden en 45 estados, en el Distrito de Columbia, en las Islas Vírgenes americanas y en 2,100 puntos de venta alrededor de Puerto Rico.