La gran mayoría de los negocios y comercios de ventas al detal aseguran cumplir con las restricciones impuestas para combatir el COVID-19 en la más reciente orden ejecutiva, incluyendo la prohibición de filas de clientes frente a los establecimientos, condicionar la capacidad de comercios en hasta un 25% y cierres o limitación de operaciones para los domingos y horas de la noche, pero todo apunta a que -de mantenerse esas restricciones- este sector seguirá sufriendo al punto que muchos negocios se verán obligados a cerrar.

“En un centro comercial que tiene un parking más grande, o en negocios que tienen parking disponible, pues posiblemente se puede hacer que los clientes esperen en el auto y se les llama. Pero los pequeños y medianos comercios que no tienen estacionamiento amplio no pueden hacer eso de esperar en el auto. No tienen capacidad para albergar varios vehículos”, lamentó Jorge Argüelles, presidente del Centro Unido de Detallistas.

Sostuvo que los comercios están haciendo su parte y han hecho muchos ajustes y modificaciones de toda clase para cumplir con las recomendaciones de salubridad y las órdenes ejecutivas, pero la situación se les está haciendo cada vez más difícil.

“Desafortunadamente, a mí me preocupa que cada vez que se disparan los números (del COVID-19), la solución del gobierno es la misma: penalizar a los negocios y el comercio”, sostuvo.

“Los negocios hemos hecho un esfuerzo bien grande para cumplir con las medidas requeridas, poner barreras, establecer limitaciones, muchos incluso tienen un empleado sin producir nada para medir la temperatura de los clientes. Y todo eso con mucho menos público por todas las restricciones. Pero no se hace lo mismo con el ciudadano en la calle, no hay fiscalización con el ciudadano”, indicó Argüelles.

Para las gasolineras el panorama también se ve difícil, pues -según Ricardo Román, expresidente de la Asociación de Detallistas de Gasolina-, el sector ha visto una merma de 40% en sus operaciones.

“Nosotros hemos respondido, acatando la orden. Hemos rotulado el piso, para que los clientes guarden la distancia que dicta la orden, de seis pies”, afirmó Román.

Aclaró que, con la baja en el volumen de clientes “por las mismas restricciones que tienen los ciudadanos”, en las estaciones no se están dando filas. Solo en los días previos a eventos atmosféricos, que va más gente a reabastecerse, han tenido que controlar el flujo de clientes.

Con un tono menos pesimista, el presidente de la Asociación de Comercio al Detal, Iván Báez, sostuvo que se le está solicitando “clarificaciones” al secretario de Salud con relación a aspectos de la orden ejecutiva, como “las guías para tomar la temperatura de los clientes, el tema de las filas que no pueden tener ciertos negocios, y el tema del domingo, para poder así manejar mejor el tráfico de clientes y atender a la población de manera ordenada”.

“Ciertamente, muchos comercios con la reducción de capacidad (de uso) han tenido que hacer ajustes grandes. Y ciertamente, lo que estamos buscando es lograr el balance para poder continuar operando”, sostuvo Báez, quien es parte del consejo asesor que ofrece recomendaciones al gobierno en temas económicos.

“Por eso estamos buscando clarificar todo eso y mantener las operaciones. Hemos hecho grandes esfuerzos, y esperamos que haya esa clarificación en estos próximos días, para operar 100% en cumplimiento con la orden, pero a la vez mantener el sustento de todas esas familias de nuestros empleados. Estamos haciendo nuestro esfuerzo, queremos mantener la actividad económica, y es importante que todos pongamos de nuestra parte”, insistió Báez.

Agregó que, en ese sentido de buscar la cooperación de todos, la Asociación de Comercio al Detal “lanzamos una campaña para educar sobre la pandemia. Entendemos que esto es un esfuerzo conjunto, del sector privado, la población, el gobierno. Es un esfuerzo de todas las partes”.

El presidente del CUD, sin embargo, fue enfático en que se necesita más fiscalización sobre los ciudadanos para que no se involucren en actividades dende se aglomeren personas y no se use mascarilla, y reiteró que el comercio ya no soportará más limitaciones.

A manera de ejemplo, mencionó cómo el fin de semana pasado, con el paso de la tormenta Laura, “vimos un grupo de surfers allí en la playa Aviones, uno de los sitios que dijeron que iban a vigilar. Y allí estaban, aglomerados y, por supuesto, sin mascarillas”.

Argüelles criticó también que, mientras limitaban a los negocios, se mantenían haciendo campañas políticas con juntes de personas y se preguntó “si vamos a tener eso mismo ahora para las elecciones de noviembre”.

El presidente del CUD condenó que mientras se imponen restricciones al comercio, “el gobierno también ha fallado en mantener una buena campaña educativa para orientar sobre la pandemia, en especial a los jóvenes que no se toman el asunto con toda la seriedad que amerita”.

De igual forma, cuestionó por qué no se ha usado gran parte de los $2,240 millones que se asignaron al gobierno a través de la ley federal CARES.

Argüelles sostuvo que, de continuar la situación como está, se estima en la que muchos comercios reportan una baja en sus operaciones de entre 40% a 60% podrían perderse miles de pymes y decenas de miles de empleos.

“No nos queda más remedio que cumplir, no tener filas, con menos operación, sin ayuda de parte del gobierno a pesar de que hay dinero. Pero si seguimos en septiembre con la pobre fiscalización a la ciudadanía, y nos mantienen la orden como está, o ponen más restricciones, pues para fin de año esto va a ser devastador”, afirmó Argüelles.

Román, por su parte, aseveró que la industria de las gasolineras, “ha sufrido mucho con las restricciones. Está golpeada. En los turnos después de las 10:00 de la noche, los domingos, hemos tenido que limitar el personal, reformar la operación, prescindir del recurso humano. Además, no puedes vender alcohol, que es un ingreso importante”.

“En resumen, las órdenes ejecutivas, que las entendemos por razones de salubridad, las hemos cumplido, aunque sufrimos. Y nosotros ahora tenemos más flexibilidad que otros negocios, porque se subsanaron unos aspectos con respecto a las órdenes iniciales, pero hay otros sectores que están controlando, que tienen disciplina, y los están maltratando mucho. Esto hay que revisarlo más de cerca, hay una línea fina entre economía y salud, si no se hace bien, habrá más desempleo”, afirmó Román.

Añadió que debería darse más coordinación con mayoristas, más cooperación, más respaldo de estructuras financieras, por ejemplo, con moratorias, pues “si no se hace eso, muchos negocios no van a poder subsistir. Todo el mundo tiene que cooperar, si no, el detallista no va a poder subsistir, y se afectará todo el mundo al final”.

Por su parte, Báez coincidió en que “ciertamente, no podemos tener más cierres, no podemos tener más despidos, no podemos tener mucha más gente dependiendo del PAN (Programa de Asistencia Nutricional). Tener más cierres implicaría más riesgos alimentarios, más desempleo, más pobreza”.

Báez alertó que para septiembre ya se acaba la ayuda adicional de fondos federales que habían estado llegando, lo que añadiría presión a toda esta situación.

Sin embargo, se mostró optimista y afirmó que “vemos el vaso medio lleno, y vamos a lograr armonizar todo y salir adelante”.