Residentes en el pueblo de Comerío limpiaban esta mañana las calles aledañas a sus hogares para quitar del camino los obstáculos dejados en medio de la vía, en las zanjas y desagües por los efectos del huracán Irma.

Las razones eran diversas; mientras unos lo hacían para ayudar a liberar la carretera y facilitar el tránsito vehicular, otros lo hacían para evitar que el agua, hojas y tierra se metieran hasta sus hogares.

Esta última precisamente, es la razón por la cual una familia que no quiso ser identificada despejaba con molestia ayer la carretera 167, específicamente en el kilómetro 4.1, porque el agua y la suciedad corre de un extremo hasta el otro, inundando su propiedad.

Explicaron que llevaban más de 15 años solicitándole al alcalde José A. “Josian” Santiago que les construyera una cuneta para resolverles el problema. Hace aproximadamente, dos meses el trabajo fue realizado, según comentaron los entrevistados, porque el municipio construyó un mural bastante cercano a la residencia y “sabía que si no nos hacía la zanja iba a haber problemas, pero lo que hizo fue una porquería porque no tiene la inclinación suficiente y ahora toda el agua se nos mete hasta acá”.

En la misma ruta, Wilfredo Rivera Sánchez, de 76 años, barría desde temprano las hojas, ramas y agua, también junto a su familia porque “el viento es muy fuerte y nos mete todo eso en la casa”.

Indicó, de otro lado, que su casa, por la altitud, el fenómeno se hizo sentir “bien fuerte”.

“Lluvia hubo bastante y viento también”, comentó.

En horas tempranas de la mañana, dos residentes intentaban cortar con machetes un enorme árbol que cayó en la carretera 7780, en el barrio Doña Elena y que mantenía la vía completamente obstaculizada.

Poco después, brigadas del Municipio llegaron para asistirlos en los trabajos.

La caída de árboles de buen tamaño y algunos postes del tendido eléctrico sobre las carreteras principales fue el efecto más visible del paso del fenómeno atmosférico, al menos en Comerío. De igual manera, el pueblo amaneció sin servicio de energía eléctrica y telefonía celular, comentó el mandatario municipal esta mañana.

“El efecto, como saben, no fue el esperado, fueron vientos mucho menos fuertes, así que lo que estamos experimentando hoy es la pérdida del servicio de energía eléctrica. Con ello, gran cantidad de comunidades que no tienen también el servicio de agua potable porque en el caso nuestro, como es montaña, el agua llega por sistema de bombeo”, indicó Santiago.

“Y el problema que estamos atendiendo en este momento prácticamente en todos los barrios es la remoción de árboles que cayeron sobre las carreteras y caminos municipales. Ya las brigadas han ido removiendo. El primer paso es abrir brecha”, continuó.

Señaló por otro lado, que la principal preocupación suya era los derrumbes que pudieran ocurrir como consecuencia de las lluvias, sobre todo en la carretera 167, que conduce a Bayamón.

Aún dijo, se mantiene atento a que algún deslizamiento de terreno pueda surgir ante las lluvias que se esperan durante los próximos días.

“Si la lluvia va a continuar tan intensa como está cayendo, nosotros pudiéramos tener más daños ahora que durante la tormenta porque los derrumbes pudieran causar más problemas que los vientos porque hasta ahora no tenemos ninguna notificación de alguna vivienda que haya perdido el techo”, expresó.

En la misma línea, hizo un llamado al gobierno central a atender la situación de la carretera 167 por el riesgo constante de derrumbes que representa para quienes transitan a diario por ella, en particular, el área del kilómetro 7.1, que es la más susceptible. 

“Es algo que nos sigue preocupando, y yo creo que el gobierno no puede dilatar. Yo creo que debería atenderse ahora que tenemos esta situación de que van a haber fondos disponibles para atender los efectos del huracán, debería identificarse un fondo de emergencia y recursos para atender caso particular, que a nuestro estimado de costos debe rondar en los $5millones hacer un proyecto allí que resuelva ese problema”, subrayó.