Pablo Casellas Toro, hallado culpable por el asesinato de su esposa Carmen Paredes y quien fue ingresado en la cárcel 501 de Bayamón desde el pasado 23 de enero, tuvo que ser atendido hoy, lunes, en el Hospital Psiquiátrico Correccional, en Río Piedras, según trascendió esta noche.

Aunque el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) no negó ni confirmó la información sobre el traslado urgente de Casellas Toro al Hospital Siquiátrico Correccional, imágenes difundidas por Wapa Televisión presentaron al excorredor de seguros cuando era movido de prisión esta noche.

Temprano al anochecer, el licenciado Arturo Negrón García negó que Casellas Toro fuese llevado a un hospital psiquiátrico por una crisis de salud mental y/o emocional. El letrado, quien figuró en el equipo que lo defendió en el juicio que culminó con un fallo en su contra, aseguró que su cliente fue llevado al hospital, pero luego lo reingresaron a Bayamón.

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“Hoy Pablo Casellas se sintió mal. Lo llevaron al hospital, pero ya está de vuelta en la institución. No tiene nada que ver con un hospital psiquiátrico”, indicó a este medio Negrón García poco antes de las 7:00 p.m. Más tarde en la noche, el letrado no respondió nuevas llamadas.

En las imágenes transmitidas por Wapa Televisión se aprecian dos guardias penales en la cabina de una guagua blanca y en uno de los asientos un confinado que luego fue captado de espaldas entrando caminando al Hospital Siquiátrico Correccional y que ha sido identificado como Casellas Toro. El noticiario indicó que el evento ocurrió cerca de las 8:00 p.m.

La situación surge justo a tres días de la vista de lectura de sentencia por los delitos por los que un jurado lo encontró culpable. En una decisión de 11-1, el panel de ciudadanos compuesto por seis hombres y seis mujeres encontró a Casellas Toro culpable por los cargos de asesinato en primer grado, violación a la Ley de Armas y destrucción de evidencia. Su decisión fue anunciada el 22 de enero, a las 9:40 p.m. Esa audiencia de lectura de sentencia, en agenda para el 6 de febrero, podrá ser grabada y difundida en vídeo, según autorizó el Tribunal Supremo ante un reclamo de los gremios periodísticos.

 El hospital siquiátrico del sistema correccional es operado por Correctional Health Services (CHS, por sus siglas en inglés). Cualquier confinado estatal que se determine que necesita atención psiquiátrica urgente suele ser movido a las citadas instalaciones donde siquiatras y personal especializado labora las 24 horas.

Cuando se preguntó sobre el ingreso de Casellas Toro a la citada institución médica, el portavoz del DCR, César Fiallo, dijo a este medio que "por disposiciones de la Ley Hippa (Health Insurance Portability and Accountability Act) no podemos revelar detalles médicos de nuestros internos".

Además, Fiallo sostuvo que "por razones de seguridad, no podemos divulgar información sobre traslados de confinados".

Más temprano, Fiallo dijo que que el DCR no brindará información adicional a la ya ofrecida sobre Casellas Toro. Se refirió a un comunicado de prensa emitido el pasado viernes para asegurar que ese confinado es tratado al igual que el resto de la población penal.

En el citado comunicado, el titular del DCR, José Negrón Fernández, reafirmó que en el sistema penal no se le otorgan privilegios a Casellas Toro. Al mismo tiempo, el funcionario advirtió que se expone a sanciones cualquier empleado correccional que suministre información sobre el citado prisionero.

Desde que ingresó al sistema penal, en la noche del 22 de enero, cuando fue llevado a la prisión 705 y luego a la cárcel 501, fuentes aseguraron que Casellas Toro recibió privilegios o trato especial que incluyó permitirle un televisor de pantalla plana en su celda y otras comodidades, lo que ha sido negado categóricamente por Negrón Fernández.