Aibonito.- Las estadísticas lo comprueban, al boricua le encanta el huevo.

Según el Departamento de Agricultura (DA), en la Isla se consumen  54,930,131 de docenas de huevos anualmente. 

Sin embargo,  estos números no reflejan la realidad del sector local cuya existencia está en la cuerda floja  pues actualmente solo produce  12 millones de docenas de huevos al año.

Ante este panorama, el DA, algunas cadenas de  supermercados  y los avicultores están dando la milla extra para proteger la producción del País.

Y no, no piense que el esfuerzo solo obedece a un interés patriótico de salvar el producto local y los empleos que produce pues, según el DA, su presencia obliga a que se ofrezcan mejores precios al consumidor.

A juicio de Manuel Crespo, secretario auxiliar de innovación y comercialización de Agricultura,    es un peligro que esta industria desaparezca.

“El peor escenario para el pueblo puertorriqueño es perder la industria del huevo, porque si no hay presencia del huevo local o de nuestros productos, el precio  lo determinan los distribuidores o la cadena al final y vamos a pagar un mayor precio. La presencia de nuestro producto obliga a que se ofrezcan precios competitivos”, explicó Crespo.

El experto recomienda que el consumidor  exija la presencia del huevo del País en las góndolas y lo patrocine.

Como parte de sus programas Agricultura tiene varios subsidios e incentivos para la producción y expansión de granjas. Crespo añadió que actualmente se están evaluando más iniciativas para darle apoyo a los productores locales. 

“Con los ajustes fiscales que se han hecho el Departamento le está dando prioridad a todo aquello que envuelva producción y este tipo de proyecto es atractivo porque en esta industria hay un espacio para crecimiento. Sabemos que ese espacio lo tiene que batallar el productor y esos escenarios requieren que en estas situaciones cuando el precio para el productor se reduce hay que crear estrategias para ir a otros mercados”, dijo Crespo.

Otro recurso que está evaluando el ente gubernamental son los mercados agrícolas regionales, en los que le entregan $4 a personas que benefician y éstos tienen que comprar solo productos del País.

Los avicultores también meten mano

Por su parte, Robert Miller, propietario de Granja Asomante, una de las más antiguas de la Isla, ya que comenzó operaciones en 1954, expresó que ni la competencia ni el estado actual de la industria le meten miedo.

Miller indicó que tiene interés de expandir su producción actual en Aibonito, que representa aproximadamente el 15% del producto local. La ampliación le permitiría producir 900 cajas semanales más. 

“No se le puede coger miedo, hay que tratar, hay que buscar la manera de hacerlo”, dijo Miller quien emplea a 20 personas.

Sobre el mercado manifestó  que los productores ya están  acostumbrados a las altas y bajas de la industria. Pero este año considera que ha sido el peor debido a la sobreproducción de huevos que hay en los Estados Unidos, lo que ha propiciado que los precios de estos  productos importados sean muy bajos.

“En lo que va de este año hay unos importadores que han entrado 4,000 cajas más de Semana Santa para acá, de lo que entraban en años anteriores. Cuesta menos el huevo importado y el costo de nosotros no varía, porque tenemos que importar el alimento y todo”, explicó Miller.

Destacó que la sobreproducción de este año se debe a que en Estados Unidos se controló completamente la gripe aviar, y aumentó su producción.

“La gripe aviar terminó ahora básicamente en Semana Santa. Antes de eso los productores de huevos de Estados Unidos tenían unas 280 millones de gallinas en producción, ahora tienen 293 millones de gallinas. Mucha de esa producción entró a producir de cantazo. La gallina normalmente pone 10 por ciento de sus huevos de tamaño mediano y en Estados Unidos no hay mercado para huevo mediano”, indicó Miller.

La sobreproducción ha provocado que en las góndolas de los supermercados y mega tiendas  se encuentren  siete docenas de huevos por $5 y  18 huevos por $1.23, precios con los que  a los productores locales se les hace difícil competir.

“A pesar de que nuestros productores estén buscando precios competitivos para ofrecerlos a las diferentes cadenas o suplidores, ellos al final de la cadena reconocen que el consumidor va a pagar un mayor precio por el producto de aquí. Ahora mismo se puede encontrar una docena del país a $3, mientras que tienes a la importada a $1.50. Ese escenario no es cónsono con lo que queremos”, señaló Crespo.

Esta situación se suma a que el verano es la época más lenta para la industria, pues al estar cerrados los comedores escolares hay menos demanda.

Una época de gloria

Miller recuerda que a finales de los 80 existían cerca de 200 productores locales de huevos. Luego, en 1998 el paso del huracán George, dio un golpe a dicha industria y desde entonces ha sido más marcada la disminución de las granjas del País al punto que hoy día quedan 11 y una de ellas no esta operando por problemas con la reglamentación de la Junta de Calidad Ambiental.

“Esta industria siempre está decreciendo. El pico de las gallinas en Puerto Rico fue cerca de los años 90 cuando había 1,100,000 millones de gallinas en producción y ahora quedan como 500,000”, dijo Miller.

El productor aseguró que un cambio de reglamentación dio pie a que más huevos se importaran, lo que dio brecha a que iniciara el deterioro de la industria.

Otros esfuerzos

Mientras, cadenas de supermercados como Econo y Selectos  también están aportando su granito de arena por medio de acuerdos con los productores de aquí para aumentar la presencia del huevo del País  en sus góndolas.

A su vez, el DA evalúa hacer una campaña de promoción para los huevos locales durante verano, ya que es la época en que más se afecta. Generalmente una vez las clases comienzan, la industria se empieza a estabilizar.

“En esos meses comienza a mejorar todo porque en diciembre también se venden más huevos, ya que la gente prepara más recetas con huevo como bizcochos, flanes,  pues llega la Navidad. El huevo es la pega de la comida”, destacó Miller.