Más de 40 barberos se unieron en la tarde de este lunes para celebrar el “retiro digno” de Santiago “Chaguito” Miranda, quien se dedicó por más de 62 años a recortar los cabellos de cientos de hombres, mujeres y niños desde su taller en el pueblo de Gurabo.

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El homenaje en vida a don “Chaguito” tomó lugar en la plaza pública del “Pueblo de las Escaleras”, donde varios de sus colegas, clientes y familiares llegaron para festejar su impresionante trayectoria que empezó a los 19 años junto a su socio y amigo, Cruz “Crucito” Rosa.

Obed Sanjurjo, dueño de Barberos Barbería Tradicional, explicó en entrevista con Primera Hora que la actividad que coordinó con sus colegas tuvo el fin de honrar el legado que dejó el peluquero de 81 años, quien se vio obligado a dejar su silla tras sufrir un percance de salud, que lo dejó por 20 días en cuidados intensivos en junio de este año.

Sin embargo, este asegura que al ver el interés que se dio en decenas de sus compañeros, el grupo buscó la ayuda de la alcaldesa Rosachely Santana, quien adoptó la iniciativa tras reconocer lo fundamental que era reconocer el esfuerzo de “Chaguito”, que llegó a trabajar de manera voluntaria en hospitales, hogares y centros de cuido prolongado, así como embellecer las melenas de menores con diversidad funcional.

“Don Chaguito es el pilar de todos nosotros. En su barbería, con su compañero Cruz, fue donde tuve mi primer recorte hace más de 46 años. Y eso, para mí, que soy barbero hoy día, sé lo significativo que es contar con alguien como él”, manifestó Obed.

Por su parte, Yari Boria Miranda, nieta de “Chaguito”, expuso que el tributo ha llenado de mucho orgullo a la familia, comprobando que su bondad y pasión nunca fueron en vano.

“Él nunca se detuvo, él no tuvo un día libre porque, para él, su pasión era eso”, indicó Boria Miranda, quien manifestó que su abuelo se retiró cobrando $7 por recorte, porque pensaba que la cifra era alta.

“De corazón, él es muy bondadoso. Y hoy, hay mucha gente dándole algo a cambio porque él sembró para esto”, sostuvo.

La actividad, en la que llegaron decenas de sus antiguos clientes, contó con un concierto de trova dedicado al legado del estilista y un retiro “simbólico”, donde un barbero se montó a la tarima para ofrecer sus “últimos” recortes antes de colgar su capa y delantal.