Los Centros de Salud Integral de la Montaña (SIM) anunciaron que ya comenzaron a realizar pruebas diagnósticas confirmatorias del Coronavirus COVID-19.

“Con mucha satisfacción hoy les informamos el comienzo de la prueba diagnóstica de COVID-19 en nuestros Centros de Salud Integral que ubican en Barranquitas, Orocovis, Naranjito y Toa Alta. De esta forma, salvaguardamos y protegemos a nuestra comunidad de este brote que lamentablemente ha provocado tantas muertes. Esto luego de completar la contratación hace varias semanas con la compañía Quest Diagnostics y en acuerdo de colaboración con cuatro alcaldes de la montaña”, explicó por escrito la doctora Gloria del C. Amador, presidenta de la organización sin fines de lucro.

Los residentes de estos municipios que presenten síntomas asociados al coronavirus y ya tienen una orden médica, deben comunicarse vía telefónica para ser entrevistados y coordinar su cita al (787) 869-5900, extensión 1600 para Barranquitas; extensión 1500 para Orocovis, extensión 1400 para Naranjito y la extensión 1800 para Toa Alta.

“A esta hora ya se han realizados nueve pruebas moleculares en Naranjito y una en Barranquitas. Para mañana ya han sido citadas cuatro personas”, indicó Amador.

La administradora de servicios de salud aseguró que sus cuatro Salas de Emergencias continúan operando 24/7 con normalidad y las clínicas ambulatorias siguen con el personal necesario para atender el volumen de pacientes que estamos recibiendo, “además hemos adoptado medidas para garantizar la calidad de los servicios que nos caracteriza”.

“Continuamos ejecutando medidas para proteger la salud y el bienestar de los más de 61,000 pacientes que atendemos en nuestras diez facilidades y de los sobre 700 empleados que actualmente están trabajando en SIM a quienes agradezco una vez más por su acostumbrado compromiso con la salud de nuestros pacientes”, expresó.

Tan reciente como el miércoles, la administración de SIM suspendió a 137 trabajadores por la merma de pacientes.

“Nos vemos obligados a tomar esta determinación ante el impacto que la propagación mundial del COVID-19 ha causado en nuestra industria y la reducción en nuestro volumen de servicios”, lee la misiva firmada por Amador.

La suspensión de dos meses puede acortarse o prolongarse, según la propia carta. A diferencia de una cesantía, no existe obligación de liquidar los balances de vacaciones que los empleados tengan acumulados.