Desde el principio de la explosión en la antigua refinería Gulf, las autoridades dijeron que el caño Malaria había sido impactado con una lámina de aceite. Sin embargo, lo visto ayer por este diario en la quebrada Toro, que ubica entre la antigua refinería Gulf y el carril de Bayamón a San Juan de la autopista PR-22, revela un impacto mayor.

Las enormes manchas oscuras, sobre las que agentes federales cubiertos con mamelucos de seguridad blancos, comprobaron que definitivamente la presencia de diésel y otros derivados del petróleo llegaron a ese cuerpo de agua. Este personal no paraba de poner material absorbente en el área para evitar que llegara más lejos. La quebrada Toro conecta con la ciénaga Las Cucharillas, una reserva natural de alto valor ecológico.

“La Guardia Costera y la EPA identificaron contaminación de hidrocarburos en el área que está entre el expreso y la antigua refinería. Una tubería expuesta de 200 yardas muestra charcos contaminados con aceite. También hay acumulación de aceite en charcas fuera de la tubería que pudieran tener una profundidad de cuatro pies. Hay en el área otras charcas cercanas a un humedal igualmente impactadas por hidrocarburos”, confirmó el subdirector de la Agencia federal de Protección Ambiental (EPA), José Font.

Ese aceite pudo haberse derramado en el proceso en que las calderas en fuego se fueron derritiendo.

A eso del mediodía, el presidente de la Junta de Calidad Ambiental, Pedro Nieves Miranda; el secretario de Recursos Naturales y Ambientales, Daniel Galán, y el director del Programa del Estuario de la Bahía de San Juan, Javier Laureano, recorrieron en barco el caño Malaria donde no hubo hallazgos significativos. Los daños fueron aguas más arriba, en la quebrada Toro.

“Las pruebas de agua estarán listas mañana (hoy)”, informó Nieves Miranda.

En términos de la fauna, Galán Kercadó dijo que muchas aves lograron salir a tiempo. Sin embargo, sostuvo que quizás un centenar de animales fueron encontrados muertos. Entre el grupo de animales muertos se encuentran tortugas, pájaros carpintero, culebras e iguanas, entre otras.

Ayer, su personal recogió una paloma cardosantera de plumaje delicado marrón que sufrió algunas quemaduras.