Coge vuelo crianza de avestruces

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Lajas.- Están por nacer los primeros nueve avestruces boricuas.
Tan pronto el gobernador Aníbal Acevedo Vilá firmó el pasado 8 de junio la Ley 85 que exime al avestruz de cualquier reglamentación de protección, el agricultor Luis Ortiz Seda puso a trabajar una incubadora con nueve huevos, cuyo fruto se podrá ver en 42 días con el nacimiento de los primeros avestruces en el Valle de Lajas.
Ése será el inicio de la crianza masiva de avestruces que, según estima Ortiz Seda, en unos tres años podría tener una crianza de 200.
“Me parece que es una ley muy buena y que Puerto Rico había tardado mucho para legalizar la crianza de avestruces para carne, producción de huevos, el uso de sus plumas, la piel y otros productos derivados del avestruz’’, dijo Ortiz Seda, un abogado y ex funcionario público retirado que posee una finca en el sector Olivares del Valle de Lajas.
Éste explicó que los avestruces sólo se podían tener en zoológicos, pero que él pudo obtener de José Luis Chabert, funcionario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), un permiso para importar una pareja desde Oklahoma a mediados de la década de los noventa.
Los otros dos avestruces los obtuvo a través de negocios con amigos, pero los mantenía en otro lugar para no tener problemas.
Ortiz Seda presentó a PRIMERA HORA a Fraito, que pesa aproximadamente 375 libras y que comparte su espacio con Rita, Chiquita y Nani. Con su harén espera producir al menos 200 avestruces en tres años.
Las hembras las dejará para que siga la reproducción y los machos los venderá para carne.
“El futuro de esta industria es muy bueno porque el avestruz es un animal muy versátil, que requiere poco espacio de terreno. Cuesta mucho menos alimentarlo porque come mucha hierba y yo le doy maíz y alimento de conejos, además de que comen piedra, insectos y muchos caracoles’’, mencionó.
El avestruz era un ave exótica que ahora será un animal de granja y que, según Ortiz Seda y Jorge Ferrer, portavoz del Frente Unido de Agricultores del Valle de Lajas, en menos de 10 años podría, incluso, sustituir la ganadería en Puerto Rico.
El Valle de Lajas, uno de los más secos de Puerto Rico, es el sitio ideal para la crianza de avestruces, coincidieron Ortiz Seda y Ferrer.
“Yo he visto un avestruz corriendo a un toro que se le ha acercado al nido’’, añadió tras recordar que antes de firmarse la ley, como no se podían reproducir, regalaba los huevos o se los comía con sus familiares y amigos ya fuera fritos, en tortilla o revoltillo, entre otras formas.
Un huevo de avestruz puede ser suficiente para que coman hasta 12 personas y su precio ha llegado a fluctuar entre los $500 y $1,000.
La hembra puede producir hasta 60 huevos por temporada, que va desde febrero hasta el mes de agosto.
Ortiz Seda sostuvo que cree que hay una pareja más en Puerto Real, en Cabo Rojo, y otra en Rincón.
Celebran firma de ley
Ferrer, por su parte, dijo que llevaban unos 10 años predicando que se trataba de un proyecto bien viable y la salvación para muchos agricultores del Valle de Lajas. Por eso, dijo, están celebrando la firma de la ley.
“Estamos agradecidos que el senador Carlos Pagán se haya interesado en ese proyecto y que ya sea ley, lo que hoy celebramos luego de tantas batallas que conllevaron someter información. Esto podría ser lo que sustituya la ganadería que ha estado desapareciendo por los altos costos de producción’’, expresó Ferrer.
Anticipó que se trata de una industria que se desarrollará a gran velocidad antes de los 10 años.
“Ya sabemos de cuando menos otros diez o doce compañeros que van a iniciar este proyecto de producir carne de avestruz para la venta y el efecto será que cuando hayan en tres años 200 en la finca de Luis, ésos tendrán, a su vez, un efecto multiplicador’’, agregó.
El próximo lunes, Ortiz Seda se propone abrir su finca a los medios para hablar de sus planes y aprovechará para preparar huevos de avestruz en tortilla o revoltillo para los asistentes. La receta incluirá camarones de las charcas del Valle de Lajas. Así que buen provecho.