El Colegio de Ingenieros y Agrimensores ha sometido ante el gobierno, la Legislatura y agencias relacionadas con el proceso de reconstrucción de Puerto Rico una serie de recomendaciones que, a juicio el Colegio, son esenciales para impulsar el desarrollo económico de la Isla.

La recopilación de recomendaciones, explicaron hoy varios líderes del colegio, surgió del trabajo de cuatro meses de unos 40 colegiados, que incluyó a ingenieros con práctica privada, académicos, otros que trabajan con empresas privadas, entre otros.

Algunas de las recomendaciones se enfocaron en ciertas categorías, como desarrollo económico, energía, procesos de permisos, manejo de desperdicios sólidos, agua potable y aguas usadas, transportación, informática y comunicaciones, y estado de las estructuras.

Las recomendaciones, insistió el presidente del Colegio, Juan F. Alicea, toman mayor relevancia ahora que Puerto Rico está en el proceso de recibir una gran cantidad de fondos para recuperación y reconstrucción, de los cuales unos $65,000 millones están destinados a infraestructura.

“Es importante que las cosas se hagan bien, hacer buenas inversiones. Y es imperativo que nuestra institución se deje sentir en apoyar al gobierno y velar porque esa inversión se haga responsablemente”, comentó Alicea.

En el tema de transportación, una de las recomendaciones principales es que se asegure dar mantenimiento a las obras ya existentes, incluyendo el mantenimiento de carreteras y puentes, que actualmente está “bien por debajo” de lo deseado.

En cuanto a nueva obra, se incluye la extensión del expreso de Arecibo a Mayagüez.

Por otro lado, las propuestas también incluyen recomendaciones de transporte colectivo y de uso de hormigón versus asfalto en ciertas carreteras.

El ingeniero Félix Rivera recordó que, aunque el concreto es más caro, tiene una vida útil más larga, y es algo que debe evaluarse a la hora de trabajar en las carreteras.

Rivera insistió en la necesidad de planes de mantenimiento para las obras, ya que “no hay construcciones permanentes, los materiales tienen una vida útil”, y se hace imperativo que se revisen periódicamente, se examinen, y se pongan al día con los nuevos códigos de construcción, que se mejoran constantemente en busca que las estructuras sean más resistentes a efectos sísmicos, vientos y demás.

Además, el ingeniero Rivera resaltó que “estamos proponiendo algo muy importante, que las estructuras consideradas 3 y 4, es decir aquellas que son esenciales, como hospitales, escuelas, aeropuertos, refugios, estamos recomendando que por lo menos esas estructuras cada 20 años sean atemperadas a los nuevos códigos de construcción”.

Comentó que la recomendación es que ese ‘retrofitting’, o atemperamiento, se disponga por ley “mínimo para las estructuras esenciales. Debería ser para todas, pero mínimo para las esenciales”.

La ingeniera Hanna K. Rodríguez agregó que muchas de esas propuestas “se resumen en construir mejor. Se llama construir con sostenibilidad, construir con resiliencia”.

La propuesta del Colegio toma en cuenta 17 elementos a tomar en cuenta para impulsar un desarrollo sostenible, y recomendaciones según tipos de estructuras, de cuáles de esos 17 elementos deben tomar en cuenta.

Por otro lado, en el tema de energía, el ingeniero Javier Quintana subrayó que esta “oportunidad única” debe usarse para invertir en una infraestructura de transmisión y distribución que además permita la transición a fuentes de energía renovable”.

Además, insistió en que “se ejecuten los planes existentes. En Puerto Rico, a cada rato hacemos un plan nuevo. Pero las inversiones, para convertirlas en proyectos reales, se requiere planificación, se requiere permisos, se requieren años. Por lo tanto, basta del cambia cambia, vamos a ejecutar los planes que están aprobados. Vamos a tratar en enfocar esa inversión en esos planes”.

En el tema relacionado al manejo de aguas, el ingeniero Carl Sodeberg destacó la importancia de “dragar los embalses estratégicos como Carraízo, Dos Bocas, y uno que nunca se menciona, Guayabal en la zona sur, que tiene un impacto sobre el acuífero del sur, que está estado crítico”.

Soderberg agregó que también se recomienda reducir la pérdida de agua, que está en un 60%, y celebró que la Autoridad de Acueducto y Alcantarillados (AAA) ha acogido esa recomendación como su prioridad y está trabajando en reducir esa pérdida.

“Ya están haciendo las inversiones para detectar y corregir este problema, inclusive un programa multianual de remplazo de líneas de agua potable que en muchos casos llevan más de 80 años”, agregó Soderberg, resaltando que “si logramos bajar esa pérdida a 17%, que es la norma mundial, lograríamos tener tres veces lo que produce Carraízo diariamente disponible de agua potable. Así que el rendimiento de esa inversión vale la pena”.

Agregó que también se recomienda “el reúso de las aguas tratadas de acueducto, que son más de 225 millones de galones diarios”, que es equivalente a “un poco más de dos veces lo que produce Carraízo”, y que al destinarse a otros usos libera el agua para su uso como agua potable.

Entre otros temas, también se destacó la importancia de destinar recursos para universidades y colegios, para que puedan capacitar a profesionales con los conocimientos necesarios para lograr todas esas metas.

La ingeniera Rodríguez resaltó que, en medio de todos los trabajos de construcción y demolición, se debe velar por estricto cumplimiento en la disposición de todos esos residuos de construcción y demolición, que no deben terminar en rellenos sanitarios.

Sostuvo que, en lo que se llega al punto de poder trabajar todo el manejo de residuos a nivel regional, le tocará a los municipios el peso de atender ese problema. Destacó, sin embargo, que un buen manejo de esos desperdicios podría resultar incluso lucrativo, si se atiende correctamente.

Rodríguez insistió también en la importancia de crear mercados secundarios para poder impulsar el reciclaje.

En el tema de permisos, que constantemente sale a relucir en promesas de campañas pero que nunca parece poder atenderse adecuadamente, el ingeniero Edgardo Santiago sostuvo que el Colegio recomienda usar el sistema de autocertificación que tienen en otros países, que agiliza notablemente los proyectos de construcción. Detalló que para eso se capacita a profesionales, se les fiscaliza, se les juzga, y aunque son responsables por su libertad para actuar, al mismo tiempo se les imponen penas severas si no cumplen con todos los requisitos, y pueden incluso terminar en prisión.

Alicea aprovechó para resaltar la importancia de la colegiación compulsoria, y destacó que el Colegio cuenta con un tribunal profesional y de ética, con procesos “ágiles, muy rigurosos y serios”, que ve casos constantemente y funciona como un tribunal de primera instancia. Agregó que en 83 años “nunca hemos sido revocados en una decisión”. Destacó además que, a diferencia de otros países, el Colegio exige no solo pasar una reválida para poder ejercer, sino además una educación continúa para poder mantenerse al día.

El presidente del Colegio insistió en que, en estos momentos de tanta inversión en infraestructura, “más que nunca se requiere de profesionales bien capacitados y que se mantienen al día, que no están por la libre, que si cometemos una falta hay un ente que no le va a temblar la mano para ejercer su función de penalizar. La colegiatura le sirve bien a Puerto Rico. Estamos, más que para nuestro lucro personal, para responder a la salud y seguridad de nuestro país por encima de todo”.

El conjunto de recomendaciones del Colegio para los proyectos de infraestructura está disponible en la página www.infraestructura2030.com.