Cuando firmamos un contrato es para recibir o dar algún servicio a cambio de algo, por lo general pago de dinero. Aunque la firma del mismo es el compromiso de que ambas partes tienen que cumplir con lo estipulado, muchas veces esto no es así y se llega a un incumplimiento de contrato.

Aunque estos acuerdos incluyen en sus cláusulas las penalidades que conllevan las violaciones al acuerdo firmado, muchas veces el mal rato hace que uno no quiera seguir con el contrato y terminar el mismo inmediatamente.

Comparte con nosotros y con los lectores tu experiencia con contratos incumplidos y explícanos cómo pudiste resolver la situación. Puedes hacerlo a bmena@primerahora.com.

Tu respuesta será publicada en la próxima edición de Dinero y Consumo y en Primerahora.com.