Utuado.- El grabado del petroglifo Mujer de Caguana, el más importante del Parque Ceremonial Indígena de Caguana, ha vuelto a notarse casi en su totalidad, producto del trabajo de limpieza que personal contratado por el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) lleva a cabo desde mediados de abril en la Plaza Principal.

El proceso dirigido por César Piñeiro, conservador de objetos de arte e históricos, requiere paciencia, precisión y, sobre todo, delicadeza.

“El petroglifo está 90 por ciento hecho, lo que falta es la parte inferior. Queremos asegurarnos de algunos detalles de la referencia histórica en cuanto a cómo terminan las piernas o patas, lo que sea anatómicamente. Y después darle el lavado final”, comunicó Piñeiro este domingo.

Un grupo de cinco personas le acompaña en la tarea de removerles a estas piezas centenarias el alga y el liquen que han acumulado al estar a la intemperie, bajo sol y lluvia en extremo. En total se intervendrán 22 petroglifos, así como las demás piedras de esa hilera de la Plaza Principal, aunque no tengan grabado.

La limpieza se realiza jueves, sábado y domingo, mientras los visitantes recorren el parque. Solamente se ha puesto una cuerda para delimitar el espacio de trabajo.

Piñeiro explicó que están usando instrumentos dentales, paños, cepillos de dientes, biocida y agua para remover el material indeseado.

Valiéndose de documentos de archivo, dibujan con tiza el grabado y luego comienzan a limpiar la parte frontal de la piedra con biocida y un cepillo. “Dejamos el alga en los surcos del grabado para crear contraste con la parte limpia”, comentó Piñeiro.

Para limpiar el liquen blancuzco y verde de la parte trasera de la piedra, primero se le echa biocida y se cubre con una bolsa plástica durante dos o tres semanas, para que la ausencia de luz solar detenga la fotosíntesis. Al quitar la bolsa, el liquen está en mejor posición de ser removido con un instrumento dental y luego con un cepillo y biocida.

“El enjuagado final se hace con agua destilada para que no contenga minerales que causen algún tipo de reacción y nos aseguramos de que el jabón que utilizamos sea 100 por ciento removido del substrato de piedra. Luego se documenta cómo quedó”, señaló Piñeiro.

Laura del Olmo, directora del Programa de Arqueología del ICP, estimó que los trabajos se extenderán todo el mes de mayo. Su recomendación de darles mantenimiento a los petroglifos recurrentemente ya está contenida en un plan.

“El plan de manejo está hecho y hay una serie de tareas especificadas con fecha de cuándo hay que hacerlas. Este proceso de limpieza se repetiría cada dos años, máximo tres. Y también se podría mensualmente darle un cepillito en seco que eliminaría el polvo y semillas. Ese es un procedimiento que la gente que está a cargo del parque debería darle cada mes o dos meses”, indicó Del Olmo.

Por otro lado, la arqueóloga comentó que esta semana debe comenzar el corte y poda de árboles que circundan la Plaza B, y que también atenderán con prioridad un problema del pozo séptico de los baños.

“Lo que va lento es el trabajo de ingeniería para desviar las aguas. La Oficina de Mejoras Permanentes ya contrató a un arquitecto que está preparando los planos y pues eso aparentemente tomará más tiempo”, señaló Del Olmo en referencia a la creación de trincheras que recomendó para solucionar el problema de inundaciones en el parque.