El Observatorio de Arecibo cerró sus puertas este lunes, tras enfrentar varios eventos atmosféricos, telúricos, pandémicos y presupuestarios que, culminaron en el colapso de su radiotelescopio principal, en diciembre de 2020.

Su clausura responde a una decisión de la Fundación Nacional de las Ciencias (NCF, por sus siglas en inglés) -propietaria de la instalación- con el propósito de convertirlo en un centro educativo de las ciencias astronómicas, mayormente dedicado al estudio e investigación.

Se persigue que una institución se encargue del manejo diario del lugar de ciencia por los próximos cinco años, aunque todavía no se ha anunciado quién dirigirá el futuro de la instalación que, durante 57 años, albergó uno de los telescopios más importantes a nivel mundial.

La incógnita ha generado incertidumbre en la comunidad científica local, pues dependerá de las prioridades de la organización seleccionada.

El profesor Abel Méndez, director del Laboratorio de Habilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo, lamentó la determinación de “cerrar el observatorio como centro de investigación y, convertirlo en un centro educativo y ese proceso comienza hoy”.

“Después del colapso de su telescopio principal de 305 metros, en diciembre del 2020, el Observatorio ha seguido operando con otros instrumentos científicos que tiene, incluyendo un pequeño radiotelescopio 12 metros que estuvo operando hasta principios de agosto”, reveló el astrobiólogo.

“Al cerrar definitivamente el Observatorio, cerrar todos los equipos que hay, incluyendo las computadoras, de manera que no se puedan usar con ese propósito (investigación) y, entonces, todo eso va a estar en espera hasta que traigan un nuevo grupo de trabajo en el Observatorio que va a llevar el proceso educativo”, expuso.

El científico reveló que, entre las instituciones que sometieron propuesta para operar la estructura por los próximos cinco años, está la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez que, de ser elegida, recibirá entre $1 a $3 millones al año por parte de la NCF.

No obstante, subrayó que la asignación anunciada se quedará corta, pues el presupuesto anterior era de $12 millones anuales y no alcanzaba para operar como centro de investigación y, de educación.

“El problema de esto es que ese dinero que están dando es solamente para apoyo educativo y no hay apoyo para nada de los instrumentos que existen allí, ni científico ni la parte computacional. Por lo tanto, depende a quién le otorguen esa propuesta en los próximos cinco años, va a depender a qué dirección se mueva el Observatorio”, advirtió.

“Es cuestión de la iniciativa del grupo que se seleccione y su visión de usar esas facilidades. Si fuera un grupo interesado en esto, que lo van a manejar como centro educativo, pero que sometan propuestas adicionales para conseguir dinero con el propósito de manejar y poner en función el telescopio que ellos tienen de 12 metros y otros instrumentos que tienen allí”, expuso.

Asimismo, señaló que, a partir de hoy, solo quedará un comité especial de transición ya que la directora actual, Olga Figueroa, “también se retira”.

Olga Figueroa, directora del Observatorio de Arecibo.
Olga Figueroa, directora del Observatorio de Arecibo. (Facebook)

De otra parte, el catedrático insistió que el cierre paralizará la capacitación de muchos estudiantes que, actualmente, trabajan en sus respectivas investigaciones, en y fuera de Puerto Rico.

“Son oportunidades de entrenamiento que se pierden, porque el Observatorio seguirá siendo un centro educativo, pero la parte de educación en investigación aplicada, le cierran las posibilidades. Eso es un ciclo, porque al crear personas capacitadas, esas personas capacitadas, puede ser que regresen eventualmente a Puerto Rico y decidan continuar con esto”, lamentó.

“Era algo bien coordinado y organizado, porque cuando estás tanto tiempo, tantas décadas haciendo investigación, ya todo está bien organizado y automatizado. El resto del mundo usaba ese telescopio desde las diferentes universidades a través de las computadoras”, resaltó.

Igualmente, señaló que, la clausura impactará “no solamente en la educación en ciencia, sino el pueblo en general también se va a impactar.

“El Observatorio le generaba ingresos a Puerto Rico a través su operación. Además, el turismo que atraía a la zona. Todo eso va a impactar a mucha gente”, argumentó.

El radiotelescopio de Arecibo –que estaba presto a cumplir 60 años el próximo 1 de noviembre– fue un instrumento fundamental en los grandes hallazgos de la astronomía, entre estos, el periodo de rotación de Mercurio.

Además, “fue escenario para el descubrimiento de los púlsares binarios, el cual recibió el premio Nobel de Física en 1993 y, el desarrollo de mapas detallados de la superficie de planetas, entre otros”.

Tras varios años arrastrando deficiencias en su mantenimiento, el 1 de diciembre de 2020, a las 7:56 de la mañana, la comunidad científica y el mundo vio cómo la imponente estructura del radiotelescopio colapsó en 30 segundos.