La bandera de Puerto Rico usada ahora por anexionistas, colonialistas y hasta en campañas de publicidad costó sangre y sufrimiento a puertorriqueños que la usaron y defendieron a pesar del castigo y persecución a los que les sometía el Estado, recordó ayer en Manatí el profesor Joaquín G. Chévere Rivera, durante la celebración de los 120 años de la creación de esta insignia.

Para no olvidar el precio pagado, para que nadie piense que usar libremente la bandera de nuestro país llegó de manera gratuita y como una manera de honrar a su creador, Antonio Vélez Alvarado, se constituyó la Asociación Manatieña Amigos de la Bandera, que desde la década del 90, celebra de manera oficial el aniversario de la Monoestrellada, señaló el maestro cagüeño.

“Ellos se han dado a la tarea de continuar una tradición histórica que viene desde la década del 30, para ser exactos desde el 33, que el Partido Nacionalista comienza esta tradición de honrar la memoria de ese gran manatieño”, indicó Chévere Rivera.

La Asociación llevó una ofrenda floral a la tumba de Vélez Alvarado en el cementerio histórico de Manatí; luego, marcharon hasta la parroquia El Salvador, donde el sacerdote Luis Vázquez, a quien sus feligreses llaman padre “Quiu”, ofició una misa y, después, la marcha continuó hasta la Plaza de la Historia, donde está el busto en honor al creador de la bandera.

Una enorme bandera fue desplegada en el mismo centro de la parroquia El Salvador. Durante la misa, el padre Quiu recordó a los presos políticos y oró por su pronta libertad. Asimismo, solicitó rezar por que las futuras generaciones lleven con la misma dignidad esta bandera que simboliza el sacrificio de puertorriqueños de siglos anteriores.

“Honramos la memoria de Antonio Vélez Alvarado y de los cientos de puertorriqueños que la han honrado, que han sufrido persecución, cárcel y muerte”, dijo Chévere Rivera. “Esas décadas del 30, 40 y 50 fueron terribles, encarcelamientos y Ley de Mordaza, pero la gente ahí insistía, por lo menos, nosotros, los independentistas, en mantener esa defensa y la represión no pudo”, agregó.

Para Chévere Rivera, quien fue el orador principal de la actividad celebrada ayer frente al busto de Vélez Alvarado, la bandera, más que un emblema de representación nacional, es un símbolo de lucha por la libertad de Puerto Rico.

El profesor señaló que mientras Vélez Alvarado estaba exiliado en Nueva York debido a la persecución que era objeto por ser independentista, le surgió la idea de invertir los colores de la bandera de Cuba para crear la de Puerto Rico. Muchos independentistas puertorriqueños luchaban solidariamente por la independencia de Cuba y esa bandera era un símbolo de libertad de ambos países caribeños.

“Por el mero hecho de tener una bandera de Puerto Rico, era objeto de persecución, se carpeteaba, perdían los trabajos, si tenían solicitud de becas, no se las daban. Le hacían la vida difícil, era un subversivo”, dijo el orador.

La peor parte vino a finales de los 40 y se extendió a la década de los 50, cuando se impuso la Ley de la Mordaza, que convirtió en delito cualquier expresión que simplemente fuera interpretada como un mensaje o símbolo separatista.

“Se llenaron las cárceles de cientos de puertorriqueños. Resumiendo, esa bandera ha costado sangre, sacrificio y persecución”, mencionó Chévere Rivera.

Las actividades de esta jornada, organizada por la Asociación, continuaron anoche cuando se les rindió homenaje al actor Luis Enrique Romero Marrero y al profesor José Núñez Martínez, dos manatieños destacados en la lucha independentista.

La jornada cerró con música en la plaza de recreo de Manatí.