La población latina en los Estados Unidos y Puerto Rico está enfrentando una situación de endeudamiento, que se agudiza aún más en las y los adultos mayores de 50 años, según reveló una reciente encuesta de la organización AARP, entidad sin fines de lucro dedicada a promover el bienestar y calidad de vida de las personas mayores de 50 años.

De acuerdo con Gilberto Cabrera, asesor de relaciones externas y portavoz de AARP, “los latinos estamos, tristemente, cada vez más endeudados”, por razones tales como la pérdida de empleo, los altos costos relacionados a la salud, la inflación o la falta de disciplina al manejar el dinero.

“Es muy triste ver como cada día la situación de la deuda entre los latinos es más crítica. Cuando se trata de muchísimos latinos en todo el país, según datos de nuestra más reciente investigación en AARP, estamos muchos latinos, en especial los mayores de 50 años, gastando más de la mitad de nuestro salario en pagar deudas mensualmente”, sostuvo Cabrera.

Con un panorama así, agregó, las personas no tienen dinero para ahorrar para enfrentar alguna emergencia o para la jubilación, y “es una situación muy seria”, que se exacerba todavía más por “situaciones como, por ejemplo, la pérdida del empleo, los problemas de salud o la inflación”.

Cabrera explicó que la investigación que arrojó ese preocupante resultado abarcó a latinos en general de todo el país, entiéndase los cincuenta estados más Puerto Rico.

En el caso de Puerto Rico, una jurisdicción que está enfrentando un envejecimiento acelerado de su población, esta tendencia debe preocupar todavía más, toda vez que se advierte que está impactando con más severidad a las personas mayores de 50 años.

“Estas personas que se están jubilando endeudadas, imagínate, cómo van a poder esas deudas cuando están cerca de la jubilación. O sea, tienes que seguir trabajando, tienes que seguir con las botas puestas para tratar de solventar tus gastos, porque lo que vayas a tener no te va a poder ayudar si la mitad de tu salario se te va en pagar deudas”, explicó el funcionario de AARP.

Esas deudas, agregó, están mayormente en tarjetas de crédito. De hecho, son las más comunes entre los latinos de 50 años o más, y dos de cada tres transfieren esa deuda de mes a mes. Es decir, “hacen el pago mínimo para no pagar tarde, para no estar en mora, pero transfieren ese balance, ese saldo de mes a mes”, y eso conlleva a que, aunque eventualmente va a poder pagar la deuda completa haciendo el pago mínimo mensual, terminará pagando una cantidad de dinero altísima en intereses, “y te puede llevar fácilmente más de una década amortizar la deuda completa”.

De acuerdo con la investigación, una de las razones que lleva a este endeudamiento es que “hay muchísimas personas afectadas con males de salud serios. Esas deudas médicas también se acumulan a un nivel espantoso. Sabes que cuando, Dios no quiera, te da una enfermedad grave, los costos, cuando no tienes seguro, y aun si tienes seguro, los copagos que tienes que hacer a veces son altísimos”.

Por otro lado, también está la situación de pérdida de empleo y el trastoque que trae la inflación.

“La inflación continúa subiendo y es un problema para muchísimos latinos. La situación es tal que hay gente que tiene que comprar cosas, como víveres, artículos de primera necesidad, con tarjetas de crédito. Y cuando tienes que hacer eso estás pagando interés sobre interés en víveres”, lamentó.

“Y hay personas que sacan de una tarjeta de crédito para pagar la otra. Es, como dice el dicho folclóricamente, robarle a Juan para pagarle a Pedro. Estás haciendo un hueco para tapar el otro, y en ningún momento vas a salir adelante”, insistió.

Por otro lado, aunque el acceso a crédito puede facilitar las cosas, “es un arma de doble filo”, que, si no se utiliza de manera disciplinada, va a llevar a un callejón sin salida. Cabrera comentó que, además de que las deudas con tarjetas de crédito, que son las más comunes y que tienen dos de cada tres latinos, también están los préstamos para a automóviles e hipotecas.

“Más de uno de cada tres tienen préstamos para automóviles, y en muchas ocasiones automóviles de alta gama, o automóviles que quizás son demasiado costosos para su presupuesto”, detalló.

