Vieques. Con la principal encomienda de emular el comportamiento de las abejas al trabajar en equipo, un grupo de mujeres viequenses creó el concepto Colmena Cimarrona para desarrollar la agricultura local, aumentar la accesibilidad de los alimentos y crear conciencia de la necesidad de lograr la soberanía alimenticia en la Isla Nena.

“Esta es una apuesta al país que queremos, desde abajo, lleno de siembras, donde logremos la primera soberanía que es la de alimentarnos”, expresó Ana Elisa Pérez, agricultora viequense destacada en el proyecto.

El concepto, una entidad sin fines de lucro, alberga cuatro proyectos que se entrelazan y se conectan entre sí con el mismo fin: brindar la mencionada autosuficiencia alimentaria.

“Está El Panal; La Semillera, que es la finca como tal; está La Sambumbia, que es el mercado ambulante, y La Colectiva Agrícola, que se compone de cinco fincas locales. Además, por medio de una alianza con el apicultor Mario A. O’Neill, tenemos el apiario La Dulzura”, explicó por su parte, Marilyn López, administradora de la iniciativa.

Todos estos proyectos surgen originalmente en El Panal, que en un principio representó la unión de varias mujeres viequenses que se reunían para dialogar acerca de los problemas que enfrentan en la isla municipio. Precisamente, en estos conversatorios se encontraron con la necesidad de formalizar su proyecto y, para comenzar, crearon un comedor social en el 2018.

El grupo ha experimentado con diferentes cultivos para maximizar su producción, particularmente en momentos en que la isla pasa por una sequía.
El grupo ha experimentado con diferentes cultivos para maximizar su producción, particularmente en momentos en que la isla pasa por una sequía. (Alejandro Granadillo)

“Luego del huracán (María) hacíamos los comedores sociales y buscamos temas de interés para poder llevar talleres y fuimos enlace de muchas organizaciones que querían traer talleres o clínicas de salud… Nos dimos cuenta de que podíamos hacer eso y otras cosas porque, a la misma vez, empezamos a hacer huerto comunitario y vimos que tenía acogida y que se veía la necesidad; estaban los deseos y el ánimo de aprender”, detalló Elda Guadalupe, codirectora de Colmena Cimarrona.

Esta iniciativa, también tiene el propósito de batallar con la constante incertidumbre de los viequenses, quienes ven limitaciones en los estantes de alimentos cuando hay problemas con el transporte marítimo.

“Uno de los asuntos es el transporte marítimo, que si falla uno o dos días ya vemos en el supermercado góndolas vacías. Así que hay una necesidad genuina de que haya alimento, haya producto local. No pretendemos cubrirlo todo, la idea es educar y dar espacio para que sigan surgiendo otros espacios como este”, expresó Guadalupe.

Una alianza con el apicultor Mario A. O’Neill las llevó a establecer el apiario La Dulzura.
Una alianza con el apicultor Mario A. O’Neill las llevó a establecer el apiario La Dulzura. (Alejandro Granadillo)

Actualmente, el proyecto de La Semillera (la finca) está enfrentando el impacto de la sequía que se vive en Vieques. No obstante, el grupo asegura estar tratando diferentes técnicas para mantener sus cosechas y lograr que la tierra produzca una mayor variedad de alimentos.

“Ha sido un año superseco, así que hemos variado bastante en lo que hemos podido cultivar. En general, se produce todo tipo de hojas: mizuno, arúgula, bok choy. Ahora mismo estamos con una siembra de piña, porque estamos experimentando qué se da con el cambio climático. Ha sido difícil establecer algo que podamos decir que es constante. Pero aquí se dan muy bien los pimientos, las berenjenas; hemos sembrado maíz, batata que ha sido un éxito. Además de gandules, albahaca. Estamos intentado diferentes tipos de siembras, ahora mismo estamos intentando con cactus tuna, que retiene un poco del agua en el suelo a ver si eso nos ayuda, porque realmente esta situación de falta de agua es bastante difícil”, reconoció Guadalupe.

Cuando tienen sus cosechas, el grupo activa “La Sambumbia”, un mercado ambulante que va el segundo y cuarto viernes del mes a vender sus productos en la plaza pública. Mientras que con la Colectiva Agrícola se unen a otras fincas locales para vender sus productos.

“Ahora estamos tratando de establecer el sistema de cajitas que estén prevendidas las cosechas, así se nos hace fácil llegar a quienes no pueden llegar al mercado”, dijo Guadalupe.

A pesar de los obstáculos, Colmena Cimarrona está enfocada en continuar trabajando para tratar de dejar un legado que perdure en su pueblo de Vieques. “Ojalá podamos desde este espacio, en nuestra esquinita viequense, seguir construyendo comunidad, producir comida, sostenernos en colectivo. Ojalá podamos ir construyendo los sistemas que soñamos. Todavía necesitamos mucho ‘baqueo’, un gobierno que asuma la agricultura sostenible como proyecto de país. Pero pensamos que es posible, por eso seguimos aquí”, concluyó Pérez.