A tono con la celebración del mes contra el maltrato infantil, la Casa Ramón en Juncos abrió esta semana las puertas del primer Centro de Apoyo Integral a la Niñez y las Familias (CEDAIN), donde “con mucho amor y alegría” esperan brindarles a 117 niños y 63 madres de las comunidades rurales junqueñas un futuro lleno de oportunidades. Esperan que este sea el primero de varios centros que aspiran abrir en otras áreas de la Isla.

El fundador y director de la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud, Marcos Santana Andújar estableció que el propósito de la creación de este centro pionero viene por la promesa que su organización le hizo a los niños hace nueve años, cuando fue fundada. Pero, sobre todo, por las necesidades de las familias en comunidades rurales.

“Les habíamos prometido a los niños del País acceso a oportunidades. Y, hace un año, en plena pandemia, empezamos brindando estos servicios en carpas a las familias. Ahora, con mucho amor y alegría, decidimos estructurarlo mejor, con más espacio digno para los niños. A diferencia de otras iniciativas, una de las particularidades es que este servicio está anclado y basado en las familias y en la comunidad”, explicó Santana, quien dijo ser producto de un albergue, por lo que ha estado “muy cerca del dolor y de la experiencia traumática de la violencia y de la precariedad y de la falta de accesos a servicios”.

En este Centro, la Red espera poder atender las necesidades que evidenciaron luego de realizar un estudio en varias comunidades junqueñas como el barrio Piña, La Hormiga, La Central, Portales y el sector de Las 400 que pertenece a Juncos.

“Cuando comenzamos a repartir comida en la pandemia nos percatamos de la gran cantidad de niños en edad temprana que había y madres muy jóvenes. Así que además de las comidas, empezamos a añadir otros componentes, trabajo social, psicología, nutricionistas y enfermeros. Además, se hizo un estudio de necesidades, casa por casa, y el Centro surge de las necesidades de esa comunidad”, detalló el director de la Red.

Según Santana, el Centro estuvo establecido en carpas desde inicios de la pandemia y durante todo este año operaron en carpas con fondos privados.

“No tenemos fondos del gobierno. En este primer año hemos trabajado con apoyo privado y donaciones, y hemos visto cambios significativos. Por ejemplo, sobre el 50% de los niños mejoraron su nutrición, es decir llegaron al programa o bajo peso o sobrepeso y hemos logrado que se estabilicen, y el 100% de las mamás que inician el programa culminan el año. Así que queremos darle continuidad porque estamos supereguros del poder que tiene la niñez para transformar las situaciones que tiene la comunidad. Vamos a tener menos incidentes de violencia y comunidades más seguras. Así que tenemos que comenzar a invertir desde esa edad”, recalcó Santana, quien es trabajador social.

Entre sus ofrecimientos, el Centro tiene cinco espacios de juegos terapéuticos para la niñez, algunos con personajes de grupo infantil Atención Atención. Además, brindan servicios de psicología, trabajo social, enfermería y nutrición. También cuentan con una sala educativa donde las familias tienen acceso a la tecnología y un comedor comunitario.

“Esos 117 niños y sus 63 madres no tienen que moverse de su comunidad para tener acceso a servicios multidisciplinarios de intervención temprana, educativos, psicológicos, de trabajo social, enfermería y nutrición”, sostuvo.

Según Santana la próxima meta de la organización es poder impactar a otros sectores y pueblos de la Isla con esta iniciativa y así cumplir su promesa a toda la niñez puertorriqueña.

“Nosotros, en la Red por los Derechos de la Niñez, ya trabajamos apoyando albergues de niños y otros centros en 32 municipios. Este modelo del Centro de alternativas que está en Juncos, queremos replicarlo. Hay planes de expansión y ya estamos trabajando en otras comunidades, como en Ponce donde estamos después del terremoto. Estamos haciendo estudios de necesidades para ver la viabilidad, pero el gran reto son los recursos. Necesitamos que la gente se involucre y nos pueda apoyar con su tiempo como voluntarios o haciendo una pequeña donación. Lo que sí tenemos claro es que la promesa que les hicimos a los niños se la vamos a cumplir, los recursos los conseguiremos en el camino”, culminó Santana.

Para colaborar con la encomienda de la Red por los Derechos de la Niñez, pueden hacer sus donativos a través de ATH móvil en la sección de “Donar”, donde los encuentran como Albergues PR, también a través de Pay Pal o en su página web www.niñezpr.org.