Asimismo, “uno de cada tres latinos tiene deuda por hipoteca”.

Por otro lado, “los latinos que tienen estas deudas, dicen que pedir préstamos es necesario, pero también es muy arriesgado. Es una herramienta de doble filo, porque endeudarse es la única manera en que podemos comprar una casa, o un automóvil, o pagar por la universidad de nuestros hijos. Ese acceso a crédito es muy bueno, porque nos ayuda a poder adquirir estas cosas, pero es un arma de doble filo porque terminamos pagando deudas sobre deudas, sobre deudas, y no podemos ahorrar ni para jubilación, ni para emergencias, ni para vacaciones ni para nada. Estamos todo el tiempo tratando de mantener la cabeza fuera del agua, siempre con el agua al cuello”.

En aras de ayudar a manejar estos problemas financieros, Cabrera comentó que en AARP tienen una herramienta gratuita, en español, que está disponible para cualquier persona, sin necesidad de ser miembro de AARP, que se llama “moneymap”, y que “te da la capacidad de poner ahí todos sus gastos e ingresos, y tratar de diseñar un presupuesto realista y que puedas seguir”. La herramienta está disponible en la página aarp.org/moneymap, y de igual forma en el portal aarp.org/espanol hay muchísimos consejos para las personas adultas mayores, sobre finanzas, sobre retiro, cuidado de personas adultas y más.

“Esto pues obviamente requiere de mucha disciplina, porque a todos nos gusta darnos un gusto, salir con los amigos a darnos un traguito, salir con la señora a cenar, ir al cine, porque en últimas la vida también hay que tratar vivirla y disfrutarla. Sin embargo, hay que ser un poquito más disciplinados. Si, por ejemplo, tienes la costumbre de salir todos los fines de semana a tomar un trago o a salir con tu familia, pues tratar de buscar cómo hacer actividades en casa con la familia, recreativas que no cuesten tanto”, comentó.

Puso el ejemplo de una familia de cuatro que salga a comer en un restaurante promedio, algo que en estos momentos puede costar fácilmente $125 a $150. Eso termina siendo unos $600 al mes. “Si tú logras apretarte el cinturón, y salir una sola vez al mes, te estás ahorrando $450, que puedes tratar de utilizar para ahorros, para amortizar una de tus deudas, para pagar un poquito más del pago mínimo requerido en la tarjeta de crédito”.

“Es cuestión de tener un poquito de disciplina. Ahorrar así sea $5 o $10 semanales. Lo que puedas, cualquier cosita. Lo más importante es acostumbrarse a ahorrar. Cuando tienes ese hábito de ahorrar, es más fácil”, insistió.

Otra sugerencia que hacen es pagar en efectivo, porque “es más impactante cuando ves que el dinero, los billetes, se te van de la mano, y dices, ‘wao, esto es dinero mío’, pero cuando está pagando con la tarjeta, cuando das el tarjetazo, es mucho más sencillo, es intangible de alguna manera”.

Cabrera alertó además a evitar aquellos préstamos en que, por ejemplo, se adelanta el dinero del salario, o de la devolución de impuestos, “pero te cobran unas cantidades de intereses enormes, altísimas, y ay de ti si no les pagas. Hay que tener muchísimo cuidado con eso, porque este tipo de personas se aprovecha de la necesidad de las personas. Y es muy triste eso”.

De igual forma, comentó que hay organizaciones sin fines de lucro que ayudan a la persona a tratar de diseñar un presupuesto, o incluso cuando estás en una situación difícil interceden en tu nombre con las organizaciones crediticias. Sin embargo, recomendó “tener muchísimo cuidado en la manera que uno busca ese tipo de organizaciones, porque hay unas que son deshonestas, y te piden toda tu información personal, tu número de seguro social, tu dirección, y terminan robándote tu identidad y abriendo cuentas a tu nombre, y terminas en un hoyo más profundo del hoyo en que estabas. Así que hay tener muchísimo cuidado con eso, y buscar las organizaciones que estén ya acreditadas por el gobierno y demás”.

“Hay que tener la mayor cantidad de disciplina posible en los gastos, sobre todo en estos tiempos tan inciertos económicamente para tantas personas. Hay que cuidara cada centavo, cada dólar”, insistió Cabrera.