Él no está seguro de que haya hecho la mejor inversión de su vida, pero si los dinares que tiene guardaditos obtienen valor cuando lleguen al mercado internacional -si es que llegan- los cambia y hace su viaje soñado a la idílica Alaska.

Su esposa también “está loca” porque llegue ese día.

José Orona, un policía jubilado de 63 años, empezó a comprar dinares en 2004, cuando una persona de su confianza se los ofreció y lo convenció de que era una buena inversión.

“Un amigo mío me los ofreció y me explicó cómo era. Yo entiendo que se van a dar porque Irak tiene que subir su moneda”, comentó sobre la moneda que en denominación de 25,000 dinares se vende en $30.

La esperanza de Orona está puesta en que, como ocurrió en Kuwait, la moneda iraquí incluso supere el valor del dólar. “Es lo que pasó en Kuwait. Cuando Estados Unidos intervino, la moneda se había caído y cuando subió, subió. Actualmente está 3.55 sobre el dólar americano”, confió el jubilado, quien una vez perdió $200 cuando jugó en la pirámide.

Aunque prefirió reservarse cuánto invirtió en los dinares, el ex policía comentó que “uno gasta $100 en cualquier cosa” y que en una estadía de hotel se van como $500.

“Yo hice esa compra y si en un futuro se pierde no pierdo nada porque uno no se lleva nada”, reflexionó sobre la decisión que lo llevó a adquirir la cantidad de dinares no divulgada.

El análisis que hace Orona y que lo convence de que su determinación fue acertada es que al comprar 100 mil dinares -que podrían salir en unos $120- se podrían obtener 100 mil dólares.

“En Kuwait se dio la historia. Me contaron de un hombre de Miraflores que compró dinares en Kuwait y cuando salieron cogió un montón de chavos”, insistió el residente de Arecibo.

Según le han dicho y ha leído, Orozco no ve nada ilegal en la compra de esta moneda extranjera que, ahora mismo, no tiene ningún valor.

“Me entregaron los billetes y un certificado de autenticidad”, contó sobre su adquisición que, le dijeron, se hace a través de un broker en Irak.

“De eso el Gobierno federal tiene conocimiento. No hay nada ilegal”.

Aunque públicamente no se ha dicho nada, Orona entiende que los bancos “se están preparando para cambiar ese dinero”.

“Van a cobrar un 10 por ciento y al Gobierno, otro 10 por ciento de las ganancias”, explicó sobre lo que también le han explicado a él.

A pesar de que conoce las advertencias de que la inversión es demasiado arriesgada y especulativa, el ex policía considera que esos comentarios vienen de personas negativas.

“Yo veo lo positivo. No me importa perder los chavos. Hice esa inversión por los hijos y nietos y no me pesa. Imagínate que yo coja medio millón de dólares”, fantaseó al tiempo que reconoció que es como la lotería.