Carmen Yulín Cruz se convirtió, queriéndolo o no, en un “trending topic” en la red social Twitter cuando criticó abiertamente las labores de respuesta del gobierno estatal y federal a la crisis humanitaria que ha dejado el huracán María.

La crítica de la alcaldesa de San Juan le valió un insulto de parte del presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, y elogios y expresiones de famosos de Hollywood y políticos estadounidenses. Pero sobre todo, el careo con Trump se tradujo, ayer, en nuevos envíos de alimentos por parte de la Agencia Federal para Manejo de Emergencias (FEMA en inglés) y en la llegada de más donaciones de empresas privadas, como Goya y Suiza Dairy, entre otras.

Ayer, desde el centro de acopio que Cruz ha organizado en el coliseo Roberto Clemente en Hato Rey, celebraba que, por fin, podrá hacerles una “comprita” a las cientos de familias que perdieron sus pertenencias o sus hogares en la ciudad capital y anticipó que en la medida que pueda, lo que reciba en la operación que ha organizado, lo compartirá con otros ejecutivos municipales en iguales o mayores aprietos tras el azote del ciclón.

“Esta recuperación tiene que empezar de los municipios hacia arriba”, dijo Cruz a este medio.

Todavía entre heces

A casi dos semanas del huracán María, en el San Juan que los ojos del mundo perciben como un lugar de prosperidad en el Caribe, hay cuatro comunidades donde el nivel de las aguas mezcladas con excrementos no ha bajado, dijo Cruz. Son Playita, Shangai, una parte de Barrio Obrero y la urbanización Ocean Park. 

Según Cruz, aunque se puedan activar las bombas para extraer el agua de la zona, el nivel del mar no ha retrocedido por lo que el líquido que se bombea, regresa.

Al menos 500 familias en esas comunidades experimentan una situación crítica. En tanto, un recorrido de la alcaldesa por las comunidades del llamado G-8 apunta que 57 familias quedaron sin techo.

Aun quedan 159 refugiados, de 1,265 que buscaron cobijo, en los albergues habilitados por el municipio sanjuanero.

Daños: $20 millones

Aunque los percances ocasionados por el ciclón en San Juan no necesariamente resultaron en los destrozos que se aprecian a simple vista en la zona este o central de Puerto Rico, Cruz explicó que el municipio se encuentra entre la espada y la pared, debido a la gran cantidad de recursos que se han invertido para atender la emergencia. 

Aseguró que el municipio empleó $14 millones para responder a la crisis que dejaron los huracanes Irma y María, por lo que confía en que FEMA pueda pagar tales gastos.

De esa cifra, aguarda por casi $2 millones de los primeros reembolsos solicitados a la agencia federal.

El mejor ejemplo del cuadro capitalino podría encontrarse en los centros de cuidado diurno que administra San Juan.

Al menos, la mitad de los llamados Head Start que administra San Juan podrían reabrir para mediados de noviembre próximo, dijo Cruz.

“Cajitas” sanjuaneras

Lo inmediato, sin embargo, es dar de comer a la gente.

Las cajas de alimentos que FEMA distribuye tienen en su mayoría snacks, según lo describió Cruz, y suelen llevar comida para un día. 

A juicio de la alcaldesa, no hay esfuerzo logístico que permita llevar comidas a miles de personas diariamente, por lo que el centro de acopio reorganiza los suministros y los combina con productos enviados por las empresas privadas.